El director de la Unidad Nacional del Riesgo, Carlos Carillo, hizo un pequeño balance de lo que fueron las multitudinarias marchas del 21 de abril en contra de su jefe, el presidente Gustavo Petro.
El funcionario habló del tema tras responder un mensaje del exsecretario de gobierno de Bogotá, Luis Ernesto Gómez, con quien ha tenido fuertes diferencias políticas.
Gómez estima que las masivas movilizaciones no solo dividieron al centro entre quienes marcharon y quienes no lo hicieron.
La izquierda –a su juicio– también se divide entre los que creen que hay que escuchar y dialogar y los que creen que hay que profundizar la polarización. “La derecha también quedó dividida entre los radicales que piden un juicio político contra Gustavo Petro y los que rechazan estas voces”, expresó Gómez.
Carlos Carrillo cree lo contrario. Según el director de la UNGRD, las derechas están más unidas que nunca, “incluso, las derechas libres de gluten se sumaron a la desinformación y al oportunismo”.
Seguidamente, el directivo lanzó una fuerte advertencia: “Este gobierno escucha, pero no tiene por qué gobernar con una agenda distinta a la que ganó en 2022 solo para darles espacio político a los bien pensantes”, escribió en sus redes sociales.
La posición del director de la UNGRD es la del presidente Gustavo Petro, un mandatario que, contrario a lo que el país pensaba, se radicalizó en su despacho, agudizó su discurso e insiste en su teoría de golpe blando y el supuesto interés de la oposición de derrocarlo del poder. Esa tesis ha sido desmentida desde todos los sectores políticos, incluso, por el propio presidente del Senado, Iván Name, quien no se cansa de pedirle que respete la democracia y las ramas del poder público.
Este sábado, en Boyacá, el presidente y su equipo de máximos colaboradores analizarán los resultados de las movilizaciones. Al menos, eso se confirmó desde el Palacio de Nariño, que organiza un cónclave o retiros espirituales donde se pretende evaluar lo sucedido.
Aunque un sector político está a la expectativa de lo que pueda ocurrir, otro más radical en la oposición estima que el presidente se radicalizará, no escuchará el mensaje de las calles del 21 de abril e insistirá en medir el pulso político en el asfalto con las movilizaciones de este 1 de mayo, Día Internacional del Trabajo.
Como ese día los servidores públicos saldrán a las vías, el gobierno del Pacto Histórico aprovechará las movilizaciones para sumar esfuerzos y no ser inferiores a las movilizaciones del 21 de abril.
El ministro del Interior, Luis Fernando Velasco, fue el primer funcionario que reconoció la magnitud de las movilizaciones del domingo pasado.
“Un buen número de ciudadanos, particularmente en ciudades como Medellín, Bogotá, Bucaramanga, Cali. La gente tuvo las garantías y tuvo muy buen comportamiento y eso debemos reconocérselo a quienes marcharon y a quienes organizaron la marcha”, sostuvo Velasco.
Y avanzó: “Evidentemente, hay un mensaje político y creo que el Gobierno nacional debe escuchar ese mensaje político, el mensaje político de quienes marcharon, pero también recordar que un buen número de colombianos no marcharon y están esperando otro tipo de respuesta del Gobierno nacional”.
Cabe señalar que, por primera vez, Laura Sarabia, hoy directora del Dapre, reaccionó en un tono diametralmente opuesto a su jefe, Gustavo Petro. El domingo, a la 1 de la tarde, cuando el país había llenado las principales calles de las capitales en rechazo al Gobierno, la mano derecha del primer mandatario escribió un mensaje poderoso:
“Hoy debemos tener la grandeza de reconocer que muchas personas se movilizaron, que lo hicieron con todas las garantías y pudieron expresar su descontento. Esta es una semana que, como Gobierno, debemos afrontar en reflexión y autocrítica”, afirmó en su cuenta de X.