El Congreso de la República aprobó en las últimas horas la adición presupuestal de un billón de pesos para garantizar la cofinanciación de los sistemas de transporte público de 14 ciudades, incluyendo TransMilenio de Bogotá.
“Por acuerdo entre las alcaldías, Gobierno nacional y aprobación en el Congreso de la República, ingresa un billón de pesos de apoyo al transporte público y nos autorizan iniciar renegociación de los contratos con operadores privados para que también aporten”, indicó Claudia López, alcaldesa de Bogotá.
Esta inversión, según la alcaldesa mayor, le permite al sistema de TransMilenio poder cubrir la operación que realiza en la ciudad. “En la adición presupuestal de transportes masivos a Bogotá y a TransMilenio le corresponde el 66 % de ese ingreso, aproximadamente 660.000 millones de pesos. Es importante porque no es solo para el sistema de la capital, sino para las demás ciudades del país, un esfuerzo conjunto que dio frutos”, manifestó López.
La mandataria explicó que esta adición presupuestal le permite a TransMilenio cubrir la operación que realiza a diario en la ciudad y recordó que TransMilenio es un servicio que ha ido mejorando sus beneficios al ciudadano: “Es un sistema que conecta a toda la ciudad, y con un pasaje usted puede recorrerla entera, por lo que llega a ser un sistema muy costoso. Sin embargo, poco a poco hemos ido superando los problemas que nos dejó el covid-19″, expresó la mandataria bogotana.
Con esta adición presupuestal se logró que se avalara la proposición para la sostenibilidad de los sistemas de transporte público masivo de 14 ciudades, incluida Bogotá.
“Garantizar la movilidad de los ciudadanos, en especial de la población menos favorecida que no cuenta con otros medios alternativos de transporte, es vital para el desarrollo económico, cultural y social de Bogotá y otras ciudades”, puntualizó
“Mil gracias a mis colegas alcaldes por la unión, al Gobierno nacional, especialmente al señor ministro de Hacienda por el apoyo generoso, y a los congresistas, sobre todo a los ponentes de las comisiones económicas, que se la jugaron a fondo por los ciudadanos y familias humildes y de clase media que más usan y dependen del transporte público para ir a trabajar, estudiar y salir adelante”, señalo la alcaldesa mayor.
“Garantizar la movilidad de los ciudadanos, en especial de la población menos favorecida, que no cuenta con otros medios alternativos de transporte, es vital para el desarrollo económico, cultural y social de Bogotá y otras ciudades”, agregó.
De acuerdo con la administración distrital, hasta el 23 de abril de este año, el subsidio del Distrito al Sistema Integrado de Transporte, es decir, al Fondo de Estabilización Tarifaria (FET) asciende a $917.474 millones. Se estima que durante todo 2023, alcance los $2,99 billones.
Uno de los factores que ha contribuido a la diferencia del FET es la problemática de la evasión del pago del pasaje en el Sistema.
Las cuentas
1. Los habitantes de Bogotá hacen 13.359.728 viajes al día, lo que es como si todo Cali se moviera en los buses rojos de TransMilenio.
2. Operar el TransMilenio cuesta 5,4 billones de pesos, cifra que está bien lejos de los ingresos por validaciones (los que pasan por la registradora), que ascienden a 2,4 billones de pesos.
3. La contingencia no alcanza. Como se trata de un servicio público, el Distrito pone el dinero restante, el cual sale del Fondo de Estabilización Tarifaria (FET), creado para ese fin.
4. El presupuesto aprobado para el FET es de 2,9 billones en este año, de los cuales el Distrito puede poner 1,6 billones de pesos, lo que lleva a un déficit de 1,3 billones de pesos. Del Presupuesto General de la Nación le habían asignado ya 300.000 millones a Bogotá para ayudar. Es decir, se requieren 1,3 billones de pesos para cubrir el déficit.
La petición a la nación, en el proyecto de adición presupuestal, es la siguiente: esos 1,38 billones de pesos faltantes, el Distrito consideró que la nación iba a cofinanciar. Durante abril se incorporaron 647 mil millones de pesos del presupuesto distrital, lo que deja un saldo en rojo de 733.000 millones de pesos (a la fecha) para cofinanciar por parte de la Nación. Eso era lo que pedía que saliera de la adición presupuestal.