El presidente Gustavo Petro anunció desde la plaza de Bolívar, en el centro de Bogotá, que los avances de las negociaciones con el ELN estarían en un “punto de no retorno”.
Petro dijo que su propósito es que Colombia sea un país sin violencia y repitió su eslogan de “Colombia, potencia mundial de la vida”. Ahí fue cuando anunció que la ‘paz total’ va avanzando y que no se está retrocediendo, como le han dicho algunos críticos.
“El ELN ha llegado a un punto de negociación que nunca había alcanzado en su historia. Estamos a punto de llegar a lo que se llama el punto de no retorno. Ese acuerdo de paz está a punto de lograrse, ojalá se logre, será una señal para todas las gentes que ejercen violencia en Colombia hoy, una señal fundamental; los tiempos de la violencia han terminado, tienen que empezar los tiempos de la paz, la paz es la esencia y el bien supremo de una sociedad”, aseguró Petro.
El mandatario pidió no seguirse matando entre los colombianos, y dijo que años de violencia no han dejado nada productivo en el país, a pesar de que él perteneció a un grupo armado en el pasado. “Colombia no ha ganado con ello, hemos perdido en cambio, es una derrota nacional la violencia”, reconoció.
Petro reconoció que, cuando acabe de lo que le resta de su gobierno, quiere dejar el cargo y salir del palacio presidencial, porque considera que es frío y que asustan. “Ahí no nos vamos a quedar”, afirmó. Aunque reconoció que le gustaría que lo sucediera un gobierno progresista.
El mandatario volvió a recurrir a la oratoria que es de su preferencia de presentar dos disyuntivas totalmente contrarias entre el bien y el mal. “Toda la humanidad elige entre dos partidos: el de la barbarie y el de la esperanza. Nosotros somos la esperanza de Colombia”, dijo.
Petro se refirió a sus reformas sociales que ha presentado en el Congreso, pero que no han logrado avanzar como esperaba. Además, anunció que pronto radicará un nuevo proyecto para hacer un ajuste a las tarifas de servicios públicos en el país.
El mandatario afirmó que el propósito de ese proyecto es cambiar las leyes vigentes de los servicios públicos como están concebidos hoy, porque supuestamente habrían puesto en “un lugar privilegiado al empresario” mientras que el ciudadano quedó “en la calle”.
“Los usuarios no tienen derechos ante el servicio público, que es para el usuario. Las usuarias no tienen derechos en estas leyes. Las tarifas se colocan en virtud de la rentabilidad de unos cuantos empresarios y, en cambio, la gente pobre se queda sin el servicio público”, aseguró Petro.
Según dijo el presidente, desde la plaza de Bolívar en Bogotá, el Gobierno promete cambiar eso para que los servicios públicos tengan como eje al usuario, “que puede y debe tener instrumentos para incidir en la política de las tarifas”, afirmó el mandatario.
Petro mencionó que cuando fue alcalde de Bogotá buscó implementar los servicios mínimos vitales y que esa estrategia la busca replicar a nivel nacional, para que todos los colombianos puedan tener servicios de luz eléctrica, alcantarillado y agua potable.
“El mínimo vital que creamos en Bogotá se va a extender a todo el país en agua potable y en energía eléctrica”, anunció Petro desde la tarima, rodeado de varios miembros de su gabinete y del presidente de la Cámara de Representantes, Andrés Calle.
Petro aseguró que no explicaría allí las reformas a profundidad, aunque hizo una férrea defensa de los proyectos que hacen trámite en el Congreso, pero que no han logrado avanzar como quisiera.
“Estoy convencido de que nosotros tenemos una violencia porque somos profundamente desiguales. Somos el cuarto país más desigual del planeta tierra, somos aterradoramente desiguales como sociedad, la distancia entre los que menos tienen y los que más tienen es de las más grandes en el planeta tierra y eso ocasiona las violencias, los problemas actuales de la sociedad colombiana”, dijo Petro.