Tras un encuentro del canciller Luis Gilberto Murillo con su homólogo de Panamá Javier Martínez-Acha Velásquez y el secretario de Seguridad Nacional de los Estados Unidos Alejandro Mayorkas en Cartagena, los tres estados firmaron una declaración conjunta en la que reconocen responsabilidades compartidas por el flujo migratorio, especialmente en el Darién, por donde pasan miles de migrantes diariamente entre Panamá y Venezuela con el objetivo de llegar de forma irregular a los Estados Unidos.
Según el documento, los tres “afirmaron que el abordaje de la migración irregular parte del reconocimiento de la responsabilidad compartida, y desde un enfoque multidimensional y derechos humanos”.
Aseguran que se deben cumplir los compromisos asumidos por los tres gobiernos en la Declaración de Los Ángeles sobre migración y protección y que eso debe estar acompañado por organizaciones internacionales.
De parte de Colombia destacaron la regulación de 2,5 millones de venezolanos en el país, una idea del expresidente Iván Duque gracias al Estatuto Temporal de Protección para Migrantes, reconocido a nivel internacional, entre otros, como contrarrestar la trata de personas en el Darién.
En el caso de Panamá, destacaron que ha aumentado la capacidad del programa de repatriación para quienes no tienen la permanencia en ese país y se encuentran de forma irregular, un propósito conjunto con el apoyo de Estados Unidos.
“Los tres gobiernos reconocen las amenazas que representan las organizaciones criminales transnacionales, que se lucran de la explotación de los migrantes. En tal sentido, reafirman su compromiso para identificar distintos mecanismos que permitan desmantelar estas redes y llevar estos criminales ante la justicia. Así mismo, se comprometen a mejorar el intercambio de información”, dijeron.
Aunque reconocieron que se trata de una problemática de los tres países, aseguran que es un fenómeno que afecta a más de 90 naciones, incluso, personas que han llegado a la región por otros territorios. Por eso, dijeron que se debe conversar con otras naciones para aumentar las alternativas seguras y ordenadas que reduzcan la migración irregular. También pide que se tenga en cuenta que se deben proteger los ecosistemas estratégicos.
En ese sentido, anunciaron que fortalecerán las medidas migratorias a través de la regulación y la integración socioeconómica de los migrantes e impulsar acciones para proteger a los migrantes en condición de vulnerabilidad.
Por eso, coincidieron en que se debe trabajar conjuntamente entre los tres países para desarticular las redes de trata y tráfico de migrantes, mejorar la asistencia humanitaria y buscar mecanismos de protección.
Los tres países anunciaron que sus autoridades realizarán una reunión técnica en materia migratoria en los próximos 90 días, a partir de esta declaración, para que elaboren un cronograma y plan de ejecución de actividades con las que se pueda avanzar para solucionar esta problemática con acciones concretas.