Un verdadero revuelo político causaron en Bogotá las declaraciones del ministro de Transporte, Guillermo Reyes, quien le lanzó una especie de ultimátum a la alcaldesa Claudia López, de que si no acepta las modificaciones que el Gobierno del presidente Gustavo Petro le quiere hacer a la primera línea del Metro. El Ejecutivo podría frenar la financiación a otras importantes obras que se tienen planeadas para la capital del país.
“Es muy claro: si no se acepta, como se ha venido diciendo, que se hagan las modificaciones propuestas dentro del marco jurídico, pues el Gobierno también, en la medida en que financia el 70 % de los otros proyectos, pues esos otros proyectos se van a tener que parar”, afirmó el funcionario.
La advertencia del funcionario se dio a raíz de la polémica que sostienen el presidente Gustavo Petro y la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, sobre cómo debería ser la primera línea del metro de la capital del país. Mientras que el jefe de Estado ha insistido en que sea subterránea, el contrato se firmó para que sea elevada, algo que ha defendido la mandataria local.
Las reacciones a este alarmante anuncio que hizo el ministro Reyes no se hicieron esperar. Tanto concejales de Bogotá, como senadores y representantes a la Cámara, tildaron este anuncio como “un chantaje vergonzoso” del presidente Petro y hay quienes incluso tildaron al jefe de Estado de “dictador”.
Una de las primeras en reaccionar fue la concejal de la Alianza Verde Lucía Bastidas, quien en su cuenta de Twitter criticó lo dicho por el funcionario. “El ministro de Transporte amenaza a bogotanos: si no hacen lo que ellos quieren, no habrá recursos para los proyectos de movilidad de la ciudad, afectando el interés colectivo. Muy mal le va a Bogotá con el Gobierno de Gustavo Petro”, dijo la cabildante.
Y agregó: “Hoy más que nunca nuestra democracia necesita de frenos constitucionales. Pasos gigantes de dictadura”.
Por su parte, el vicepresidente del Concejo de Bogotá Óscar Ramírez Vahos señaló que todo se trata de “un chantaje intolerable”.
“Petro amenaza con suspender financiación de segunda línea del Metro, metrocables, nuevas troncales de TransMilenio y demás, si no se acepta su capricho de modificar la primera línea del Metro. Un ego mal resuelto pone en jaque a Bogotá”, precisó.
La concejal por el Centro Democrático Diana Diago también cuestionó el anuncio del ministro Reyes, por lo que tildó al presidente Gustavo Petro de ser “un dictador”.
La cabildante añadió: “Petro chantajea a Bogotá. Si no es como él lo dice, entonces no hay Metro. Él no puede ir en contra de los acuerdos de cofinanciación pactados. No puede creer que dispone del proyecto de infraestructura más importante de Bogotá como se le da la gana”.
En esa misma línea reaccionó el concejal Humberto ‘Papo’ Amín. “El Gobierno de Gustavo Petro acaba de tomar la decisión más mezquina y caprichosa para Bogotá. Que si no se hace subterránea la primera línea del Metro, mirará como suspende el 70 % de los otros proyectos que financia la nación”, dijo.
Amín aprovechó para mandar un contundente mensaje a la mandataria capitalina: “¿Qué va a hacer la alcaldesa Claudia López?”.
Posteriormente, con sátira y gran preocupación, Amín señaló en su cuenta de Twitter: “Si el Metro de Bogotá no se hace como yo diga, no hay Metro. Trínese y cúmplase. Firma: Gustavo Petro”.
El concejal del Partido Liberal, Samir Abisambra, también se pronunció frente a la dura advertencia realizada por el Gobierno Petro a la alcaldesa de Bogotá. “No hay nada peor que el chantaje en la política, el capricho del presidente Petro va a detener el desarrollo de Bogotá y el de una mejor movilidad; es inaudito que suceda esto con el Gobierno nacional”, señaló Abisambra.
El concejal de la Alianza Verde y afín a la alcaldesa López, Julián Rodríguez Sastoque, fue otro de los cabildantes que alzó su voz de rechazo.
“Señor ministro: los bogotanos no cederemos a este chantaje vergonzoso. Entonces, ¿si no hacen los cambios que quiere el señor presidente, nos van a quitar los recursos de los demás proyectos de la ciudad? ¿Dónde quedó la autonomía territorial?”, afirmó.
Desde el Congreso de la República también llegaron reacciones. “Inaceptable que Gustavo Petro y su inefable ministro de Transporte chantajeen alcaldes amenazándolos con frenar proyectos si no se someten a los caprichos presidenciales. Bogotá le dio el triunfo a Petro en segunda vuelta y a cambio de eso la dejará sin metro”, aseveró Andrés Forero, representante a la Cámara.
Por su parte, el senador Miguel Uribe señaló: “Petro con actitud mafiosa amenaza a bogotanos. Asegura que si no se aceptan sus modificaciones al Metro, no habrá más financiación para las demás obras de la ciudad. Al modificar trazado del Metro habría riesgo de nunca terminar la obra, además de los sobrecostos y la demora”.
El pronunciamiento de Reyes se dio horas después de que el presidente Petro endureció su postura sobre la primera línea del Metro de Bogotá y señaló que, como está actualmente en su diseño inicial, es un “esperpento” y una “chambonada” e insistió en que debe ser subterráneo, por lo menos en un tramo.
Se conoció que, tras una conversación en la Casa de Nariño, el mandatario indicó que si no se hace una modificación al megaproyecto, tres generaciones a futuro “nos van a maldecir”, una declaración que dejó en la incertidumbre la primera línea del metro de Bogotá.
“No es Bogotá la que quiere cambiar el Metro, es el presidente Petro”
Si bien de momento la alcaldesa Claudia López no se ha pronunciado frente al ultimátum del ministro Reyes, en días pasados la mandataria distrital había señalado de manera tajante que no es Bogotá la que quiere cambiar la primera línea del Metro de Bogotá, sino el presidente Petro.
De acuerdo con la alcaldesa López, la ciudad lleva esperando varias décadas en disputas inútiles para poder tener el Metro y ahora que el proyecto ya está contratado y en ejecución, lo mejor es continuar con la obra.
“El Metro no va a parar ni una hora, ni un minuto, hemos esperado 60 años en disputas inútiles, en papel tras papel, en estudio tras estudio, y esta es la primera vez que tenemos trabajadores, máquinas y la plata para construirlo, porque aquí hay 22 billones de impuestos de los bogotanos”, precisó López.
En ese sentido, López fue clara en afirmar de manera tajante que la postura suya y la de Bogotá es la de terminar la obra tal cual como fue contratada, pues le parece ilógico que se tenga esperar más tiempo y que se generen sobrecostos en una obra que la ciudad necesita.
“La posición de la alcaldesa de Bogotá, la posición de la candidata a la Alcaldía de Bogotá y la posición de la ciudadana Claudia López es que el metro no se para, el metro se hace”, dijo la mandataria, quien agregó: “No es Bogotá la que está pidiendo parar y cambiar la primera línea del metro, es el presidente Petro, y con mucho respeto vamos a atender su solicitud técnica y jurídica, pero la posición de Bogotá es la misma y es que nosotros preferimos terminar la obra que estamos haciendo que causar cualquier retraso o sobrecosto”.
La mandataria distrital aprovechó su pronunciamiento para señalar que la prioridad de su alcaldía ahora es la de conseguir la financiación del Regiotram del Norte, y de tres cables aéreos en la capital del país. “Bogotá no va a aceptar que le cambien sus prioridades, el regiotram y sus tres cables por la plata de una eventual modificación a la primera línea del metro”, subrayó.
Y agregó: “Si acaso tendrán que ir las dos cosas al tiempo. El Regiotram cuesta unos diez billones, los tres cables cuestan cerca de 1,2 billones de pesos y la modificación que quiere el presidente cuesta unos 12 billones de pesos; mi tarea es conseguirle plata a Bogotá, si hay 25 billones de pesos adicionales para la ciudad, qué dicha, pero que sean 25 no 12, porque no vamos a cambiar de prioridades”.
Pues bien, con lo dicho hoy por el ministro Reyes, parece que la financiación para otras obras de Bogotá sí estarán en veremos.