La vicepresidenta Francia Márquez se refirió por primera vez a las polémicas compras hechas por el Departamento Administrativo de la Presidencia (Dapre) que han levantado ampolla en el Gobierno.
En entrevista con el canal público RTVC, aseguró que si bien hizo algunas solicitudes, hay cosas con las que no está de acuerdo y que nunca pidió. Márquez destacó que uno de los principales requerimientos para su casa de huéspedes fue que las mujeres que ayudan con los servicios generales tuvieran mejores condiciones, ya que ella vivió esas desigualdades cuando se desempeñó en esa labor.
“Lo primero que yo fui a mirar en esta casa para definir qué íbamos a solicitar, uno fue la habitación de las mujeres que trabajan aquí. Yo fui empleada del servicio doméstico y para mí era una humillación tener una camita chiquita donde uno no se puede ni voltear”, afirmó Márquez en la entrevista.
Agregó que cuando llegó a mirar cómo estaba la casa se encontró que era esa la misma situación que vivió. “Llegamos aquí y para sorpresa mía encontré la misma cama chiquitica, entonces yo hice solicitud de tres camas más grandes, donde estas mujeres que trabajan todo el día para mantener toda esta instalación limpia, para darnos de comer, tuvieran un lugar donde ir a descansar de manera adecuada”, aseguró la vicepresidenta.
Relató que las mujeres se conmovieron cuando les hicieron el cambio de esos elementos. “Cuando trajeron las camas ellas estaban llorando, diciendo ‘gracias por esto, esto en realidad es devolvernos la dignidad’”, dijo Márquez.
La vicepresidenta cuestionó que la discusión se haya centrado en el valor de los objetos y que gracias a lo solicitado los trabajadores quedaron con objetos similares a los que ella usa. “De eso nadie habla, entonces hablan del valor de cuánto cuesta eso pero no de lo importante, de lo que eso significa. Si usted ve los tendidos de ellas son los mismos tendidos que tengo yo y para mí eso es dignidad”, afirmó.
Sin embargo, reconoció que los altos costos de algunos de esos elementos despiertan una profunda polémica, especialmente cuando hay tanta desigualdad por atender en el país. “Yo creo que los valores, y fue parte de lo que le dije al director, tiene que revisarlos porque la gente tiene razón, no puede ser que tenemos niños con hambre y entonces compramos cosas que aunque sean necesarias toca revisar los valores de esas cosas porque no podemos gastarnos de manera exorbitante”, pidió la vicepresidenta.
Sobre los tendidos de plumas de ganso de alto valor afirmó que nunca los pidió y que le parece hasta gracioso que piensen que ella los pidió ya que es “animalista”. “Yo no me enfoqué en hacer pedidos de cosas gigantes, como dicen, ni tampoco los plumones de las plumas de los gansos (risas), yo soy ambientalista, así que me da hasta risa”, dijo Márquez.
A pesar de que reconoció haber hecho esas solicitudes, dijo que poco les consultaron los pedidos y que simplemente les recalcaron que las casas debían estar en buen estado porque es donde se albergan visitas de alto nivel, en ocasiones de diplomáticos fuera del país.
“No hubo mucha consulta. Nos dijeron que podíamos solicitar cosas para dotar la casa, que las casas tienen que estar muy bien porque a veces vienen visitas internacionales y entonces es la imagen del país, cada una de estas casas, entonces hicimos pedidos”, afirmó.
Hasta el momento, Márquez no se había referido a la polémica. Por su parte, el presidente Gustavo Petro compartió en las últimas horas varias fotografías con las que buscó evidenciar un supuesto deterioro de algunos de esos elementos, entre ellos algunas cortinas.
Al igual que la vicepresidenta, el mandatario buscó destacar que le dieron una mejor dotación a quienes forman parte del servicio doméstico de esas casas.