SEMANA conoció el Decreto 1882 de 2023 por medio del cual el Ministerio de Relaciones Exteriores crea nuevos cargos, entre ellos nueve embajadas, una de las cuales será para Armando Benedetti, quien volverá al Gobierno como embajador de la FAO, la cual no funcionaba desde hace varios años.
El decreto está firmado por el presidente Gustavo Petro, el canciller Álvaro Leyva, el ministro de Hacienda Ricardo Bonilla y el director administrativo de la Función Pública, César Augusto Manrique. Hoy, el ministro de Relaciones Exteriores está suspendido por la Procuraduría por tres meses, aunque desde Palacio no se ha acatado la decisión.
En el artículo 2 se habla de la “creación de empleos” y se detalla que se crearán 9 embajadores extraordinarios y plenipotenciarios, entre otros cargos. Uno de ellos será para Armando Benedetti en la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), en Roma, la cual estaba siendo asumida por la embajadora en Italia, Ligia Margarita Quessep Bitar. Su hoja de vida ya está en la página de la Presidencia.
Benedetti deberá trabajar en cooperación con ese organismo internacional para buscar estrategias para el mejoramiento de la agricultura y la nutrición en el país.
El hecho ha llamado la atención por la forma en la que salió Benedetti del Gobierno. Hasta hace unos meses venía desempeñándose como embajador de Colombia en Venezuela, pero fue retirado del cargo luego de las diferencias públicas que se conocieron con la actual directora del DPS, Laura Sarabia, quien en ese momento también salió, pero ya fue reintegrada.
En su momento, SEMANA reveló los audios y los chats en los que se evidenciaba la molestia del próximo embajador con Sarabia. Él reclamaba porque supuestamente no lo querían atender en el Palacio presidencial a pesar de que se la había jugado por la campaña de Gustavo Petro. Además, se habla de supuestos ingresos de dinero, entre ellos unos 15.000 millones de pesos para llevar al mandatario al poder.
“Lo que te estoy diciendo, Laura, es que ese tratamiento (...). Y ayer el presidente: ‘No, no, es que tengo afán’. Ajá, marica, yo hice cien reuniones (...), 15.000 millones de pesos, es más, si no es por mí, no ganan. Entonces, así sea de hipócrita, uno va y recibe a la gente, pero el tratamiento que tú y el presidente me dieron ayer, marica, yo no sé; además, lo que te voy a decir no es una amenaza (...), veo que esto me puede emputar, pateo hijueputa, y ahí nos caemos todos hijueputa”, sentenció Benedetti.
Sin embargo, hoy ambos vuelven al Gobierno. Sarabia, a pesar de no estar en el mismo cargo, se ha mantenido como una de las personas más cercanas al presidente Gustavo Petro. En los últimos días Sarabia, junto a otros miembros del gabinete, presentó su renuncia y puso a disposición del presidente su cargo.
Sin embargo, Petro no se la aceptó, precisamente, por ser una de las personas en las que más confía.
El hecho se dio luego de un tenso consejo de ministros en el que también hubo molestia con Sarabia porque otros altos funcionarios reclamaron por su actitud.
Sarabia y Benedetti son viejos conocidos, ya que ella fue una de las principales asesoras cuando el virtual embajador estaba en el Congreso. Posteriormente, Benedetti renunció al partido de La U y dio el salto al petrismo para sumarse a la campaña de Petro. Sarabia también llegó a donde el actual mandatario y fue quien le manejó la agenda al entonces candidato. Eso hizo que se ganara la confianza de Petro y que una vez en el Gobierno fuera nombrada como jefe de despacho.
Tanto Sarabia como Benedetti fueron fundamentales en esa campaña, acompañando a Petro en cada uno de los recorridos y eventos que se llevaron a cabo.