En una declaración a los medios de comunicación, el embajador británico en Colombia, George Hodgson, dijo que la reina Isabel II se destacó por “su fuerza, resistencia y sobre todo por su profundo sentido del deber”.

“Desde la embajada británica en Colombia, lamentamos profundamente el fallecimiento de su majestad la reina Isabel II, es evidente por todos los mensajes de condolencias que hemos recibido que este momento nos ha conmovido mucho, tanto en Colombia como alrededor del mundo. Estos momentos, a pesar de ser tristes, nos permiten reflexionar sobre el tremendo impacto que tuvo la reina en nuestra historia. Su majestad fue una figura icónica y emblemática, reconocida por su fuerza, resistencia y, sobre todo, por su profundo sentido del deber”, manifestó el diplomático.

Agregó: “Nuestros sentimientos están con su majestad, el rey Carlos III, y toda la familia real. Hoy abrimos nuestro libro de condolencias en la residencia británica para miembros del gobierno, organismos estatales, el cuerpo diplomático y demás dignatarios, quienes han tenido una relación particularmente cercana con el Reino Unido”.

Sobre los funcionarios del Gobierno nacional, dijo el embajador: “Agradecemos al canciller Álvaro Leyva por ser la primera persona en firmar este libro por parte de la República de Colombia”.

Añadió: “Quiero aprovechar también este espacio para reconocer la enorme solidaridad y los múltiples homenajes que hemos visto aquí en Colombia, demostrando la estrecha relación entre nuestros dos países y el alcance de la influencia y legado de su majestad, la reina Isabel II. Al tiempo, quiero destacar que existe un libro de condolencias virtual, donde las personas que quieran dejar un mensaje o hacer su propio homenaje pueden hacerlo. Pueden encontrar el enlace en nuestras redes sociales”.

Por último, dijo: “Quiero concluir replicando el sentimiento del nuevo rey Carlos III en su discurso hace unos minutos: en nuestra tristeza debemos tomar fuerza e inspiración de una vida dedicada al servicio”.

En medio de los homenajes que le han rendido a la reina Isabel II, se replicó una de sus últimas imágenes, en donde se le ve saludando a la nueva primera ministra del Reino Unido, Liz Truss, el pasado martes 6 de septiembre.

Sus últimas horas

El servicio médico real expresó preocupación por el delicado estado de salud de su majestad en horas de la mañana del jueves 8 de septiembre. “Después de una evaluación adicional esta mañana, los médicos de la reina están preocupados por la salud de su majestad y han recomendado que permanezca bajo supervisión médica”, decía el texto oficial.

Con la noticia se fue conociendo a cuenta gotas los movimientos que estaban haciendo los integrantes de la familia real. Primero se anunció que el príncipe Carlos y Camilla Parker habían salido a Balmoral de urgencia. Luego, también viajaron William y Kate. Después, Harry y Meghan partieron desde Londres. Al final, la noticia se confirmó y el planeta se estremeció.

La monarca había sido, por 70 años, el símbolo más importante y querido de ese país. Había sobrevivido guerras, decenas de primeros ministros, varios papas. Ningún escándalo la había hecho siquiera tambalear y aun en la novelesca vida llena de intrigas, celos, infidelidades y peleas de la casa real británica, había logrado mantener siempre la sabiduría y la calma.

La reina Isabel II siempre supo lo que era. Una anécdota refleja el enorme poder de convicción de su cargo. Una vez se trenzó en una pelea con la Reina Madre, que le espetó: “¿Quién crees que eres?”, a lo que su hija contestó: “La reina, mami, la reina”. El chiste refleja su humor pícaro, pero no su real modo de ser.