El expresidente Álvaro Uribe volvió a pronunciarse sobre otra de las grandes reformas que está proponiendo el Gobierno nacional. Esta vez emitió un comunicado en el que criticó algunos puntos de la reforma laboral y esbozó algunas propuestas que están impulsando él y su partido, el Centro Democrático.
Para empezar, sostuvo que si bien la creación de ocho millones de puestos de trabajo en los últimos 21 años puede no parecer mucho, lo cierto es que el panorama hubiera sido peor sin la existencia de los fondos de cesantías y el ajuste a las jornadas laborales.
“Además, la legislación laboral colombiana de hoy es menos determinante en el empleo que los impuestos y la violencia. El viejo sistema de retroactividad de cesantía llevó a muchas empresas a la desaparición y sus trabajadores perdieron ese ingreso. Los Fondos de Cesantía han traído más cumplimiento por parte de los empleadores y seguridad para los trabajadores”, sostuvo el exmandatario en su comunicado.
A su vez, defendió algunos de los logros que se han conseguido en los últimos años en materia de protección de los trabajadores, que, por ejemplo, pueden acceder a una compensación monetaria en caso de que las empresas incurran en un despido que no es considerado como justo ante los ojos de la ley.
“No se puede olvidar que la misma Ley 50, que creó los Fondos de Cesantía, elevó a delito la violación de la libertad sindical y aumentó la tabla de indemnización por despido injusto. Hoy no se entiende por qué quieren hacer más gravoso el despido, lo que equivale a obstaculizar el empleo”, agregó el exmandatario.
También manifestó su desacuerdo con la posibilidad de “imponer” la negociación colectiva por cada industria, pues señaló que una medida de esas características desconoce que aunque se dediquen a actividades económicas similares, las empresas pueden tener profundas diferencias en aspectos como los costos de operación y las regiones en las cuales se encuentran ubicadas.
Sostuvo que la “rigidez laboral” que busca implementarse con el proyecto de ley del Gobierno nacional debería ser vista en “los espejos” de otros países de la región, como Argentina y Venezuela.
En territorio argentino, argumentó Uribe, la formalización alcanzó unos niveles ejemplares en la región, pero dijo que estos logros se han perdido y ha empezado a caminar la idea de suprimir varias normas laborales.
De otro lado, mencionó que durante el gobierno de Hugo Chávez en Venezuela la creación de empleo bajó y en la actualidad solo el 34 % de la población de ese país se encuentra laborando, pese a que cerca de seis millones de personas se encuentran en el exterior. “Hoy muchos empresarios y trabajadores venezolanos se acomodan a trabajar sin cumplir las normas”, subrayó el expresidente.
Asimismo, criticó con fuerza que se esté intentando “asfixiar” a plataformas que crean empleo, como Rappi. Pero sostuvo que sí está a favor de expedir más normas para regular las condiciones de las personas que trabajan con plataformas de ese tipo.
“Llevamos tres años proponiendo que haya seguridad social para sus colaboradores, pero que no las marchiten. Creemos en una economía fraterna, sin odio de clases”, explicó el exmandatario.
En esa medida, defendió la fórmula de reducir los impuestos para los empleadores al tiempo que se incrementa la remuneración para los trabajadores. Y recordó que cuando el expresidente Iván Duque redujo la carga impositiva, desde el Centro Democrático defendieron la idea, que no se aprobó, de que hubiera una prima adicional para los trabajadores.
“Hay manera de hacer justicia en favor de los trabajadores sin apelar a normas que espantan el empleo y que solo son aplicables en enormes empresas transnacionales, que además no las necesitan porque las obtienen a través de las convenciones”, concluyó en su comunicado.
También había criticado la ponencia de la reforma a la salud
Pero esta no es, sin embargo, la única propuesta del Gobierno nacional que ha recibido críticas por parte del exmandatario. De hecho, esta misma semana también se pronunció sobre la ponencia para el primer debate de la reforma a la salud en el Congreso, que se radicó el pasado viernes 31 de marzo en medio de una fuerte controversia.
Para el expresidente, la reforma a la salud hará que las EPS queden “sin administración de los riesgos de salud y de la racionalización de los recursos. Estos dependerán de la ineficiencia de los monopolios estatales, nacionales y de fondos burocráticos territoriales. Ningún beneficio se logrará con que una EPS pueda manejar un Centro de Salud estatal; será una simple contratista del poder político local”.
Uribe también se pronunció en contra de la posibilidad de que la gestión de la salud se politice, un riesgo que, advirtió, podría agudizarse debido al manejo territorial que la propuesta del Gobierno planea darle a los recursos del sector.