Alirio Barrera fue noticia nacional el día que llegó montado sobre Pasaporte al Congreso. Ese organismo había decidido que sus instalaciones fueran petfriendly y el congresista se lo tomó en serio. Se fue al galope. Montado sobre el bello animal, le dio una entrevista a SEMANA.

“Vamos a ver si me dejan entrar”, dijo emocionado. Y al final sí lo dejaron entrar. El congresista fue muy precavido. “Llegué con todo lo que pidieron, su carné, kit de aseo y hasta traperos, por si acaso”, agregó.

Barrera, del Centro Democrático, dijo que su acto simbólico es la defensa del uso de los caballos como compañero de trabajo y de diversión. “Quiero dejar un claro mensaje, el cual le envían 14,5 millones de campesinos colombianos, 500 mil familias ganaderas y 3 millones de caballistas, quienes se ganan su diario a través del trabajo con animales de estos. No estamos de acuerdo con que quieren acabar con las cabalgatas, con el coleo, con los actos con animales, del comercio de ganado en pie; estos seres hacen parte del desarrollo social del país”, indicó.

Vea la entrevista

Por supuesto, ese día Barrera fue la sensación. Los ciudadanos que transitaban por el centro de la capital quisieron tomarse una foto con él y su caballo; de hecho, fue aplaudido en varias ocasiones. Además, llegó con varias bolsas en caso de que fuera necesario solucionar algún problema de último momento.

Al cruzar la Plaza de Bolívar y al llegar a la entrada lateral, los policías que estaban en ese sector se sorprendieron, pero le permitieron la entrada sin problema alguno. El congresista y su amigo fiel recorrieron los pasillos del Legislativo hasta llegar al corredor principal donde se adelanta la plenaria del Senado.

Sin embargo, Barrera tomó la decisión de no ingresarlo al recinto porque el piso es de madera y el caballo podría resbalarse y entrar en pánico. Por esa razón, el equino estuvo durante varios minutos en los pasillos posando para que algunos congresistas se tomaran fotos y los visitantes del Capitolio lo admiraran de cerca.

Para evitar complicaciones, el senador Barrera tomó la decisión de sacar al caballo del Congreso, pero el retiro fue bastante demorado porque Pasaporte tuvo que hacer varias paradas para que los amantes de los animales lo saludaran.

Barrera aclaró que es amante de los caballos y que él representa a muchos colombianos que no necesariamente tienen a un perro o un gato como mascota. Además, aprovechó para criticar las propuestas que se han presentado en el Congreso para prohibir algunas prácticas en las que se usan animales para trabajar y desarrollar actividades económicas.

La muerte de Pasaporte

Despedir a un amigo de cuatro patas es una de las experiencias más dolorosas que se pueden vivir en la vida. Y esa tristeza la mostró en una sola imagen el congresista Alirio Barrera, que compartió con sus seguidores la muerte de Pasaporte, el caballo que lo acompañó al Congreso.

El animal falleció esta madrugada en la finca del legislador. Con una publicación en su cuenta en Twitter, el propio senador confirmó el deceso del animal que tenía, aproximadamente, diez años de vida.

Barrera señaló que antes de irse a dormir, fue a consentir a su mascota, ritual que, según él mismo, cumplía todas las noches.

Al parecer, la mordedura de una culebra sería la causa que llevó a la trágica noticia; sin embargo, Barrera señaló que al cuerpo del animal le están adelantando los exámenes para determinar exactamente lo que sucedió.

“Murió mi @SoyPasaporte. Qué dolor se siente. Ayer a las 10 pm lo consentí antes de irme a dormir, como siempre, y hoy lo encuentro MUERTO. Al parecer me lo mordió una culebra. Haremos los exámenes correspondientes para saber qué le paso a mi caballo”; escribió el senador en su cuenta de Twitter.

Junto al mensaje hay una fotografía en la que se le ve a Barrera desconsolado y consintiendo a su amigo, el mismo con el que visitó el Congreso en días pasados.

Barrera, nacido en el municipio de Aguazul (Casanare), es uno de los 11 hijos de una humilde familia campesina. Y, a diferencia de la mayoría de los congresistas, no cuenta con estudios de pregrado; a decir verdad, ni siquiera alcanzó a terminar el bachillerato. ¿Por qué razón? Debido a la difícil situación económica, desde pequeño tuvo que labrar la tierra; mientras cursó tercero de primaria, por ejemplo, comenzó a administrar una finca en los Llanos.

Fue haciéndole honor a sus raíces, al quehacer campesino heredado de su familia, que ganó visibilidad. Llegó a ser uno de los mejores amansadores de caballos de Casanare, departamento del cual fue gobernador de 2016 a 2019, y se dedicó a la ganadería. También se dedicó a vender chorizos, tintos, de todo, incluso chance, como una de las glorias del ciclismo colombiano, Rigoberto Urán.

Con el expresidente Álvaro Uribe Vélez los unió el gusto por los caballos y, desde entonces, establecieron una amistad. Muestra de ello es que fue uno de los cinco candidatos del Centro Democrático a la Presidencia de Colombia. Los demás fueron María Fernanda Cabal, Paloma Valencia, Rafael Nieto y el preferido por la mayoría del partido político, Óscar Iván Zuluaga, quien luego desistió.