El ministro de Defensa, Iván Velásquez, confirmó que las Fuerzas Militares recibieron instrucciones claras para actuar en todo el territorio nacional por cuenta del vencimiento del cese al fuego bilateral con la guerrilla del ELN.
El funcionario estuvo en el Congreso de la República, atendiendo un debate de control político en la Comisión Primera del Senado; allí hizo el anuncio con la finalidad de darles tranquilidad a los colombianos.
“Siempre que no hay cese al fuego, las operaciones ofensivas se reanudan y esa es la instrucción del comandante de las Fuerzas Militares a todas las fuerzas del país”, dijo Velásquez.
El titular de la cartera de defensa señaló que, de acuerdo con la competencia que tiene en este momento, la instrucción impartida es que se debe proteger a la población colombiana sobre cualquier acto terrorista del ELN.
Sobre la petición que hizo dicho grupo criminal para que fuera retirado de la lista de Grupos Armados Organizados, el ministro Velásquez indicó que ese es un asunto que deberá ser analizado por los negociadores de paz, bajo las directrices de Gustavo Petro.
En ese sentido, explicó que en todas las zonas del país donde está ese grupo criminal, las tropas de las Fuerzas Militares reanudarán operaciones para luchar contra los diferentes delitos que cometen.
A la medianoche del sábado 3 de agosto, el Decreto 1117 del 5 de julio de 2023, que pactó el cese al fuego bilateral, quedó sin efecto alguno y el mecanismo es historia. Aunque el Gobierno Petro intentó por todos los medios hacer una prórroga, los integrantes del ELN cortaron toda comunicación y dejaron que el tiempo se agotara.
Sin embargo, la guerrilla había continuado toda su actividad delictiva, por lo que en la práctica los efectos de dicho cese al fuego no habían sido benéficos en el territorio nacional, excepto para que ese grupo criminal se fortaleciera mientras que las Fuerzas Militares estaban maniatadas.
Al margen de esa discusión, lo cierto es que el diálogo con este grupo criminal se había enfriado desde hace algunos meses por cuenta de la mesa regional que decidió abrir Otty Patiño, comisionado de paz, con el frente Comuneros que opera en Nariño y es una disidencia del ELN. El Comando Central interpretó esta acción de Patiño como un incumplimiento y desde ese momento se congelaron las negociaciones.
En varias ocasiones, los negociadores del Gobierno Petro enviaron mensajes a los delegados del ELN para reunirse y analizar el panorama de los diálogos, pero nunca hubo una respuesta concreta. Los días pasaron y solo se conocían escritos de Antonio García, comandante del ELN, en los que lanzaba duras críticas contra el Ejecutivo y hablaba de incumplimientos.
Vera Grabe e Iván Cepeda, jefes negociadores y quienes siempre han tenido una gran paciencia con el ELN, se cansaron y acudieron a la misma vía para pedirles que públicamente dijeran si estaban interesados o no en seguir dialogando. Nunca hubo respuesta y, por el contrario, ese grupo criminal siguió delinquiendo.
A pesar de que la ONU y la Iglesia católica hicieron llamados a las partes para que se reunieran y se buscara la manera de prorrogar el cese por unas semanas, nada se logró concretar. El Comando Central reapareció el 3 de agosto en la mañana con una petición absurda y que demostró que ya no había nada por hacer: el cese se vencería sin acuerdo alguno.
Por ahora, el futuro del diálogo es incierto aunque sectores cercanos a la mesa aseguran que la negociación podría continuar sin ese mecanismo. Sin embargo, las partes no han establecido contacto.