El Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) se creó por la Ley de Víctimas que aprobó el Congreso en 2011 y quedó claro que este organismo, adscrito al Departamento Administrativo para la Prosperidad Social (DPS), se encargaría de preservar la memoria del conflicto armado y contar, mediante diferentes formatos, lo que ocurrió en décadas de confrontación.
Su misión, según la descripción de la propia entidad, es preservar la pluralidad de los procesos de memoria histórica y el esclarecimiento de la verdad sobre el conflicto y las violencias para la reparación integral y para conocer la realidad de lo ocurrido. Todo ese contexto resulta necesario para comprender por qué el libro Los crímenes de guerra y lesa humanidad perpetrados por las Farc-EP y el ELN, no fue publicado a pesar de que todo estaba listo para ir a impresión desde 2022.
Tras indagar en varias instancias, SEMANA habló con Darío Acevedo, quien estuvo al frente del CNMH desde febrero de 2019 hasta julio de 2022, durante el Gobierno de Iván Duque, y confirmó que, en efecto, el texto que reconstruye las masacres de esos grupos criminales entre 1964 y 2012 fue censurado por la administración del Gobierno Petro.
“Este libro se inició en 2021 y se firmó un contrato con tres historiadores para hacer una compilación de los más graves delitos cometidos por las Farc y el ELN, ese texto se sometió a una serie de ajustes y correcciones que fueron solicitadas por los jurados externos que se nombraron para este caso y son personas que no conocen a los autores. Se hicieron los cambios solicitados, por lo que se llegó a la conclusión de que ya estaba aprobado y en julio de 2022 se llevó a la Imprenta Nacional”, contó.
Dos años después de lo ocurrido, Acevedo envió un derecho de petición al CNMH, allí reconocieron que la publicación se frenó bajo el argumento de que con el cambio de administración se revisaron todos los documentos y que ese texto no contribuía a la reconstrucción de la memoria histórica de las víctimas y que tampoco aportaba al esclarecimiento de la verdad.
“Se decidió no aprobar su publicación en razón de evidentes falencias y del no cumplimiento de los requerimientos exigidos por el CNMH”, respondió la directora de la entidad, María Gaitán, a un derecho de petición de Acevedo.
Sin embargo, para el exdirector de la entidad esa respuesta técnica obedece, según él, a una censura porque el libro cumplió con todos los procesos de revisión y se aprobó su publicación, pero seguramente su contenido no le gustó a la nueva administración porque se relataban los más crueles crímenes de lesa humanidad de las guerrillas.
“Es censura porque dicen que se omite el tema paramilitar, pero las víctimas de las Farc y del ELN son miles y merecen una verdad. Creo que lo censuraron por el contenido, aunque no lo reconocen como tal. Intentan disfrazar todo con el tema académico”, dice.
Acevedo indica que cuando él llegó a la entidad se publicaron todos los documentos que habían cumplido con los procesos, entre ellos, unos 34 informes del paramilitarismo en Colombia, por lo que no entiende por qué se quiere esconder lo que han hecho las guerrillas. “Un libro es un insumo que busca un acercamiento, no es una verdad dicha y es objeto de estudio que puede ser debatido”, reiteró.
Lo grave para Acevedo, además de lo que él llama censura, es que podría configurarse un detrimento patrimonial porque se usaron recursos del Estado para pagarles a los investigadores y hacer todo el proceso de producción del libro, que duerme el sueño de los justos y no pasó por la tinta de la Imprenta Nacional. Llama la atención que el CNMH haya frenado esta publicación que documenta detalladamente los secuestros, los reclutamientos forzados, la violencia sexual, las desapariciones forzadas, el uso de minas antipersonal y los delitos de violencia sexual del ELN y las Farc.
Congresistas de la oposición están estudiando el caso a fondo para determinar las acciones judiciales a las que se puede acudir, ya que, para ellos, la única verdad sobre el conflicto no es lo que ocurrió con los paramilitares y el CNMH no puede ser manejado con sesgo y esconderles la verdad a las víctimas.