“Por una menstruación digna” es el nombre que lleva la nueva ley, sancionada en las últimas horas por el presidente Iván Duque, con la que se busca que el Estado garantice la entrega gratuita de productos de higiene menstrual a las mujeres que se encuentran recluidas en los centros penitenciarios del país.

Una de las claves de la iniciativa es justamente mejorar las condiciones de las reclusas al garantizar el suministro permanente de toallas higiénicas, ya que actualmente se entrega un paquete de 10 unidades cada tres meses.

Eso se traduce a dos toallas por mes, mientras que, en promedio, una mujer requiere 16 cuando su menstruación es regular. Aquellas que tienen un periodo abundante necesitarían más.

Esta situación ha generado que en las cárceles de mujeres haya un mercado negro de toallas higiénicas en donde cobran hasta $50.000 por un paquete de este producto. Además, el problema es que la mayoría de las reclusas no cuentan con recursos económicos para poder adquirirlas.

“Sería una entrega gratuita y se garantizan unos derechos mínimos porque hombres y mujeres deben tener las mismas garantías. En 2021 había 6.864 mujeres privadas de la libertad y por eso esta ley”, explicó la excongresista Adriana Matiz, autora de esta norma.

Actualmente, cuando las mujeres en las cárceles no tienen los recursos para pagar o intercambiar otros elementos como cigarrillos por toallas recurren a trapos, medias, papel higiénico y sábanas para poder menstruar. Una situación que trae problemas de salud y que resulta muchas veces indigno.

Para suplir este problema, la nueva ley obliga al Inpec a entregar mensualmente por cada reclusa un paquete de 10 toallas higiénicas y le exige al Ministerio de Justicia evaluar las situaciones especiales de las mujeres, como el período de lactancia, patologías clínicas, entre otros.

“Cuando una mujer o persona menstruante privada de la libertad se encuentre en situaciones especiales como: posparto, estado de lactancia, endometriosis o alguna patología clínica, se le garantizará el suministro suficiente y oportuno de los productos de higiene menstrual mensuales, de acuerdo a la necesidad”, indica la ley.

El texto de la norma aclara, además, que por artículos de higiene y salud menstrual se entenderá las compresas, toallas higiénicas, tampones, protectores diarios, copas menstruales y ropa interior femenina absorbente.

Con esta ley también se obliga a los Ministerios de Justicia y de Salud a hacer “capacitaciones anuales sobre el manejo de la higiene menstrual, garantizando el enfoque diferencial de género en todos los centros carcelarios y penitenciarios del país que cuenten con población reclusa menstruante”.

Finalmente, el texto señala que el Gobierno deberá reglamentar el suministro de productos de higiene menstrual, teniendo en cuenta estadísticas sobre la necesidad de productos de higiene y salud menstrual en estas u otras patologías, para garantizar el acceso a los productos sin necesidad de exámenes médicos adicionales a las personas menstruantes.

Esta nueva ley va en la misma línea de un proyecto que actualmente hace trámite en el Congreso, radicado por el exsenador Armando Benedetti, con el que se busca que las toallas higiénicas sean gratuitas para las mujeres de estratos 1, 2 y 3. Según los datos compartidos por el senador, una mujer gasta entre 18.000 y 40.000 pesos en el uso de toallas higiénicas y tampones, además de recalcar que muchas de ellas no cuentan con el dinero suficiente para costear estas necesidades.