El Gobierno de Gustavo Petro y su bancada del Pacto Histórico en el Senado se alistan para los dos debates de la reforma a la salud que están pendientes en la Comisión Séptima y en la plenaria, para los que ya están revisando en qué puntos pueden escuchar a la oposición porque saben que el trámite legislativo está difícil.
La Casa de Nariño tiene sus líneas rojas sobre la reforma, así como los congresistas también han dejado sobre la mesa puntos inamovibles para poder votarla, y los negociadores políticos del Ejecutivo ya tienen en el radar un componente en el que sí van a escuchar a la oposición.
Se trata de los llamados de atención sobre la poca auditoría que tendrían los recursos económicos si el texto se aprueba tal cuál está concebido en la actualidad, fondos que estarán a cargo de la administración de la Adres, entidad que promete ser la caja del sistema.
Una de los actores políticos cercano al trámite de la reforma, sobre todo a las negociaciones políticas para aprobarla, le confirmó a SEMANA que “lo que la oposición dice de las auditorías en la reforma a la salud tiene razón. Y, si nosotros los atendiéramos, haríamos un acuerdo”.
El temor que ya copartidarios del Gobierno están sintiendo, y sobre el que la oposición ya había llamado la atención es que, si no se controlan los gastos, el sistema podría presentar problemas con los recursos para la salud apenas unos meses después de que se ponga en marcha el articulado.
Incluso, el ejemplo más cercano de los inconvenientes de caja lo vieron en el caso del SOAT, por lo que están interesados en revisar la minucia del proyecto de ley de reforma a la salud sobre la auditoría para que no se vaya a repetir esa historia.
Esos ánimos conciliadores van más allá del asunto de las auditorías, pues hay quienes están viendo con malos ojos que el ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, no se dirigió en ningún momento a la plenaria de la Cámara de Representantes durante el segundo debate para explicarle el contenido del documento a los congresistas. La Cámara aprobó la reforma a la salud sin una interlocución en plenaria con el ministro.
Ante la posible desaparición de las EPS que plantea la reforma a la salud, sería la Adres la encargada de auditar todas las facturas producto de las atenciones que son tramitadas al año. Para hacerse una idea, en todo el sistema de salud pueden generarse hasta 500 millones de atenciones en un año y cada una de estas genera un trámite interno susceptible a ser auditado.
En la vigencia 2023 la Adres tramitó 403.946 reclamaciones radicadas, tanto por persona natural como por persona jurídica, presentadas por valor de $801 mil millones. De esos recursos fueron aprobados $378 mil millones luego de surtir su trámite de auditoría.
Esos reparos sobre el bajo porcentaje de auditorías en el proyecto de ley han salido de congresistas de las bancadas de Cambio Radical y del Centro Democrático y uno de sus principales críticos ha sido el representante Andrés Forero.
El congresista del Centro Democrático llamó la atención sobre la definición de las auditorías de los gastos en la reforma a la salud. SEMANA conoció que los reparos del congresista ya fueron puestos sobre la mesa en un Consejo de Ministros y el Gobierno está evaluando cómo incluye ese elemento en los debates que están por darse en el Congreso.
Eso sí: los ánimos conciliadores vienen de los negociadores políticos del Gobierno porque el Ministerio de Salud aún no ha dado el brazo a torcer sobre el contenido de la reforma en las reuniones sobre el articulado.
Y, si bien fuentes cercanas al trámite legislativo detallan que están prestas a ceder en ese componente del proyecto de ley, la oposición sigue esperando que los convoquen para dejar claros sus peros sobre el contenido del articulado.