Hay una situación política y jurídica con los tres senadores que hacen parte del movimiento En Marcha, el partido político del ministro del Interior Juan Fernando Cristo, que estarían en un limbo político y jurídico por varias razones.
Se trata de Guido Echeverri, Jairo Castellanos y Gustavo Moreno, quienes, a pesar de que hacen parte del movimiento, fueron elegidos por otra colectividad en su momento.
Han surgido dudas por su caso porque en las pasadas elecciones al Congreso en 2022 los tres aspiraron bajo la sombrilla de la Coalición de la Centro Esperanza, una lista de varios partidos en la que resultaron elegidos junto a otros senadores de distintos partidos.
En ese momento, En Marcha no contaba con personería jurídica, por lo tuvieron que avalarse con el partido Alianza Social Independiente (ASI).
Una vez el Consejo Nacional Electoral (CNE) reconoció la personería jurídica de En Marcha, los senadores renunciaron a la ASI y pasaron a ser parte de la colectividad de Cristo, una movida que se permitía por la decisión del órgano electoral tras tomar esa medida.
El problema es que meses después el Consejo de Estado le quitó la personería jurídica a En Marcha, tras una demanda de la abogada Ximena Echavarría, en la que argumentó que no se habrían cumplido los requisitos para ser un grupo significativo que hacía parte de la Coalición Centro Esperanza y que no alcanzara el umbral para ser una colectividad reconocida.
En ese sentido, al renunciar los tres senadores a la ASI, pero al quedar sin personería jurídica En Marcha, hay quienes han interpretado que los congresistas estarían en un limbo jurídico y político.
Una de las dudas que ha surgido es si quieren aspirar para las próximas elecciones, ya que, en ese caso, según expertos, tendrían que renunciar a su curul un año antes de la fecha de inscripciones para no quedar inhabilitados.
Además, deberán determinar por qué partido se lanzarían, ya que no cuentan con la personería jurídica de En Marcha y ya renunciaron a ASI, un partido en el que tuvieron diferencias de planteamiento con su colega, la senadora Berenice Bedoya, presidenta de esa colectividad. La resolución de su expulsión se encuentra en firme.
La opción de salvar la personería jurídica de En Marcha no parece una posibilidad. Recientemente el Consejo de Estado rechazó una tutela de los líderes de la colectividad con la que buscaban salvarla.
Una tercera opción sería renunciar con el tiempo prudente a sus curules para aspirar por otra colectividad distinta para no quedar inhabilitados por doble militancia.
Precisamente, hay un antecedente en todo este caso y el es el del embajador de Colombia en Reino Unido y exsenador Roy Barreras, quien perdió su curul por una decisión del Consejo de Estado por doble militancia, ya que tenía que haber renunciado un año antes al partido de La U, donde pertenecía.