Como si se tratara de una ironía, el Gobierno del presidente Gustavo Petro publicó el borrador de un decreto que tiene listo en el que se establece una “política exterior feminista o con enfoque de género”, en el que se busca implementar promover y garantizar los derechos de las mujeres y personas LGBTIQ+, la igualdad y la equidad de oportunidades y no discriminación de género en escenarios de política bilateral, multilateral y cooperación internacional.
En concreto, establece un enfoque de género como una herramienta de cooperación internacional a nivel bilateral y multilateral. Y propone redirigir esfuerzos de las misiones, embajadas y consulados para que se promuevan los derechos de las mujeres y de las personas de la comunidad LGBTIQ+.
“Las disposiciones previstas en el presente decreto son de obligatorio cumplimiento para el sector de Relaciones Exteriores y para las demás entidades del Estado colombiano que realizan acciones en el marco de la política exterior o de la política de cooperación internacional de acuerdo con lo previsto en el plan de acción anexo a este decreto”, dice el documento.
Además, dice que la Política Pública Exterior Feminista (PEF) o Política Exterior con Enfoque de Género está dirigida a mejorar las condiciones de igualdad y equidad de las mujeres y de la población LGBTIQ+.
También propone que se cree un mecanismo de participación de la sociedad civil de mujeres y personas de esa comunidad y establece que la Cancillería convocará este mecanismo para permitir a las organizaciones el derecho a la participación.
Llama la atención que se vaya a implementar esta política cuando precisamente en medio de la diplomacia colombiana hay funcionarios implicados en escándalos de violencia y acoso contra las mujeres.
Es el caso del cónsul de Colombia en Ciudad de México Andrés Hernández, quien fue denunciado por una exfuncionaria del consulado, quien dijo que supuestamente el diplomático se habría quedado con un dinero de ella.
Además, que supuestamente el cónsul habría tratado mal a varias funcionarias, haciéndoles pasar momentos incómodos al regalarles penes de peluche y criticarlas por su forma de vestir. “Les dijo que los pusieran en sus oficinas”, narró una de las implicadas. Y que, al parecer, lo habrían denunciado por negligencia en casos de accidentes de tránsito, desaparición forzada, trata de personas y feminicidios, información que llegó a manos de Petro por una denuncia.
De otro lado, el virtual director de la SAE y exviceministro del Interior Diego Cancino fue denunciado por Yuly Viviana Vargas Ávila, asesora de la Dirección de Seguridad, Convivencia Ciudadana y Gobierno del Ministerio del Interior, de supuesto acoso sexual.
Según la denuncia, ella habría ido al apartamento de Cancino para hablar temas laborales, pero el exfuncionario -en medio de vinos- según él la “cortejaba”, sin embargo, le habría tocado partes íntimas sin su consentimiento.
“Ayer, cuando intenté centrarme en temas de trabajo, tu comportamiento fue inapropiado y me hizo sentir incómoda; a pesar de que fui clara en mis intenciones y reiteré en varias ocasiones que sólo buscaba discutir asuntos profesionales, parece que esto no fue entendido”, le dijo la mujer a Cancino en chats que se hicieron públicos.
“Quiero ser muy directa: no estoy interesada en ningún tipo de relación que no sea estrictamente laboral o política y lo reiteré ayer muchas veces y aun así siento que sobrepasaste en repetidas ocasiones ese límite”, agregó.
Tras la denuncia de Vargas, otras mujeres revelaron otros chats con Cancino en los que el exviceministro les escribía a altas horas de la noche y las invitaba a cenar de forma inapropiada cuando solo habían mantenido una relación laboral.
Hasta el momento, el presidente Gustavo Petro no se ha referido a ninguno de estos casos, a pesar de que tan solo unos días atrás pedía la renuncia del presidente del Consejo Nacional Electoral (CNE) César Lorduy por temas similares.