La elección de José Ismael Peña Reyes como nuevo rector de la Universidad Nacional ha generado toda una polvareda académica impulsada por el propio presidente Gustavo Petro, quien respaldaba a Leopoldo Múnera, un candidato que se declaró en rebeldía tras su derrota y quien está motivando al claustro universitario a entrar en paro.
SEMANA conoció detalles desconocidos de la sesión del Consejo Superior Universitario del jueves 21 de marzo, en la cual se escogió a Peña como el sucesor de Dolly Montoya.
Una fuente le confirmó a este medio que, previamente, sí existieron reuniones entre algunos de los directivos. De hecho, el doctor y académico Diego Torres, quien hace parte del Consejo, lo confirmó en un comunicado.
“Previo a la designación, todos los miembros tuvieron diferentes reuniones que son absolutamente normales y hasta rutinarias en las sesiones del Consejo Superior y, en especial, dentro del proceso de selección del rector”, dijo.
En particular —informó el académico—, la representación profesoral sostuvo reuniones no solo con todos los candidatos, sino con miembros del Consejo Superior Universitario de forma individual y grupal.
“Como pueden constatar las delegadas del Gobierno nacional, María Alejandra Rojas y Danna Nataly Garzón, con quienes se tuvo una reunión privada el 18 de marzo a petición de ellas mismas, o con los restantes miembros del Consejo Superior el 19 de marzo”, indicó Diego Torres.
Se suponía que las actas de sesión tenían reserva, pero algunos miembros del Consejo Superior han evidenciado que el pacto de confidencialidad lo rompió el Gobierno, quien tiene asiento con la ministra de Educación, Aurora Vergara, y dos designadas por el jefe de Estado.
Por eso, maestros como Torres han salido a entregar detalles para que no se ponga en duda el proceso de escogencia de rector.
Los directivos establecieron por votación una metodología de elección que fue aprobada después de una hora de discusión y hablaron del voto secreto, aunque la ministra Aurora Vergara insistió en el público, pero fue derrotada.
Entre la metodología de escogencia estaba una entrevista. SEMANA estableció que hubo preguntas muy técnicas, de conocimiento, y otras para medir el carácter de los candidatos. Por ejemplo, una fuente de alta credibilidad confirmó que a José Ismael Peña Reyes, el escogido, le preguntaron con qué autoridad moral él se presentaba al cargo si había sido vicerrector de la sede de Bogotá, muy afectada en materia de infraestructura. Él —narró la fuente— se desenvolvió bien.
A otro de los candidatos —Germán Albeiro Castaño—, que no tiene doctorado, los directivos le preguntaron cómo pretendía liderar la legión más grande de doctores que tiene Colombia sin tener ese título académico. “¿Cómo pretende ganarse el respeto académico?”, preguntaron. Él respondió que no haber culminado sus estudios fue el fracaso más grande de su vida, pero ese fracaso lo había motivado en sus competencias como gestor y, por eso, es uno de los gestores más importantes de la universidad.
Cuando se le hizo la pregunta para medir el carácter a Leopoldo Múnera, el candidato del Gobierno Petro, mostró desprecio por la verdad y desconocimiento de la formulación de programas que fueran sostenibles. Con sus respuestas —añadió la fuente— se demostró que sus programas y propuestas no tenían fundamento para ser sostenibles dentro de la estructura financiera de la Universidad Nacional.
Además, “fue desafiante y con desprecio a la verdad y la responsabilidad. Eso lo descalificó. Quienes estábamos ahí podemos corroborarlo”, dijo la fuente.
SEMANA estableció que a Múnera le preguntaron por una supuesta carta que él había denunciado, porque —según él— unos consejeros se estaban oponiendo al proceso de la elección del rector. Sin embargo, al parecer, tal texto no existe. “Si la carta no existe, ¿dónde quedan el valor de la verdad y su responsabilidad al comunicarse?”, preguntaron. Él se desencajó.
La fuente agregó que hubo una ponderación y discusión muy fuerte por la intensidad de Múnera. Y la entrevista, que reflejaba un matiz cualitativo, además de los otros puntos, fue fundamental a la hora de la escogencia.
Algunos sectores se preguntan por el talante del Leopoldo Múnera, quien, tras perder la rectoría, está impulsando un paro académico. De hecho, cuando a él lo entrevistaron, le preguntaron si acataría la consulta y respondió que sí, aunque advirtió: “Pero ojalá no se equivoquen”.
¿Quién es José Ismael Peña Reyes?
José Ismael Peña Reyes fue designado por el Consejo Superior Universitario como nuevo rector de la Universidad Nacional de Colombia para el periodo de 2024 a 2027. Antes de este cargo, Reyes había sido elegido vicerrector de la sede de Bogotá.
El profesor Peña Reyes es ingeniero de sistemas de la Universidad Nacional, con especializaciones en pedagogía, filosofía de la ciencia y gestión ágil de proyectos, maestrías en sistemas de información y gestión de tecnología, y un doctorado en ciencias de gestión, títulos que lo han proyectado como “una persona íntegra”.
Con más de 30 años de trayectoria, se ha desempeñado como profesor de la Universidad Nacional desde el año 1992.
El ahora rector ha dirigido 17 tesis en pregrado de ingeniería en sistemas, 38 tesis de maestría, una tesis de posdoctorado y seis tesis de doctorado sustentadas.
Fue director del Departamento de Ingeniería de Sistemas, director de área curricular de Ingeniería de Sistemas e Industrial, director de Tecnologías de Información de la UNAL en dos ocasiones, decano de la Facultad de Ingeniería, así como director nacional de Extensión, Innovación y Propiedad Intelectual.
Peña Reyes, además, ha publicado cuatro libros, cuatro capítulos de libros, cinco artículos académicos y más de 30 ponencias.