La cumbre entre Petro y la Plataforma Unitaria de Venezuela, que agrupa a los partidos opositores de Maduro, se iba a desarrollar en la Casa de Nariño, pero a última hora se cambió el sitio. El presidente colombiano quiere un evento más privado. En nombre de la oposición asistirán Gerardo Blyde, Stalin González, Roberto Enríquez, entre otros.
De igual manera, participarán cancilleres y diplomáticos de 19 países, entre ellos, Reino Unido, Francia, España, Portugal, Italia, Noruega, Alemania, Chile, Canadá, México, Argentina, Brasil, Sudáfrica, Turquía y Honduras.
Aunque Stalin González, representante de la delegación de la Plataforma Unitaria, valora su iniciativa y cree que es una buena oportunidad para restablecer los diálogos, otros líderes quieren medirle la temperatura al mandatario colombiano. Tienen claro que Petro puede llevar nuevamente a Maduro a la mesa de diálogo, pero es muy cercano a él y en Caracas lo llaman jocosamente el nuevo “canciller de Venezuela”.
Sin embargo, el expresidente de la República, Andrés Pastrana Arango, criticó en su cuenta de Twitter la ausencia en el encuentro de la diputada de la Asamblea Nacional de Venezuela, María Corina Machado.
“Sin la esencial presencia de María Corina Machado, el narcodictador Maduro juega en la reunión de Bogotá con dados cargados. La descarada trampa al anhelo de libertad de los venezolanos muestra, una vez más, su absoluto desprecio por la democracia”, dijo el ex jefe de Estado en su cuenta de Twitter.
En sus primeros ocho meses de gobierno, ha viajado en cuatro oportunidades a Venezuela para reunirse con Maduro. En cualquier caso, no será la primera vez que Petro se encuentre con Blyde, el líder opositor. El 10 de noviembre de 2022, el presidente colombiano se reunió con el mandatario de Francia, Emmanuel Macron, y allí estuvo presente el contradictor de Maduro.
Petro ha insistido en la necesidad de una amnistía para los presos políticos y el regreso de Venezuela a la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH). Por eso, los críticos del régimen esperan que Petro se sostenga en esas peticiones.
Además, le pedirán que no insista en el levantamiento de las sanciones de Estados Unidos contra Venezuela hasta que Maduro regrese a la mesa y haya elecciones libres y democráticas en 2024. Ellos temen que Maduro juegue sucio y siga atornillado en el poder, evitando una jornada electoral transparente. Tras su encuentro con Biden, Petro ya fijó un rumbo para el diálogo del próximo martes: “Primero, hacer elecciones y, después, levantar sanciones, o paulatinamente, en la medida que se va cumpliendo una agenda electoral, se vayan también paralelamente levantando las sanciones”.
Para un sector del país, llama la atención el interés de Petro por el vecindario, pese a que, como se dice coloquialmente, el rancho interno está ardiendo. El analista Vicente Torrijos señala que el presidente encontró un camino para influir en el hemisferio al buscar un nuevo modelo de liderazgo en la izquierda continental.
Además, está aprovechando que el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, se acerca a los 80 años y arrastra un desgaste natural, y el presidente de Chile, Gabriel Boric, es demasiado joven para imponer su liderazgo. “Quiere ir más allá de gobernar a Colombia y convertirse en un líder continental de la izquierda”, sostuvo Torrijos.
Pero corre riesgos, entre ellos, que Maduro no llegue a ningún acuerdo con sus opositores. Aun así, las negociaciones se extenderán durante meses y le darán a Petro una vitrina internacional. Según Benedetti, el presidente no es ningún mediador.
“Es verdad que el mandatario colombiano ha tomado una iniciativa para acabar con las sanciones a Venezuela por parte de Estados que le acabaron el 75 por ciento del producto interno bruto. Todas esas sanciones tienen que ver con nosotros. Allá hay 4 millones de colombianos y 5 millones en la frontera”, dijo Benedetti.