El Gobierno de Gustavo Petro quiere firmar una prórroga del cese al fuego con las disidencias del Estado Mayor Central (EMC) de las Farc en medio de los diálogos de paz que se llevan a cabo con los bloques que siguen en armas dentro de esa guerrilla.
La propuesta está sobre la mesa, teniendo en cuenta que el cese al fuego que se había pactado con anterioridad caduca este mismo lunes (15 de julio), y está por definirse qué extensión tendría.
Sin embargo, el cese al fuego no se daría con todo el EMC sino únicamente con los integrantes de las disidencias que siguen dentro de los diálogos de paz y que no están en medio de hostilidades con la Fuerza Pública.
En ese sentido, las disidencias del Valle del Cauca, Cauca y Nariño quedarían por fuera de la extensión porque son las que han estado protagonizando ataques a la ciudadanía. De hecho, en marzo fue suspendido el cese al fuego con esos grupos por los incumplimientos que se registraban para entonces.
El otro punto que está por definirse es el tiempo que tendría esta medida del cese al fuego entre las fuerzas del Estado y las disidencias de las Farc que siguen en la mesa, determinación que podría tardar seis meses. Sin embargo, todo dependerá de lo que definan las partes en la jordana de este lunes.
El Gobierno y el EMC están en medio de su quinto ciclo de conversaciones que se lleva a cabo en Bogotá, instancia que comenzó desde la semana anterior y que finaliza este martes con la representación de solo algunas de las partes de los bloques que integran las disidencias, dado que unos bandos agudizaron sus enfrentamientos con la Fuerza Pública y ataques a la ciudadanía pese a estar la mesa de diálogos.
Esta posible prórroga en el cese al fuego se da en medio de un difícil contexto de seguridad para los delegados del Gobierno en la mesa de conversaciones con el EMC, suscitado por las amenazas que recibió uno de sus integrantes del bloque negociador.
Y es que el domingo (14 de julio) los miembros le enviaron una carta al alto comisionado de paz, Otty Patiño, rechazando las amenazas que recibió Carlos Murgas Dávila por parte de quienes serían integrantes del ELN en Catatumbo.
“Queremos manifestar nuestra inconformidad y preocupación por las amenazas que ha recibido el doctor Carlos Murgas Dávila, quien actualmente es negociador de paz en el proceso de negociación con el Estado Mayor de los Bloques comandante Jorge Suárez Briceño (Magdalena Medio), comandante Gentil Duarte y Frente Raúl Reyes Farc-EP”, aseguraron los negociadores en el comunicado.
Justamente, los delegados del Gobierno en esa mesa de diálogos con el EMC le dijeron al alto comisionado de paz, Otty Patiño, que es “inaceptable” que se presenten ese tipo de conductas contra la población civil y contra quienes integran las delegaciones de paz del Estado colombiano.
Mientras en la mesa de conversaciones con las disidencia del EMC se habla de una posible extensión del cese al fuego, en el otro bloque de diálogos con la guerrilla del ELN también comienza a discutirse ese tema pues la delegación de paz del Estado colombiano ya llamó la atención sobre el riesgo de que se “agote el tiempo” para prorrogar ese cese al fuego.