Un fuerte choque se registra entre el Gobierno nacional y la guerrilla del ELN por unos diálogos regionales de paz que adelantará el Gobierno Petro en Nariño, los cuales tienen bastante molesto al comandante de ese grupo terrorista, Antonio García.
García ha sido un agudo crítico de esas conversaciones a las que ha calificado de un show mediático en Nariño y que amenazan, según él, la mesa de paz.
No obstante, el Gobierno nacional, a través del comisionado de Paz, Otty Patiño, ha dejado ver que esos diálogos de paz en Nariño no tienen marcha atrás, al advertir que en esa región del país se ha concertado la mayor cantidad de hechos violentos del conflicto armado.
“El diálogo regional pretende encontrar salidas pacíficas para el departamento de Nariño, considerado como uno de los más afectados por el conflicto armado, y donde hace presencia un frente del ELN”, explicó Patiño.
“También es necesario que la paz se territorialice, porque es en los territorios donde vive la gente, donde se necesita el cese al fuego, donde la gente está clamando por la atención a sus necesidades. De tal manera que allí, donde hay oportunidad de meterle pueblo a la paz, es en los territorios. Si no territorializamos la paz, indudablemente no vamos a conseguir la paz”, insistió Otty Patiño.
Uno de los puntos de quiebre entre las negociaciones del gobierno de Gustavo Petro y la guerrilla del ELN ocurrió hace dos semanas por cuenta de unos supuestos diálogos de paz que, en paralelo, adelantaban delegados de la Casa de Nariño con un reducto armado de esa organización subversiva en Nariño.
El Comando Central del ELN se paró de la mesa y anunció, en un comunicado de prensa, un congelamiento en las negociaciones cuando confirmaron que el Gobierno adelantaba los diálogos territoriales en esa región del país.
La guerrilla habló de una “abierta crisis” y denunció que el diálogo regional en Nariño fue montado por el Gobierno “desconociendo la Delegación del ELN y la mesa, donde participa la comunidad Internacional, oficiando como garantes, así como también la ONU y la Conferencia Episcopal colombiana”.
En medio de las fuertes tensiones, el sábado 9 de marzo, el alto comisionado para la Paz, Otty Patiño, llegó hasta Samaniego, Nariño, abrió las negociaciones locales y le dijo al país que allí nacía la paz total.
Recordó: “La clave de esta paz es hacer de las comunidades, los ciudadanos, sus territorios, su cultura, su ambiente, su vida misma, el protagonista principal” y que “territorializar la paz es construir seguridad con todos los ciudadanos”. Además, lanzó algunas pullas contra quienes se oponen a la paz total.
El presidente Gustavo Petro no asistió. En su representación llegó la alta consejera para las Regiones, Sandra Ortiz.
Por otra parte, el gobernador de Nariño, Luis Alfonso Escobar, invitó a todos los grupos armados a unirse al llamado del Gobierno nacional y departamental.
“Desde aquí le decimos al presidente Gustavo Petro que Nariño es un territorio de paz, donde usted ha planteado estos diálogos de paz para transformar el territorio. Lo vamos a hacer”, dijo.
Mientras el alto comisionado para la Paz realizó el acto protocolario con transmisión nacional en la televisión pública, el comandante del ELN, Antonio García, escribió en redes sociales fuertes dardos contra el gobierno de Gustavo Petro.
“Les quiero contar un poco más sobre el supuesto diálogo regional en Nariño: los famosos diálogos regionales con una supuesta estructura del ELN en Nariño inició a finales de 2022. En el mismo tiempo que la operación de infiltración fue descubierta”, contó García.
El presidente Gustavo Petro y Otty Patiño –según el comandante guerrillero– “conocieron de relaciones ‘avanzadas’ con dicha estructura por informe directo de Álvaro Jiménez, quien es operador de la inteligencia militar”.
Y añadió: “Conociendo esta situación, el Gobierno decidió seguir con dicho plan: montar un show con una supuesta desmovilización para presentar a un ELN dividido”.
“Se sabe que los supuestos guerrilleros de Comuneros del Sur, con quienes el Gobierno quiere montar un show mediático en Nariño, están siendo protegidos por unidades de la Unidad Policial para la Edificación de la Paz (Unipep), los uniformados que cuidaron a los firmantes de la paz en el gobierno del expresidente Juan Manuel Santos. También están protegidas en el entorno por dos unidades de las Fuerzas Militares del Estado”, señaló el comandante eleno.