A la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, quien por estos días está fuera de la ciudad y del país, adelantando una agenda por Europa como presidenta de Metropolis y Cideu, le están lloviendo fuertes críticas por cuestionar fuertemente a Rosales, uno de los barrios más exclusivos de Bogotá.

Al realizar un recorrido por el megaproyecto Lagos de Torca, en el norte de la ciudad, y al confirmar el inicio de las obras, la mandataria local aseguró que “Rosales parece una jaula de oro espantosa”.

Este comentario de la alcaldesa López se dio al querer explicar que en la ciudad las personas de bajos recursos son quienes viven a las afueras, en las periferias de la ciudad, y, por el contrario, trabajan en ciertos puntos del norte de la capital del país, hasta donde se gastan varias horas para poder llegar.

“Aquí van a vivir personas que se ganan menos de dos salarios mínimos en viviendas de interés prioritario, que equivale a una estratificación de uno o dos; va a haber viviendas VIS para familias que se ganan menos de cuatro salarios mínimos, eso equivale a una estratificación dos o tres; y va a haber familias de más altos ingresos, eso es construir equidad”, aseguró la alcaldesa López en un principio.

De acuerdo con la alcaldesa, no es posible “que solo la gente de estrato tres para arriba tiene derecho a una buena ciudad, y a la gente de estrato uno o dos le toca irse a los extramuros. Si queremos una Bogotá justa, tenemos que compartir el mismo parque, el mismo proyecto con la misma persona que nos ayuda en la casa”.

En otras palabras, para López, Bogotá “no puede ser un gueto donde las personas de altos ingresos viven en una parte de la ciudad, y las de más bajos ingresos en otra parte de la ciudad. Así nunca vamos a ser una sociedad igualitaria”.

De esta manera, López destacó que Lagos de Torca “va a permitir construir la ciudad bien desde un principio” e indicó que ha pedido que haya más comercios de primer piso, en donde la gente pueda disfrutar de varios negocios porque, según ella, la seguridad la hace la misma gente, “pues de qué sirve que haya una calle iluminada si solo hay puras rejas de casas encerradas”. Y fue ahí cuando despachó en contra del barrio Rosales, ubicado al norte de Bogotá.

“Rosales, dizque es el mejor barrio de Bogotá, es una jaula de oro espantosa. Si toda Bogotá fuera como Rosales, sería la peor ciudad del mundo, donde no hay una calle, una tienda; en donde la pobre señora que llega a trabajar, después de dos horas desde Soacha, Kennedy, Bosa o Suba, le toca subir a pie porque transporte público adecuado no hay, esa no es la Bogotá que queremos”, precisó López.

Estas declaraciones de López han generado un sinnúmero de reacciones, algunas a favor, pero muchas más, en contra. Incluso algunos residentes del barrio Rosales le recomendaron a la mandataria distrital que compre una vivienda en este sector de la ciudad, “para que se dé cuenta de lo fácil que es vivir allí”.

Ahora, hay quienes concuerdan con López que efectivamente los trabajadores, en especial los domésticos, sí sufren para llegar a laborar a las casas por lo complicado del transporte, pero en vez de criticar a este barrio, le pidieron soluciones a este tipo de problemáticas.

Así mismo, hay quienes le piden a López que en vez de cuestionar el aspecto del barrio Rosales, mejor se “dedique a gobernar”, para frenar “los robos, muertes violentas” y demás.

Finalmente, hay quienes aseguran que en Bogotá efectivamente se debe construir una ciudad más equitativa, pero afirman que la alcaldesa López lo que hizo fue promover un debate de clases sociales, de estratos, y esa no es la manera.