En los próximos años, los colombianos ya no tendrán que desplegar los engorrosos tarjetones electorales para escoger a sus gobernantes, sino que lo harán desde una pantalla, en la que solo tendrán que seleccionar el nombre o el logo de su candidato de preferencia y su voto quedará automáticamente registrado en el sistema.
Por lo menos así lo aprobó en la noche de este martes la Plenaria del Senado de la República, en medio del trámite de la llamada Reforma al Código Electoral, una norma que data de 1986.
La propuesta surgió luego del ambiente enrarecido que quedó tras las elecciones legislativas de 2022, en las que algunos sectores siguen hablando de un supuesto fraude; se ha formado en buena medida por los errores encontrados en los formularios E-14, en los que se evidenciaron problemas de diligenciamiento y tachaduras.
Para evitar que se vuelvan a presentar estos casos, el Senado aprobó el voto electrónico mixto que se implementaría para las elecciones de 2026, en las que los colombianos elegirán presidente de la República y Congreso.
A pesar de que aún faltan dos debates más para que esta propuesta se haga realidad, desde ya algunos sectores se preparan para lo que sería la llegada del voto electrónico mixto a Colombia, ¿cómo funcionaría?
El artículo 242 indica que se “permitirá al elector, una vez identificado, la selección electrónica de los candidatos o listas; la generación de una constancia física del voto para ser depositada en una urna; la impresión de las actas de escrutinio de mesa para los jurados de votación y registro de sufragantes; la transmisión de los resultados electorales y la auditoría”.
Es decir, según lo aprobado, el ciudadano tendría que llegar a su puesto de votación, tal como lo hace hoy en día, identificarse y, luego, en vez de escoger a su candidato en un tarjetón físico, deberá hacer su elección en un sistema digital, que luego arrojará un comprobante de participación, el cual deberá ser depositado en la urna electoral.
Esto se hace con el fin de contrastar los votos que aparecen en el sistema con los comprobantes que aparecen en la urna, ambos números deben coincidir.
El otro artículo relacionado con el tema, el 243, establece que los medios tecnológicos para la votación “deberán asegurar la trazabilidad de los procesos, el debido tratamiento de la información en condiciones de integridad, seguridad, disponibilidad, garantizando que sea confiable, accesible, verificable, auditable, transparente”.
En todo caso, dentro del mismo texto se incluyó que las pruebas técnicas y de seguridad serán socializadas no solo con partidos y movimientos políticos, sino también con la sociedad civil en general y sus organizaciones.
No obstante, esta propuesta no dejó contentos a todos. Uno de los que se opone es el senador Humberto de la Calle. Según dijo, ese punto se debe “tomar como un grano de sal”, ya que puede haber falencias en ese punto. “La gente dirá, claro como ese De la Calle es un viejito, no le gusta lo de la tecnología, me da mucha pena con ustedes, pero la primera contabilización de datos por sistematización se hizo en la época en la que yo era registrador”, afirmó el senador.
Aclaró que no tiene adversidad ni es ciego a los avances tecnológicos, sino que la tecnología debe estar ligada a la configuración que le den las personas y el buen uso.
Durante el debate, algunos congresistas advirtieron de la posibilidad de que mediante el voto electrónico se pueda facilitar el fraude, pues como el voto es secreto no habría manera de comprobar de qué manera votó cada ciudadano.
Otra de las que ha alertado de la tecnología que busca implementar la Registraduría y los poderes que tendría el registrador nacional, en este caso Alexander Vega, es la representante Catherine Juvinao, quien reclamó por el reconocimiento facial que vendría ligado .
“El registrador Alexander Vega quiere crear un monopolio para que la Registraduría tenga una nueva función que hoy no tiene y que es manejar todos los temas de autenticación digital del país”, aseguró la congresista.