SEMANA: ¿En qué momento terminó usted en un enredo con la congresista Catherine Juvinao?

ANGÉLICA MONSALVE: Yo no considero que esté metida en un enredo, la que se enredó y se ahogó en un vaso con agua y enredó a todo el mundo, hasta la rama judicial, el poder ejecutivo, el presidente, es ella. Es una representante muy temperamental que tiene que cuidarse su salubridad mental porque ¿cómo así que porque es congresista puede enlodar a quien se le dé la gana en algo que ella sabía que no es una grabación ilegal y que, además, la fiscal no ha filtrado nada? Ella habló de un audio, es un video que ella sabía, en la casa de la fiscal que ella visitó, porque me contactó vía Twitter. Le rogó a la fiscal venir a su casa. Ella quería hacerle control político al fiscal, estaba eufórica, eso fue en julio de 2022, cuando ella había recibido credenciales de congresista, pero no se había posesionado. Ya todos conocen a Cathy Juvinao, ella misma se da a conocer, le encanta todo eso de los medios.

Ella se sintió proyectada en la fiscal que se atrevió a denunciar al fiscal general. Ella se sentía muy herida, me buscó diciéndome que el fiscal Francisco Barbosa la tenía atacada, acosada y que ella lo primero que iba a hacer cuando se posesionara, era hacerle control político al fiscal general. Yo le dije: no se puede hacerle control político al fiscal general, eso no es posible ni legal ni constitucionalmente por parte del Congreso. Entonces, ella me dijo: “señora fiscala -así me decía-, yo necesito que me busque unos fiscales como usted”. Yo no soy una buscadora de fiscales, yo soy directa y salgo de frente a denunciar sin miedo lo que está mal, es un deber legal, pero ella me dijo: “Yo quiero fregar a ese fiscal en las redes sociales, porque él me sigue mucho”. Yo le respondí: “Conmigo no, porque yo ya salí de frente y no te voy a buscar fiscales, porque ninguno va a salir”. En ese contexto, ella me buscó. En los chats conmigo yo le expreso que no nos veamos en mi casa, porque no me gusta llevar a nadie a mi hogar, pero ella dice que no nos pueden ver juntas porque nos metemos en líos. Eso me pareció absurdo, cómo así que nos metemos en líos, ni que fuéramos a un concierto para delinquir. No veo nada malo en esto.

SEMANA: Es decir, ¿ella quería “joder” al fiscal Francisco Barbosa?

A.M.: Claro, así me lo dijo. ¿Por qué, entonces, ella me buscó? Por eso. Yo no soy amiga de ella, no la conocía antes.

SEMANA: Precisamente, ¿cómo terminan acercándose?

A.M.: Ella me buscó a mí por Twitter, yo tengo el mensaje de Twitter, me escribió por mensaje privado. Dijo que necesitaba hablar conmigo, que ella le quería hacer control político al fiscal. Ese era el fin de ella, no era otro el propósito, porque cuando yo denuncié al fiscal, me pide la denuncia y me expresó: ”Eso déselo a todos los medios, doctora, que lo rayen, yo lo ayudo a difundir en mis redes”. Yo tengo ese chat. Ella le tiene un odio profundo al fiscal. Quiero que sepan que yo no le tengo odio a nadie, tampoco al fiscal, mi lucha no es personal, es por la institucionalidad y el respeto por la autonomía judicial.

La fiscal Angélica Monsalve y Catherine Juvinao | Foto: NO

SEMANA: ¿Cuántas veces se encontraron ustedes?

A.M.: Tres veces. La primera fue cuando me contactó, me insiste en que nos veamos en mi casa, yo tengo el chat. Yo me opongo porque no alcanzaba, yo trabajo en Paloquemao, ella pone un horario, en fin. Quedamos de vernos en Artesanos de la 109. Ese día hizo un video y se lo mandó a mi asistente porque él votó por ella. En las imágenes, ella le dio las gracias a mi asistente. Estaba eufórica. Me dijo que era un placer conocerme, que me admiraba, que era envidiable la loable tarea que yo hacía por el país, que ella era mi fan y que necesita mi amistad para ser la mejor congresista de este país (...). Fue un desayuno, yo lo pagué porque como soy fiscal no permito que nadie me pague nada porque se presta para malas interpretaciones.

SEMANA: ¿Y qué pasó después?

A.M.: Ella me siguió contactando, me saludaba, me llamaba ‘fiscala, fiscala, cómo estás’. Me insistía que nos volviéramos a ver. Yo le propuse vernos en un restaurante porque ella quería que yo le diera unos tips. Ella me admira, ahora no, pero en sus inicios sí, por eso me buscó. Todo lo puedo probar con los chats.

SEMANA: ¿Cuándo fue la segunda vez que se encontraron?

A.M.: Fue en mi casa, ella vino. Juvinao insistía que no podía ser en un restaurante, me rogó y bueno... Le envié la dirección. Me dijo cuando estuvo aquí que estaba abajo y le pedí que subiera. Llegó a las 7:00 de la noche y se fue a la 1:00 de la madrugada, hizo mucha empatía con mi esposo, muchísima, hablaron bastante y se cayeron muy bien. Yo no la quería atender en mi casa, pero insistió tanto, parece que insistiendo logra todo lo que quiere. Nos dio vergüenza y la recibimos en la terraza. Ella me mostró las credenciales de congresista, estaba eufórica, muy contenta porque yo le había brindado espacio en mi casa.

Catherine Juvinao, congresista | Foto: SEMANA

SEMANA: ¿Ahí fue cuando, según narró usted, Juvinao salió ebria de su apartamento?

A.M.: Sí, se pasó de tragos, yo no tomo ni me emborracho. Le pusimos algo para comer, me dijo que tenía hambre, mi esposo le trajo un sándwich de chorizo español, quesos, fue un viernes, ella me dijo: ‘Fiscala, qué terraza tan bonita, me encanta su apartamento’. Le conté que lo estaba vendiendo y me respondió: ‘¿En cuánto lo vende?, yo lo quiero comprar’. Yo le dije que luego hablábamos. Me pidió que la grabara porque ella quería hacer un video en esa terraza tan bonita. Me pidió que le preguntara cuáles eran sus aspiraciones. Fue la única pregunta que le hice y me dijo que el video se lo enviara al correo, por eso, yo corto y le digo “mira, no va a caber en el correo, corte ya, futura senadora”. Quien lo grabó fue mi esposo, yo estaba al lado de ella en la silla. De un momento a otro, dijo ‘es viernes, vamos a beber’. Ella es costeña. Mi esposo le sacó una botella de un licor, a ella le gustó. Ella empezó a beber. Cuando se hizo el video, no había bebido. Llegó la 1:00 de la mañana, ella anunció que se iría, estaba tomada, pueden dar fe sus escoltas porque cuando ella baja, me pide una botella de vino de una edición especial de mi minibodeguita de vinos y yo se la regalo. Yo la acompaño hasta abajo para que no se vaya a caer con esa botella. Yo llevo la botella en la mano, ella me codea y me dice: ‘Oye, no, no me cojas porque estos van a decir que yo estoy borracha’. Ella se subió en su camioneta y se fue.

SEMANA: ¿Y la tercera?

A.M.: Tengo todo el chat, ella siempre ha sido la que me ha buscado a mí: “Fiscala, fiscala, necesito hablar con usted, la he pensado mucho”. Ella me escribió el miércoles 28 de junio: “Apreciada fiscala, cómo está, estoy trabajando al otro lado del charco, quiero comentarte una cosita importante: ¿puede hablar ahora?”. Le digo que sí, me pidió 20 minutos. No me llamó nunca y se quedó eso así, tampoco la llamé. El miércoles 5 de julio me volvió a escribir: “Apreciada fiscala, perdone que no la llamé, tenía un viaje y me enredé, pero ya estoy de vuelta en Bogotá, veámonos, hay varias cosas para conversar”. Le dije que podía al otro día tipo 4 o 5 de la tarde. El jueves 6 de julio le pedí los temas “porque ya no estoy para perder tiempo con nadie y no me gusta que me dejen en visto”. Ella, sorprendida, me respondió: “Fiscala, disculpe, ayer viajé todo el día porque no estaba en el país, llegué muy tarde para responderle, lamento su comentario”. Yo le reiteré que no me gustaba que me dejaran en visto y ofreció excusas (...). Y el miércoles pasado mire lo que me escribe en el chat: “Buenas tardes fiscal, me acabo de enterar que usted grabó la conversación que tuvo conmigo en mi casa, claramente, sin mi autorización y, más grave aún, lo filtró a un petrista para que lo publicara. ¿Usted por qué hace eso ante una conversación privada que tuvimos? ¿Con qué intención fue a visitarme? Esto me parece muy grave y bajo de su parte”. Me culpa a mí, mire que es tan descarada de decir que eso fue en su casa y que yo la grabé. ¿Cuál fue la grabación?

SEMANA: ¿Y usted qué le respondió a Juvinao?

A.M.: Textualmente le respondo: “Estás delirando, ¿en tú casa?” y ella me dijo: “Tengo la grabación con usted, usted la filtró”. Yo le respondí: “No sea payasa, usted ha venido a visitarme a mi casa casi que forzándome. Grave es lo que usted afirma”. Ella siguió: “Le solicito evitar las ofensas y sencillamente responder” (...). Le expresé que no sabía de qué me estaba hablando y ella me bloqueó.

SEMANA: Pero hábleme del tercer encuentro…

A.M.: Fue en su casa, yo ese día -espere miro el chat donde le dije que estaba ahí-, llegué a las 8:15, eso está en la cámara del edificio de ella, no me demoré ni 15 minutos. Llegué a su casa, Juvinao estaba en ropa deportiva y en la mesa había un desayuno de Pan Pa’ Ya. Ella me dijo: “Fiscala, bienvenida, esta es mi casa”. Ella tiene un gato, no sé si dos, yo soy alérgica a los pelos de los gatos. Destapó el desayuno y me contó que era adicta a la Coca Cola, pero un desayuno para mí con esa bebida es fatal. Ella afirmó que era lo único que tenía. Le pedí agua porque tenía sed y me respondió que agua de la llave. Dije que no me gustaba, yo me cuido bastante. Me dio una Coca Cola que no me tomé, entonces, no comí porque nada me gustaba. Ella se fue para su cuarto, hizo una llamada y, desesperadamente, me dijo: “Me tengo que ir, me tengo que ir, me están llamando del Congreso”. Se puso el abrigo y yo le pregunté: “¿Tú vas al Congreso así, con tenis y ropa deportiva?” Me respondió que sí, que no tenía nada que ver. Salió acelerada, no sé por qué salió apurada. En el trayecto sí me hizo una pregunta de alguien y yo le dije: “Sí, sí es verdad, lo tengo”.

La representante Cathy Juvinao y la fiscal Angélica Monsalve. | Foto: Foto 1: Fotograma Vicky en Semana / Foto 2: X @alazamo123

SEMANA: ¿Cómo así? ¿Ella le preguntó si usted estaba investigando a alguien en su Fiscalía?

A.M.: Sí, contra el secretario de la Cámara de Representantes, Lacouture. Yo le respondí: “Sí, hay un proceso. No más. Ella salió corriendo, desesperada.

Este es el primer mensaje que Catherine Juvinao le envió a la fiscal Angélica Monsalve. | Foto: NO

SEMANA: ¿No hay más grabaciones de Catherine Juvinao?

A.M.: No tengo grabaciones de nada, no voy a las casas de las personas a grabar a nadie, por Dios. Cómo se les ocurre que yo voy a la casa de la gente a grabarla. O sea, ella habla de una grabación, ella tendrá que mostrarla porque no sé de qué habla. Fíjate cómo se contradice: me dice “fiscala, usted me grabó, me acabo de enterar”. Se refiere a la grabación que le sacó alguien, no sé quién la filtró, ella misma, porque ese video lo tenía ella, no yo. Lo único malo que tiene ese video es que ella manifiesta que ahí le hicieron ofrecimientos, si es una representante a la Cámara, ¿por qué no denuncia esos ofrecimientos? Está obligada a denunciarlos.

Katherine Miranda | Foto: GUILLERMO TORRES

SEMANA: Ella dice que usted habló “pestes” de Gustavo Petro. ¿Qué dijo?

A.M.: Yo nunca hablo pestes de nadie, el tema Petro no fue objeto de conversación de ella y mío. ¿Cómo voy yo a ir a hablar mal de Petro a una casa? ¿Usted cree que la fiscal es tan bruta? ¿Cree que Cathe no me graba? Ella me graba a mí.

El mensaje que le envió por primera vez Catherine Juvinao a la fiscal Angélica Monsalve. | Foto: NO

SEMANA: ¿Pero no se dio esa charla en ninguno de los tres encuentros?

A.M.: En ningún encuentro he hablado del presidente Gustavo Petro, jamás. Yo nunca hablo mal de los presidentes.

SEMANA: ¿Y de Katherine Miranda qué hablaron?

A.M.: Tampoco, yo a Katherine Miranda ni la conozco ni tengo nada en contra de ella. Yo no me meto con políticos.

Fiscal Angélica Monsalve | Foto: X @alazamo123

SEMANA: Entonces, ¿qué pasó? ¿Juvinao se montó en una película que, según usted, no es real?

A.M.: Crean ustedes, que muestre cuál es la grabación que, supuestamente, yo le hice en su casa. Si ella lo dice, tiene que mostrar la grabación. Tendría que ella ir a un psiquiatra porque no sé de dónde saca que yo la grabé. ¿Cuál grabación? ¿De qué está hablando? Catherine Juvinao tiene desconcertados a los ciudadanos. Tenemos a una representante en la Cámara que está delirando, eso es preocupante.

SEMANA: : Fiscal, ¿usted quiere ser fiscal general? ¿Es cierto que estaba molesta con el Gobierno Petro porque no la ternaron? Eso lo dijo Juvinao

A.M.: Esas aseveraciones se encuentran solo en el imaginario delirante de Cathe Juvinao, la mentirosa

SEMANA: ¿Piensa denunciar a Juvinao ante la Corte Suprema?

A.M.: Sí, claro, porque me difama, me injuria, cómo así que ella dice que yo le invadí su intimidad. Yo me pregunto: ¿a una representante no le da miedo hacer eso? ¿O cree que la Corte Suprema no le hará nada porque las cortes no hacen nada frente a los aforados? ¿O ella tiene corona y puede aplastar a una fiscal o a un ciudadano como se le da la gana con mentiras? Es muy delicado. Todos los colombianos vimos cómo ella dijo una mentira flagrante en las redes sociales manchando mi imagen. Y, luego, yo le saqué su video consentido y ella responde: “Ah, ese video sí me gustó”. Yo pienso que Juvinao está enferma, en mi concepto, de verdad, tiene una enfermedad mental, ella no pasa a un psiquiatra, lo digo yo que he estado en tres encuentros con ella. De hecho, mi esposo me manifestó que ella no es normal, es una persona que no está en sus cabales.

SEMANA: Aparte del fiscal, ¿de quién más habló Catherine Juvinao?

A.M.: Lástima, ahí es dónde yo digo, lástima que yo no la grabé, lástima, ella aquí sí manifestó que no le gustaba ni cinco Gustavo Petro, que los petristas lo que hacen es robar, eso sí lo dijo. También habló de Katherine (Miranda), pero no sabía quién era ella.

SEMANA: ¿Qué dijo?

A.M.: Te lo juro, no sabía quién era Cathe Juvinao ni Katherine Miranda hasta que ella habló, en mi casa y dijo: “Mira, yo gané con el voto propio, mío, pero Katherine Miranda sí se hizo elegir con el voto de los petristas y ella es una sinvergüenza porque está en amores con un señor del Centro Democrático”, pero no me acuerdo de los nombres de los políticos. Y dijo que ella -Miranda- tiene puestos en el Sena. Eso lo dijo. Y afirmó otras cosas más. En otra ocasión, dijo que Katherine Miranda, con su reposición de votos, había comprado una casa y yo le dije: “Oye, ¿por qué no denuncias eso?, denúncialo”.