El exministro de Defensa Juan Carlos Pinzón y el experto en análisis de riesgo político, Gerardo Caneva, advirtieron que el fraude electoral ocurrido en Venezuela es una amenaza para la estabilidad del hemisferio occidental.
Ese llamado de atención fue presentado en una columna de opinión publicada por el medio estadounidense The Hill sobre la situación que vive el país, mes y medio después de los comicios en los que el régimen declaró a Nicolás Maduro como supuesto ganador de las elecciones presidenciales.
“El resultado de las elecciones tendrá serias implicaciones para la seguridad, las economías y las relaciones exteriores del hemisferio occidental, especialmente para el país vecino de Venezuela, Colombia”, advirtieron el exministro Pinzón y Caneva en el texto.
Esas implicaciones, dicen los columnistas, se relacionan con la ola migratoria que llegará a la región, la influencia de los grupos armados al margen de la ley (como el ELN y el Clan del Golfo) en Venezuela y el tablero geopolítico que ha favorecido la irrupción de autocracias.
“Es probable que esta migración también aumente la tensión entre Estados Unidos, México y los países de América Central, ya que Estados Unidos ejercerá presión sobre estos para detener a los migrantes que se dirigen hacia la frontera. Para Estados Unidos, un nuevo éxodo de venezolanos ocurrirá en medio de la temporada electoral y trascenderá el ámbito político, generando preocupaciones legítimas de seguridad relacionadas con la banda criminal del Tren de Aragua, entre otras”, agregaron.
El exministro Pinzón y Caneva, jefe de gabinete del exministro, detallaron que las pruebas de la derrota que sufrió Maduro en las urnas han sido insuficientes para conseguir la salida del régimen del poder, llamando la atención sobre las implicaciones que tendrá esa jornada electoral.
Por eso, advierten que “la continuación fraudulenta del régimen de Maduro representa un riesgo significativo para la seguridad y estabilidad de la región”.
En tanto a los asuntos de seguridad, los columnistas detallaron que “con Maduro aferrado al poder y el fracaso de la política de ‘paz total’ del presidente colombiano Gustavo Petro, es probable que los grupos armados colombianos y las organizaciones criminales venezolanas continúen expandiéndose, afectando a toda la región. Los capos de la cocaína seguirán utilizando a Venezuela como plataforma para exportar la droga a través de los puertos colombianos en el Pacífico y el Atlántico, o a través de Ecuador, que se está convirtiendo cada vez más en un centro para las exportaciones ilegales de drogas”.
Los riesgos en la relación con el régimen de Maduro van más allá de lo político. “En el caso de Colombia, el presidente Petro está ideológicamente alineado con Maduro y ha tratado de liderar una política de restablecimiento de relaciones diplomáticas con Venezuela, una estrategia que no ha dado ningún resultado. La decisión de Petro de cesar nuevos contratos de exploración y explotación de hidrocarburos, a pesar de las grandes reservas de Colombia, significa que el país corre el riesgo de tener un déficit de gas natural para 2025. El gobierno ha propuesto importar gas natural de Venezuela, creando una dependencia energética y restringiendo efectivamente la política exterior de Colombia”, detallaron en su columna.
“Fallarle a los valientes, pero indefensos venezolanos en su lucha por resultados democráticos, tendrá un impacto significativo en la paz, la estabilidad y la democracia en el continente. La victoria de Maduro es una victoria para el crimen organizado, los poderes malignos y la autocracia, y una derrota para los derechos humanos, la libertad y los valores democráticos. Permitir el fraude electoral de Maduro sería despojar a Venezuela de su legítimo presidente, Edmundo González”, agregaron.
Juan Carlos Pinzón y Gerardo Caneva aseguraron que permitir que Nicolás Maduro se quede en el poder es permitir un daño en la región, por lo que advirtieron que es necesaria la acción de la comunidad internacional.