En compañía de Zhang XiaoQing, presidente de China Harbour Engineering Company, principal accionista del Consorcio Metro Línea 1 S.A.S., el alcalde Carlos Fernando Galán y el gerente de la Empresa Metro, Leonidas Narváez, realizaron un recorrido por el Intercambiador Vial de la calle 72 para revisar los avances de la megaobra.
“Hoy tenemos la visita del señor Zhang Xiaoqing, y por eso es importante y oportuno identificar los puntos donde hay algunos retrasos. Esta obra ya tiene un avance del 31 %, evidenciamos que este proyecto tiene retrasos en algunos tramos. Acá, en la calle 72, hay un avance superior al 50 %; en un mes van a duplicar el número de trabajadores y turnos nocturnos”, afirmó Galán.
Asimismo, el mandatario mencionó el compromiso adquirido por la empresa Chec de tener la obra lista para el 8 de octubre de 2024.
“Vamos a trabajar en el Distrito para que se tengan todas las herramientas, para que se logren entregar las obras del intercambiador vial en octubre”, añadió el alcalde mayor.
En relación con el compromiso establecido con el alcalde mayor, el ingeniero Zhang XiaoQing mostró su compromiso y aseguró que la obra se entregará en el plazo establecido.
“Tenemos una responsabilidad absoluta para cumplir con este proyecto tan importante para Bogotá. Aunque hemos enfrentado ciertas dificultades durante la ejecución que han generado demoras, contamos con excelentes ingenieros locales que nos respaldan en la ejecución de este proyecto”, dijo Zhang.
Durante el recorrido, se discutió la aceleración de los planes de manejo de tráfico articulando las diferentes entidades del Distrito. “Me informaron que ayer se realizó la fundición del primer capitel, marcando el inicio oficial de la construcción del viaducto, que comenzará plenamente en uno o dos meses”, mencionó el alcalde.
Es importante destacar que esta obra es una de las más representativas de la Primera Línea del Metro de Bogotá (PLMB), ya que permitirá que la movilidad en este sector de la ciudad se realice en tres niveles: subterráneo, por donde transitarán los automóviles de oriente a occidente; la calle 72 permanecerá a nivel, destinada para peatones y ciclistas, y prioritariamente para TransMilenio.
Finalmente, el alcalde aseguró que continuará recorriendo e inspeccionando las obras para garantizar su avance y proteger los avances en la construcción del Metro de Bogotá.
Respaldo de alcaldes de ciudades capitales a Galán
Luego de toda la controversia que armó el presidente de la República, Gustavo Petro, por su alocución presidencial en la que insistió en modificar el trazado y la tipología de la Primera Línea del Metro de Bogotá, basándose en los estudios que adelantó la Sociedad Colombiana de Ingenieros (SCI), los alcaldes de ciudades capitales en el país también tomaron posición y le advirtieron al jefe de Estado que su propuesta “no es conveniente ni oportuna”.
Un total de 16 alcaldes de ciudades capitales, entre los que se destacan Federico Gutiérrez, de Medellín; Alejandro Éder, de Cali; Alejandro Char, de Barranquilla; Jaime Andrés Beltrán, de Bucaramanga; Dumek Turbay, de Cartagena, y Jorge Acevedo, de Cúcuta, entre otros, respaldaron la decisión de Carlos Fernando Galán de no aceptar la propuesta del presidente Petro y, por el contrario, continuar con las obras tal cual como están contratadas.
“Acompañamos y apoyamos la decisión técnica, responsable y sensata tomada por el alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, en el sentido de continuar con las obras del Metro de Bogotá de acuerdo a las condiciones establecidas en el contrato de obra suscrito el 17 de octubre de 2019 para la construcción y operación de la primera línea conforme a los estudios y diseños realizados”, manifestaron los mandatarios locales.
Los alcaldes puntualizaron de manera tajante que “la propuesta del presidente de la República de cambiar el trazado de la Primera Línea del Metro por la carrera 13 y la Caracas, sin ni siquiera tener viabilidad técnica, jurídica y financiera, no es conveniente ni oportuna”.
Advierten que “esto implicaría desarrollar unos nuevos diseños, modificar el contrato de obra, retrasar como mínimo 4 años el proyecto y poner en riesgo cerca de 2,9 billones de pesos ejecutados a la fecha en movimiento de redes de servicios públicos, adquisición predial y demás actividades constructivas, lo cual carece de todo sentido común, además de generar un gran riesgo jurídico y financiero para el Distrito”.