“Esto es admirable, lo que yo he sentido desde el 30 de septiembre que llegué a Nicaragua, aquí estoy de embajador. Es un pueblo alegre, bonito, amable y sobre todo un pueblo que está convencido de su revolución”. Esas fueron las controversiales el embajador de Colombia en Nicaragua, León Fredy Muñoz, con las que exaltó al régimen de Daniel Ortega
Este pronunciamiento levantó polémica no solo porque se da justo cuando está a punto de conocerse el fallo de la Corte Penal Internacional de La Haya por el litigio entre Colombia y Nicaragua sobre límites marítimos en el archipiélago de San Andrés, sino porque exalta a una dictadura como la de Ortega, quien ha sido cuestionado por la vulneración de derechos civiles en su país.
Las declaraciones se dieron en medio de una celebración en la que participó el embajador colombiano, realizada pasado 7 de julio en ese país, por la conmemoración de los 44 años de la revolución sandinista. En la caminata en la ciudad de León, se le vio con trajes alusivos a ese movimiento de izquierda, como la pañoleta roja y negra en el cuello y la gorra del Frente Sandinista de Liberación Nacional (Fsln), partido que lidera el presidente de ese país, Daniel Ortega.
Estas palabras, como era de esperarse, generaron el rechazo de algunos sectores en el país, que calificaron como “una vergüenza” lo sucedido.
Uno de los más críticos fue el exembajador de Colombia en Estados Unidos, Juan Carlos Pinzón, quien se lamentó por la representación diplomática que tiene en el país.
“Una vergüenza la representación diplomática del país en el exterior. Este funcionario es indigno, ofende a víctimas de la dictadura, y afecta los intereses del país”, indicó Pinzón.
El exdiplomático explicó las razones por las cuales le causaron indignación estas declaraciones: “El régimen de Ortega es cuestionado por crímenes. Colombia tiene una controversia muy seria con Nicaragua”.
La participación de Muñoz en esta celebración del régimen de Nicaragua ya ha generado críticas incluso en el panorama internacional. El senador de Estados Unidos, Marco Rubio, criticó a Muñoz.
“Es inconcebible que el embajador del Gobierno Petro aplauda una revolución marxista y sangrienta. Es un grave insulto a todos los nicaragüenses y exiliados que aún sufren las repercusiones de los sandinistas”, criticó Rubio.
La polémica internacional está servida, ya que otros líderes han expresado que, según la Convención de Viena, los diplomáticos no deben inmiscuirse en asuntos internos de un Estado, por lo que eso podría ser una clara incidencia.
“Ojo. El embajador de Colombia en Nicaragua estaba celebrando los crímenes de Daniel Ortega en la Caminata 44/19. El Artículo 41 de la Convención de Viena señala que los diplomáticos no deben ‘inmiscuirse en los asuntos internos de un Estado’ y mucho menos en temas políticos”, aseguró el exembajador de Nicaragua ante la OEA, Arturo McFields Yescas.
El hecho llama la atención porque el próximo jueves 13 de julio se conocerá el fallo de la Corte Penal Internacional (CPI) de La Haya sobre el litigio entre ambos países, por lo que se cuestiona si la asistencia tendría relación con ese hecho. Se espera una decisión de fondo del tribunal internacional sobre la plataforma continental extendida en una disputa que viene desde el 2001.
Además, ha llamado la atención para los nicaragüenses que hace unos meses, desde el Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia, se haya cuestionado al régimen de Ortega por abusos de poder y ahora su diplomático participe de estas celebraciones.
“La República de Colombia, liderada por su Jefe de Estado Presidente Gustavo Petro Urrego, ha registrado con repulsión las medidas tomadas de manera arbitraria por el jefe de gobierno de la hermana y sufrida República de Nicaragua contra ciudadanos de su país cuyo único delito ha sido defender la democracia, el derecho a la crítica y los derechos humanos universales”, aseguró la Cancillería a través de un comunicado.