Este martes, cuando la Comisión Séptima de la Cámara de Representantes se dispone a estudiar la reforma a la salud de la ministra Carolina Corcho, SEMANA conoció en exclusiva que poner en marcha dicho modelo le costará al país la suma de 113 billones de pesos durante los próximos diez años.
La cifra se desprende de un derecho de petición que el viceministro técnico del Ministerio de Hacienda, Gonzalo Hernández, le respondió al senador del Partido Liberal Alejandro Carlos Chacón, donde está expuesto el costo fiscal de la reforma al sistema general de salud año tras año.
Lo preocupante es que solo en 2024 costará nueve billones de pesos.
De ellos, 1,9 billones de pesos serían destinados en atención primaria en salud; 756.000 millones de pesos en fortalecimiento de la red pública; 1,5 billones en infraestructura; 121.000 millones de pesos en becas y sistemas de información a profesionales de la salud y 1,2 billones en saneamientos de hospitales públicos.
Es decir, según el derecho de petición, los gastos directos de la reforma serán 5,4 billones de pesos. Además, se invertirán 1,1 billones de pesos en infraestructura y equipamientos y 2,4 billones en capitalización de la Nueva EPS.
En 2025, el Gobierno tendrá que destinar 9,3 billones de pesos. De estos, 8,1 billones serán para gastos directos de la reforma y 1,2 billones en infraestructura y equipamiento.
A medida que pasan los años, la inyección de recursos para la reforma a la salud crece. En 2026, el Estado tendría que inyectar 12,3 billones de pesos. De estos, 11,3 billones de pesos serán invertidos en los gastos de la reforma y adicional un billón de pesos para mejoramiento de infraestructura.
En 2027 -de acuerdo con el derecho de petición del viceministro Hernández-, se tendrán que destinar 11,2 billones de pesos; en 2028, 11,9 billones de pesos; en 2029, 12,1 billones y en el 2030 la cifra llega a 11,6 billones.
Las cifras no terminan ahí. De acuerdo con el funcionario, la reforma requiere una inversión de 11,7 billones en 2031, 11,7 billones en 2032 y 12,7 billones en 2033.
En el documento que le llegó al senador Chacón, está claro “que el costo fiscal directo incluye la ampliación en la estrategia de atención primaria, el fortalecimiento de la red pública hospitalaria, la inversión en infraestructura y el equipamiento de los centros de atención primaria integral resolutiva en salud Capris, las becas y los sistemas de información y de saneamiento de hospitales públicos”, según el viceministro Gonzalo Hernández.
Por otra parte -según el Ministerio de Hacienda-, “el costo fiscal relacionado con los gastos contingentes comprende las inversiones en infraestructura y los gastos en mantenimiento de hospitales públicos diferentes a los Capris, así como la capitalización de la Nueva EPS”.
La pregunta que queda es: ¿de dónde saldrán los billonarios recursos económicos para financiar la reforma a la salud de Carolina Corcho? ¿La Comisión Séptima que votará la reforma esta tarde conoce la respuesta del ministro José Antonio Ocampo? Al fin y al cabo, en los tres años que le quedan a Gustavo Petro en la Casa de Nariño, la iniciativa necesitaría una nueva reforma tributaria. ¿Y después?