El Gobierno colombiano, a través del Ministerio de Relaciones Exteriores, se pronunció de forma oficial sobre la situación que se vive entre Israel y Palestina y los hechos de violencia que se han registrado recientemente.
La Cancillería pidió que se pueda desescalar el conflicto y se busque una solución dialogada. “El Gobierno de Colombia reitera la urgencia de que cesen los actos de violencia y hace votos para que Israel y Palestina reinicien el diálogo que conduzca a una solución definitiva del conflicto palestino-israelí, de conformidad con el Derecho Internacional y con las resoluciones emanadas de las Naciones Unidas. El respeto al derecho internacional y a los caminos del diálogo será el que permita una solución pacífica del conflicto”, aseguró el Gobierno nacional.
Igualmente, expresan su preocupación por los hechos que se registraron este lunes en el campo de refugiados de Yenín, en los territorios palestinos ocupados, que según el Gobierno Petro “han desencadenado un ciclo de violencia ocasionando la muerte de civiles y decenas de heridos”.
El Gobierno también rechazó los “recursos de violencia” y “actos unilaterales” que puedan llevar a un mayor nivel de tensión y confrontación “agravando así la situación humanitaria en la zona, densamente poblada y constituyendo obstáculos para lograr la paz y la viabilidad de la solución de dos Estados”, afirmaron.
De otro lado, la Cancillería señaló que observa con preocupación las “acciones de los colonos israelíes” y el anuncio de ese país por “ampliar los asentamientos en Cisjordania”; además de “la incursión militar en Yenín y la escalada de violencia, se suman hechos lamentables como el ataque de hoy a civiles israelíes en Tel Aviv”, aseguraron.
El hecho que causó el pronunciamiento del Gobierno colombiano fue la muerte de nueve palestinos que murieron en medio de una operación del Ejército israelí en Cisjordania. Además, 20 más habrían resultado heridos.
Precisamente, el Ejército israelí confirmó que se trató de una “operación antiterrorista” en el campamento de refugiados de Yenín en el que informaron que uno de los objetivos era detener a “un escuadrón terrorista de la organización terrorista Yihad Islámica”.
“Durante la operación, el escuadrón terrorista abrió fuego contra las fuerzas de seguridad israelíes, desencadenando un tiroteo en el que tres terroristas fueron neutralizados”, informaron las autoridades de ese país.
Además, que los sospechosos habían estado “implicados en la ejecución y planificación de múltiples ataques terroristas, incluidos ataques armados contra soldados y civiles israelíes”, agregaron.
Las tensiones en esa región aumentaron durante los últimos meses debido a las operaciones militares que se han registrado en Cisjordania, en la que ya se contabilizan varios muertos.
Esos hechos ya han llamado la atención mundial. Por ejemplo, Naciones Unidas alertó en los últimos días que esos ciclos de violencia entre israelíes y palestinos están causando una gran cantidad de fallecidos y que por eso el conflicto debe terminar.
“Estoy profundamente alarmado y entristecido por el continuado ciclo de violencia en la Cisjordania ocupada. La muerte de nueve palestinos, incluidos milicianos y una mujer, durante una operación de arresto israelí en Yenín, es un ejemplo claro”, aseguró Tor Wennesland, el coordinador especial de la ONU para el Proceso de Paz en Oriente Próximo.
Por su parte, el grupo terrorista palestino de Hamás ha dicho que Israel “pagará el precio” por lo ocurrido en Yenín y que responderá “pronto”.
El anuncio fue hecho por uno de los líderes de ese grupo, Salé al Aruri, quien señaló a través de un comunicado que “la voluntad del pueblo palestino es más firme que los crímenes de la ocupación. Yenín y Cisjordania, junto a su pueblo y la resistencia, serán irrompibles y los actos de agresión solo fortalecerán su fuerza y determinación”, aseguró.