La inseguridad, la delincuencia y el hampa se están tomando a Bogotá. A pesar de que recientemente la propia alcaldesa Claudia López y el secretario de Seguridad, Aníbal Fernández de Soto, aseguraron que la capital del país tuvo el mejor semestre en materia de seguridad y de homicidios en los últimos 20 años, la percepción ciudadana y la realidad parece ser otra totalmente diferente.
Así lo cuestionó el vicepresidente del Concejo de Bogotá, Humberto ‘Papo’ Amín, quien aseguró que Bogotá está sin seguridad, sin ley, sin orden y sin alcaldesa.
“Hace poco más de un mes, la alcaldesa y su Secretario de Seguridad festejaban la supuesta disminución de los índices de inseguridad, pero hoy nuevamente, los actos tan escandalosos que se han vivido, demuestran la falta de políticas públicas para enfrentar a los delincuentes que se están robando la poca tranquilidad que le queda a los ciudadanos”, aseguró Amín.
Para el cabildante del Centro Democrático, las recientes masacres ocurridas en la ciudad en la Autopista Norte, en donde cuatro personas muertas fueron abandonadas en una camioneta; y en Kennedy, en donde las autoridades hallaron tres muertos con signos de tortura; además del robo a mano armada en Monserrate, reflejan que la ciudad está asediada por los criminales.
Estos hechos “lo único que evidencian es que los delincuentes invaden nuestra ciudad sin temor alguno. Nadie responde, nadie se responsabiliza y nada sucede”, afirmó.
Así las cosas, de acuerdo con el vicepresidente del Cabildo Distrital, “no se puede justificar lo que sucede en Bogotá frente a la inseguridad, indicando que han disminuido otro tipo de delitos, mientras que los delincuentes continúan reinventándose y acribillando a los bogotanos, buscando la menor oportunidad para poder atacar”.
“Es imperativo que se trabaje inmediatamente en políticas públicas y medidas que frenen a los delincuentes y no solo dedicarnos a dar cifras que no benefician en absolutamente nada a la comunidad”, puntualizó el concejal Amín.
Frente a la grave situación que atraviesa la ciudad, el también concejal del Centro Democrático, Javier Ospina, dio a conocer que su bancada liderará un debate de control político sobre la desbordada inseguridad en Bogotá.
“El debate hay que hacerlo, lo necesita la ciudad, y lo exigen los miles de ciudadanos víctimas de la delincuencia. Se necesita el control, aunque tristemente se sepa de antemano la respuesta de la administración. Que todo va bien, que es un tema de un par de noticias del amarillismo rentable”, señaló Ospina.
El cabildante Ospina fue más allá en sus críticas: “Quizá haya sido esa convicción (la de amarillismo rentable) la que le permitió a la conciencia de Claudia López irse de rumba un jueves a celebrar que unos magistrados le hayan confirmado lo que ya sabíamos sucedería con su POT: que la administración puede saltarse impunemente al Concejo de Bogotá, incluso cuando es mayoritariamente afín, cuando le plazca”.
Ospina cuestionó que apenas se hayan logrado 310 capturas agrupadas en 79 organizaciones desarticuladas, en el marco de 649 acciones para interrumpir mercados ilegales. “Seguro le presentará estas cifras al Concejo como todo un éxito”, dijo.
El cabildante mostró su inconformismo por el trabajo liderado por el secretario Fernández, e incluso se atrevió a pedir su reemplazo. “Los bogotanos necesitamos que al menos, como cuando se enfrenta una crisis, se empiece por reconocer sin ambigüedad que existe. Que los funcionarios que lideran este grave tema de la ciudad han fracasado, y que hay que cambiarlos”, precisó.
Ospina advirtió además que la ciudad requiere “que el Gobierno Nacional deje de presentarnos ideas sueltas y descabelladas, y pase a las propuestas concretas para acabar con la delincuencia y fortalecer, de verdad, la justicia”.
“Como lo mostraremos esta semana en el debate, la Secretaría de Seguridad va mal en metas del Plan de Desarrollo, el 40 % de las metas está igual o por debajo del 50 %, a un año y medio de terminar el gobierno. No hay articulación interinstitucional, porque no hay gerencia, y los pocos resultados positivos que hay son inferiores al resto de las ciudades colombianas”, concluyó Ospina.