La promesa del presidente Gustavo Petro de priorizar a los funcionarios de carrera diplomática en los nombramientos en los consulados y embajadas de Colombia en el exterior no se ha cumplido a cabalidad.
Mientras hay profesionales que se prepararon dentro de la carrera para representar al país en el exterior, en este y otros gobiernos ha habido decenas de casos en los que se priorizan en esas tareas a quienes no están dentro de ese sistema de profesionalización, dándoles cargos en provisionalidad a cuotas políticas o personas cercanas al Ejecutivo.
Si bien este asunto ha sido una queja habitual, en el caso del Gobierno Petro toma más relevancia pues el presidente había prometido un cambio en ese ámbito que aún no se ha concretado con ninguno de los dos cancilleres que han tenido la batuta del Palacio de San Carlos.
Es más, en contra de esas designaciones se han presentado unas 70 demandas de nulidad electoral ante los tribunales desde agosto de 2022 y hasta la fecha, de las que una decena han prosperado terminando en la salida del cargo de las personas que fueron nombradas por el gobierno.
Lo particular es que en cinco de ellas este insistió en sus pretensiones regresando a estos funcionarios a los mismos puestos que habían ocupado o a funciones similares dentro del Ministerio o tardando el acatamiento de los fallos. En términos sencillos: si bien sí se hace caso a la justicia, luego se volvió a insistir en el nombramiento que las cortes habían tumbado.
Existen tantas motivaciones como casos han sido presentados ante los tribunales, pues para cada designación los demandantes (que suelen ser sindicatos de trabajadores del servicio exterior) revisan la hoja de vida del demandado y si había un funcionario de carrera diplomática en lista para ocupar ese puesto que fue otorgado en provisionalidad a un externo.
En ese catálogo de 70 demandas que se presentaron en los últimos dos años al que tuvo acceso SEMANA están nombres conocidos en la opinión pública como el de Sebastián Guanumen, recordado por “correr la línea ética” en la campaña por las elecciones presidenciales de 2022.
Su designación como cónsul en Santiago de Chile fue demandada en febrero de 2023 y cuando ese caso seguía en litigio este tuvo una suerte de ascenso, siendo nombrado como embajador en Chile. En contra de su nueva designación ya preparan otra demanda por tratarse de una cuota política en el servicio exterior.
Hay otras que ya prosperaron. A la abogada Aixa Carolina Kronfly, quien había hecho carrera en el sector privado y es de familia de ascendencia Palestina, la habían nombrado como cónsul de Colombia en Sevilla en noviembre de 2022 y poco más de un año después, en una decisión proferida por el Consejo de Estado en diciembre de 2023, tumbaron su designación.
Pero bastaron solo unos días para que hace apenas dos semanas la volvieran a nombrar para ese mismo rol, jugada con la que la Cancillería logró cumplir con el llamado de los tribunales y al mismo tiempo mantener en ese puesto a la que era su favorita.
Hay un funcionario que ha ocupado diversos roles en la planta diplomática durante otros gobiernos y que a comienzos de julio volvió a ser ratificado en uno de esos puestos, pese a que el Consejo de Estado también falló la nulidad de ese nombramiento.
Se trata de Ricardo Alfredo Montenegro Coral, quien había sido designado como ministro consejero de la Embajada de Colombia en Brasil. A él le tumbaron ese nombramiento y después lo confirmaron una vez más para ese rol con un decreto que fue publicado el pasado 4 de julio.
Sin embargo, ese caso causó discrepancias entre los sindicalizados, que son quienes promueven este tipo de quejas ante la justicia: hay quienes alegan que fue una mala jugada que volvieran a darle una dignidad de ese tipo, mientras que otros sostienen que, si bien es un funcionario provisional, sí ha dado buenos resultados. En todo caso, en su designación la Cancillería terminó regresándole la plaza de la que le habían retirado.
Hay otro más en el que no se repitió cargo, pero sí país y ciudad. Un decreto de febrero de 2023 le dio a Marisol Rojas Izquierdo la consejería de relaciones exteriores del consulado de Colombia en Londres, puesto que terminó perdiendo por una decisión del Consejo de Estado; bastaron seis meses más para que volvieran a nombrarla en uno de esos prestigiosos roles, esta vez como consejera en Reino Unido.
Quienes son sacados de los cargos por demandas que resultan siendo procedentes también terminan en cargos de mucho más poder que el que habían tenido antes, como es el caso de Paola Andrea Vásquez Restrepo, quien había sido designada en noviembre de 2022 como consejera de relaciones exteriores de la Embajada de Colombia en Estados Unidos y su nombramiento se cayó un año después cuando ese tribunal determinó que al momento de su designación había funcionarios de carrera que eran aptos para ocupar ese perfil.
Vásquez no estuvo fuera del servicio público por mucho tiempo porque resultó siendo nombrada como secretaria general de la Cancillería una vez Luis Gilberto Murillo llegó a esa cartera, convirtiéndose en una de las funcionarias más poderosas del despacho a cargo de la política exterior del país.
En el catálogo de nombramientos irregulares de la Cancillería a los que los tribunales le dieron trámite también está el de la exsecretaria del consulado de Colombia en Barcelona, Karen Natalia Carvajal, quien tenía funciones de cónsul. Ese nombramiento fue declarado nulo por el Tribunal Administrativo de Cundinamarca en octubre de 2023, pero ella sigue ejerciendo esas funciones a pesar de que fue elegida para ese puesto cuando solo podía demostrar el estudio de seis semestres de Diseño de Modas. El problema de que tenga estudios técnicos se debe a que la Constitución exige que el personal diplomático haya cursado una carrera profesional.
Otra que sigue en ese tipo de empleos es la segunda secretaria de la Embajada de Colombia en Francia, Camila Alejandra Prado Gamba, quien fue nombrada en febrero de 2023 para ese rol y cuya designación fue declarada nula por una decisión del Tribunal Administrativo de Cundinamarca en noviembre. No obstante, en su perfil de LinkedIN todavía se identifica como parte del servicio diplomático.
SEMANA le preguntó a la Cancillería por los casos de todos esos funcionarios, pero hasta el cierre de esa edición no habían dado respuesta. Desde la Unión de Funcionarios de Carrera Diplomática y Consular (Unidiplo), la presidenta del sindicato María Angélica García Yatte advierte que no solo se están renombrando a los funcionarios que fueron retirados de esos puestos, sino que el Ministerio se tarda en acatar los fallos de los tribunales por lo que, asegura, termina dándose un detrimento patrimonial superior a los mil millones de pesos.
Uno de los procesos más sonados fue el de Andrés Hernández, quien fue jefe de prensa de Petro en sus tiempos de congresista y de candidato, luego fue nombrado como cónsul en Ciudad de México y terminó siendo retirado de esa oficina por una determinación del Consejo de Estado.
En los pasillos del Palacio de San Carlos se comenta la posibilidad de que él vuelva a ser nombrado para un cargo diplomático en ese mismo país, a lo que Hernández responde que no ha sido notificado de ningún nombramiento y que estará dispuesto a ocupar el rol que le asigne el presidente Petro, sea en Colombia o en el exterior.
Quienes hacen parte de la planta exterior del Estado colombiano detallaron que, si la sentencia que tumbó los nombramientos argumenta que había disponibilidad en una persona de carrera, la Cancillería sí tiene podría volverlos a nombrar para esas funciones. Empero, cada uno de los 70 expedientes que han sido estudiados es un caso particular.
Este debate toma relevancia en un contexto en el que el Ministerio ya tiene un borrador de proyecto para modificar los criterios del ingreso y ascenso en la carrera diplomática en el que contempla que se le den más puntos a las personas que son afro, de comunidades indígenas, palenqueras y raizales o que reconocerá como bilingües a quienes dominen lenguas de esos grupos sociales, pese a que en la política exterior el idioma oficial es el inglés o el francés.
Con todo esto, se alista un vuelco en los perfiles de quienes representan al Estado colombiano en el exterior en un escenario en el que el gobierno recientemente ha nombrado a figuras polémicas para esos puestos, como el exM-19, Manuel Alberto Casanova Guzmán, y la exministra de Energía, Irene Vélez, sin contar otras designaciones que en el pasado levantaron ampolla como la del dos veces embajador Armando Benedetti.