El Gobierno nacional reveló que antes de finalizar 2022 se llevará a cabo la primera gran Asamblea Nacional Cocalera en Catatumbo, en cuyo encuentro el presidente Gustavo Petro pretende definir el mecanismo para que no sean judicializados los pequeños campesinos que cultivan hoja de coca, estrategia del mandatario colombiano con la que busca darle un giro radical a la política de lucha antidrogas.
El comisionado de paz, Danilo Rueda, en la Casa de Nariño hizo referencia a la política de lucha antidrogas que ha planteado el presidente Gustavo Petro, la cual busca un cambio, radicar inclusive con el tratamiento y cooperación con Estados Unidos.
La Asamblea Nacional Cocalera, según el Gobierno nacional, podría definir los mecanismos que se podrían ejecutar para que los pequeños campesinos cultiven hoja de coca legalmente. El encuentro se llevará a cabo entre la última semana de octubre a la primera semana de noviembre.
“Se van a realizar diversos foros, uno que está diseñado en el Catatumbo, en este momento es la zona de mayor siembra de hoja de coca, allí se va a realizar un primer encuentro con el que se va a escuchar a la comunidad a los cocaleros y desde allí se van a empezar a tejer las salidas en esa misma perspectiva”, anotó Rueda.
Medios internacionales destacan política antidrogas de Petro
No han pasado dos meses desde que el presidente Gustavo Petro llegó al poder y ya ha tenido varias intervenciones representativas a nivel global, más allá de ser el primer líder de izquierda que haya habido en la historia de Colombia.
Ello incluye, definitivamente, la más reciente publicación del Washington Post, en la que se destacan apartes de un diálogo con el mandatario colombiano y en el cual citaron sus palabras en otra entrevista que le realizaron en los Estados Unidos, luego de su histórico discurso ante la Asamblea de la ONU, respecto a la política de drogas, cuando afirmó: “Necesitamos construir un camino más efectivo. No puedo ir solo por este camino, dado que la demanda viene de fuera de Colombia”.
A renglón seguido, mencionan que el vicepresidente de política de Americas Society/Council of the Americas, Brian Winter, asegura que el presidente Petro “representa un cambio de paradigma en los temas que han dominado la relación entre Estados Unidos y Colombia, incluido el narcotráfico, la seguridad fronteriza y la política de cada país hacia Venezuela. [El colombiano] también está instando a cambios en las prácticas de extradición que les han permitido a los tribunales estadounidenses juzgar a narcotraficantes colombianos”.
Añadió que, el presidente de Colombia, “está hablando de una reinvención total de la relación entre Colombia y Estados Unidos, tal y como ha existido durante los últimos 30 años. Si bien ambas partes proceden con cautela mientras se evalúan mutuamente, no hay duda de que esta relación tan importante está cambiando y podría verse dramáticamente diferente dentro de dos años”.
Además, recalcan que el jefe de Estado se refirió a las víctimas de las Farc: “El campesino que cultiva hoja de coca, en mi opinión, no es un delincuente, mi propuesta tiene como objetivo en parte proteger a una parte vulnerable de la sociedad colombiana y eliminar un potente impulsor de la violencia”.
“Mientras haya prohibición, habrá mafia; despenalizar parte de la producción no significa acabar el mercado estadounidense de cocaína, pero sí significa sacar a Colombia de este ciclo de violencia”, agrega el mandatario colombiano.
El líder del Pacto Histórico hizo hincapié en “la responsabilidad de los países consumidores, especialmente Estados Unidos, de asumir una mayor responsabilidad para abordar la demanda en el país, en lugar de centrarse en suprimir la producción en el extranjero”.
Finalmente, Renata Segura, subdirectora de programas para América Latina en International Crisis Group, manifiesta: “A muchos sectores conservadores de derecha [de Colombia] les horrorizaría la idea de cualquier tipo de regulación, pero hay una opinión muy extendida de que la guerra contra las drogas ha sido muy mala para Colombia”.