El expresidente Ernesto Samper Pizano fue invitado por el régimen de Nicolás Maduro como veedor internacional en las elecciones del 28 de julio pasado en Venezuela. Y aunque él ha pedido públicamente que el Consejo Nacional Electoral de ese país revele las actas de los escrutinios para que no haya duda sobre los resultados electorales, ha estado del lado del líder de izquierda.
Este lunes 5 de agosto Samper se fue de frente contra el Gobierno de Estados Unidos porque no reconoció a Nicolás Maduro y se refirió a Edmundo González, el líder de oposición que ganó las elecciones, como Juan Guaidó “versión 2.0″.
“Mientras los presidentes Lula da Silva, de Brasil; Gustavo Petro, de Colombia, y Andrés Manuel López Obrador, de México, hacen esfuerzos por encontrar un salida institucional, democrática y pacífica a la crisis en Venezuela, el Gobierno de Estados Unidos, de forma temeraria y autoritaria, desconoce los aún inciertos resultados oficiales de las últimas elecciones y proclama al candidato Edmundo González como el presidente legítimo, una especie de Guaidó 2.0″, escribió Samper en sus redes sociales.
La comparación de Samper no les gustó a algunos políticos colombianos, que han venido demostrándole al mundo cómo Nicolás Maduro “se robó” las elecciones del 28 de julio.
La directora de Verde Oxígeno, Ingrid Betancourt, quien ha sostenido diferencias con Samper desde hace más de una década, contó que él “estuvo viviendo del bolsillo de Hugo Chávez, quien lo nombró secretario general de la Unasur con un jugoso contrato”.
Para la colombo-francesa, el expresidente “cierra su ciclo político, como lo inició, con absoluta indignidad, colocándose al lado de Nicolás Maduro, tirano, narco y asesino. Nada sorprende de su trayectoria a quienes lo hemos conocido”.
El exvicepresidente Francisco Santos también cuestionó al expresidente. “Ahora sí es el mismo Ernesto Samper del Proceso 8.000 elegido con plata de los narcos. Ya decía yo después del comunicado con Leonel Fernández que estaba demasiado sensato. Ernesto Samper calificó al opositor Edmundo González de ser Guaidó 2.0″.
Samper, indirectamente, ha estado del lado del régimen. Aunque tímidamente pidió al CNE de ese país revelar los escrutinios, al tiempo cuestionaba a la Organización de Estados Americanos (OEA), que criticó desde el primer momento a Maduro y le exigió mostrarle al mundo las actas que demostraran que no cometió fraude.
A juicio del expresidente, “la OEA y su secretario, Luis Almagro, no tienen ninguna autoridad moral para opinar sobre el proceso electoral en Venezuela después de haber patrocinado la fallida invasión del país, desde la frontera con Colombia y promovida por el expresidente Iván Duque en febrero de 2019 y el golpe de Estado contra de Evo Morales, en Bolivia, en diciembre del mismo año”.
Samper logró llegar a Caracas como veedor internacional desde una semana antes de las elecciones del 28 de julio. En cambio, la senadora Angélica Lozano, la exalcaldesa de Bogotá, Claudia López, y la exvicepresidenta de Colombia, Marta Lucía Ramírez, no lograron ingresar a territorio venezolano porque el régimen de Maduro se los impidió.
Desde ese día, los opositores coincidieron anticipadamente que las elecciones estaban viciadas.