Una vez más, el intento para reducir el salario de los congresistas quedó en veremos por cuenta del hundimiento del proyecto de ley que tenía esa intención y que estaba siendo discutido en la Comisión Primera de la Cámara de Representantes.

De los 41 integrantes de la comisión solo asistieron 29, 15 votaron a favor y 14 en contra. El asunto es que con ese número de asistentes se necesitaban 21 votos para que la iniciativa pasara a la plenaria de la Cámara y no se consiguieron.

Por esa razón, en redes sociales se han hecho públicos los nombres de aquellos representantes a la Cámara que votaron en contra y se opusieron a la reducción salarial de los congresistas. Hay legisladores de todas las colectividades.

Orlando Castillo (Citrep), Ruth Amelia Caycedo (Conservador), Piedad Correal (Liberal), Juan Manuel Cortés, Karyme Adrana Cotes (Liberal), Luis Eduardo Díaz Mateus (Conservador), Juan Sebastián Gómez (Nuevo Liberalismo), Delcy Esperanza Isaza Buenaventura (Conservador), Andrés Felipe Jiménez Vargas (Conservador), Juan Daniel Peñuela Calvache (Conserador), Gersel Luis Pérez Altamiranda (Cambio Radical), Diógenes Quintero Amaya (Citrep), Óscar Hernán Sánchez León (Liberal), y Jorge Eliécer Tamayo Marulanda (La U), fueron quienes se opusieron.

La representante Piedad Correal, aseguró que votó en contra de la iniciativa porque se trata de un asunto inconstitucional ya que la Constitución indica que una reducción salarial debe provenir del Ejecutivo y no de iniciativa parlamentaria. “En esa discusión pedí el concepto del Gobierno en ese sentido y ese documento está desde marzo de 2024 donde dice que no respalda el proyecto por ser inconstitucional”.

Los legisladores no se pusieron de acuerdo sobre el contenido de ese articulado: una parte de ese recinto alegó que un proyecto de esa naturaleza debe ser de iniciativa del Ejecutivo, por lo que podría ser tumbado por la Corte Constitucional si se convertía en ley, mientras otros aseguraron que una iniciativa de carácter legislativo sí puede aplicar cambios al salario de los legisladores.

El debate venía dándose desde el Senado y en medio su trámite por ese recinto le agregaron un “mico” que permitía que los congresistas puedan ejercer otras actividades de carácter público o privado, lo que les habilitaría a tener ingresos superiores a los del salario que les da el Congreso.

“Reducir nuestro salario es apenas justo con un pueblo que clama mayor equidad, este Congreso debe comprometerse con la justicia social y económica. Se los debemos a los ciudadanos y a nuestros electores, el ejemplo inicia desde acá”, sostuvo el ponente del articulado, el representante Duvalier Sánchez.

No obstante, durante la discusión hubo congresistas como David Racero (del Pacto Histórico) y Hernán Cadavid (del Centro Democrático) que llamaron la atención sobre cuál es el monto real que terminan devengando los legisladores con las deducciones que les aplica el Estado.

Las cuentas que hace el representante Racero indican que a los legisladores solo les ingresan entre 30 millones y 32 millones de un salario de 48 millones de pesos, una vez se aplican las deducciones. “Es alto, sigue siendo alto (...) Pero podríamos hacer ese ajuste en nuestros bolsillos, es un acto profundo de justicia económica, un acto ético”, llamó la atención el representante Racero.

“Aunque altos que son los salarios del Congreso, hay que explicar cuál es el efecto que tiene un congresista en Colombia, qué es lo que realmente ingresa. Es mucho menos que lo que le están diciendo a la ciudadanía”, sostuvo el representante Cadavid.

Con el hundimiento del proyecto de ley que buscaba reducir el salario de los congresistas, vuelve a quedar en el aire el intento de reducir los salarios de los congresistas, quienes cada año tienen un incremento salarial que se calcula según los datos macroeconómicos del país.

“Hay que reconocer que en este país la vida es muy dura como para que los congresistas nos vengamos a creer que no ganamos lo suficiente”, llamó la atención el representante Duvalier.

Ante los debates sobre si el salario de los congresistas puede reducirse mediante un articulado de origen legislativo, el representante Miguel Polo Polo afirmó: “El balón está en la cancha del Gobierno nacional de Gustavo Petro, quien tiene que dar el aval a este proyecto para que no sea inconstitucional. Acá tienen que está el ministro de Hacienda y el ministro del Interior para darnos un aval positivo”.

Ahora, las bancadas interesadas en que se reduzca el salario de los congresistas tendrán que presentar un nuevo proyecto de ley que persiga ese mismo fin. El Gobierno también podría radicar un articulado que intente dar ese paso que implicaría, además, la reducción de otros salarios en el sector público.