El sistema de salud está en crisis. Esa es una de las conclusiones a las que llegó la presidenta de Acemi, Ana María Vesga, el gremio que representa a las EPS del país, en entrevista con SEMANA.
En conversación con este medio hizo graves alertas, entre ellas, que el Gobierno tenga el poder sobre casi la mitad de la población del país en materia de salud. También cuestiona la capacidad que tendrán para responder. Propone algunas alternativas para solventar la crisis.
SEMANA: ¿Cómo recibieron el anuncio de decreto del Ministerio de Salud para implementar el giro directo?
ANA MARÍA VESGA (A.M.V.): Este decreto de giro directo es una prolongación de algo que se viene haciendo en la actualidad, mayoritariamente en el régimen subsidiado, que ahora se hará en todas las EPS que tengan medida de intervención o que no cumplan indicadores. Se amplía el campo del giro directo y aumenta el porcentaje de recursos que se girarán bajo este mecanismo, se habla de hasta un 80 %. Mantiene en las EPS la función de auditoría y ordenación de gasto, dejando a la Adres la función de tesorería.
La inquietud que hemos expresado, no solo desde las EPS, sino los demás actores, es la capacidad que tenga la Adres frente a esa operación mayor en el sistema. Recuerde que el sistema atiende 2,5 millones de pacientes al día, eso puede ser más de un millón de facturas; la Adres rápidamente va a ver que tiene que multiplicar por mucho lo que en la actualidad hace hoy. Esa es la principal advertencia. Adicionalmente, el giro directo no es la solución a los problemas financieros del sistema porque la plata sigue siendo la misma, sino que cambia a través de quién se tramita.
SEMANA: ¿Una solución sería el incremento de la UPC?
A.M.V.: Sí, lo que hemos planteado es que, estructuralmente, las EPS, el sistema, tiene un desfinanciamiento que está generado porque esa Unidad de Pago por Capitación (UPC) tiene hoy unas deficiencias estructurales de fondo que tienen que revisarse para asegurar que se reconoce lo que realmente está costando el consumo de salud de la población. Si cambia hoy el pagador, no tiene a la EPS, sino a la Adres, pagando, pero ahí no está la solución.
SEMANA: Con esta decisión, ¿el Ministerio de Salud busca afectar las funciones de las EPS?
A.M.V.: Se les quita la función de tesorería, se disminuye esa función, sí, algo menos que hacen, pero el grueso de la gestión financiera, que es esencialmente la labor de contratación, de lograr buenos acuerdos con la red, de celebrar los contratos, de auditar las facturas para que estemos seguros que lo que nos están presentando los prestadores coincidan con lo que está contenido en esos contratos. Es decir, esa gestión de administrar el recurso para asegurar que alcance y de manejarlo inteligentemente, se puede decir que se mantiene en las EPS. Lo que se quita es esa última milla, que es la tesorería. Es una función menos, pero no es esencial de la gestión financiera.
SEMANA: ¿Han podido revisar los demás decretos que anunció el Ministerio de Salud en las últimas horas?
A.M.V.: No, de esos anuncios lo que hay es un listado de temas. Nos dijeron que iba a haber un decreto sobre territorialización, conformación de redes, promotores, pero ni los decretos ni los borradores se conocen.
SEMANA: El presidente convocó a algunas EPS a conversar, ¿cómo reciben ese llamado, los han contactado?
A.M.V.: No, la cita es con los interventores de las EPS.
SEMANA: No es directamente con ustedes.
A.M.V.: No, con las EPS no intervenidas no. A ninguna la han llamado.
SEMANA: ¿Cómo ve esa idea de poder conversar con esas EPS?
A.M.V.: Muy bueno. Todos los espacios de diálogo son importantes. Aquí hay un escenario político en el hundimiento de la reforma, pero hay otro de situación con el sistema de salud por estas últimas intervenciones que ha generado una enorme incertidumbre entre los usuarios, entonces es muy importante que los actores se sienten. Las soluciones del sistema pasan por quienes son responsables de él, entonces ojalá lográramos pronto ese acercamiento con el presidente y con su Gobierno.
SEMANA: ¿Los han convocado a conversar desde el Gobierno?
A.M.V.: No. De parte del presidente no. Por el Ministerio de Salud hemos tenido diferentes acercamientos.
SEMANA: ¿Han ido a buen término?
A.M.V.: Esas conversaciones se dieron en el marco de la reforma a la salud. Nosotros le expresamos siempre al ministro su intención de apoyar en lograr una mejor reforma. Creemos que lo que se estaba tramitando en el Congreso no reconocía ni recogía los verdaderos problemas del sistema, amenazaba con el modelo de aseguramiento e hicimos muchas propuestas, pero realmente eso no quedó reflejado en la ponencia del Gobierno.
SEMANA: ¿Cómo evalúa el panorama de las EPS en el país hoy?
A.M.V.: Es complejo. Tenemos 25 millones de colombianos cuya salud está en manos del Gobierno. Creo que ahí hay un reto grande para el Gobierno, para asegurar que esa población mantenga sus niveles de atención iguales o mejores, pero que no haya un deterioro en la atención. Creo que el Gobierno va a enfrentarse a la dificultad de la insuficiencia de los recursos, que es un problema que atañe a todas las personas.
Lo más importante, hacia donde tenemos que trabajar, es a prevenir nuevas intervenciones o que nuevas EPS, como sucedió con Compensar, anuncien su retiro. No debería suceder si se toman las medidas de financiamiento, corrección y ajustes que se requieren en el sistema porque no vemos cómo puede ser asumido enteramente por el Estado. Esto se convirtió en una discusión absolutamente política que puso al sistema de salud y a los pacientes en el medio de una disputa donde solo ellos están perdiendo.
SEMANA: ¿Le preocupa que el Gobierno tenga esa responsabilidad sobre tantos colombianos?
A.M.V.: Sí, me preocupa porque estas entidades, las últimas intervenidas, son entidades que tienen muy buenas capacidades construidas en muchos años. Es importante que se mantenga el nivel de servicio para los afiliados.
Lo que sucede por lo general en estos procesos de intervención es que, por la misma incertidumbre de los usuarios, de los proveedores, se empiezan a cerrar convenios con los usuarios, se empiezan a demandar más servicios, una alteración en la operación que termina deteriorando la calidad. Nos preocupan los procesos de intervención por eso. El Estado no es el mejor administrador, eso está demostrado.
SEMANA: ¿Tiene información relacionada con que puedan venir nuevas intervenciones sobre otras EPS o que otra tome una decisión similar a la de Compensar?
A.M.V.: Ni por el lado de las EPS, ni por el lado de la Superintendencia.
SEMANA: ¿Cómo recibieron el anuncio de las intervenciones a la Nueva EPS y a Sanitas?
A.M.V.: Con sorpresa, porque en el caso de Sanitas es una de las mejores EPS, con indicadores de calidad y de atención reconocidos por sus usuarios en los últimos años. Desde luego, y como todas las EPS, afectadas en sus niveles de servicio porque el sistema ha venido teniendo unos problemas de financiamiento que se reflejan de ahí.
Nos tomó por sorpresa porque Sanitas había hecho una solicitud a la Superintendencia para un plan de ajuste, se hubiera esperado que se surtiera un proceso de llamado de atención, de agotamiento de las instancias previas de la intervención, entonces en eso la vimos precipitada.
En el caso de la Nueva EPS, tampoco era entendible porque, finalmente, el Gobierno tiene una participación accionaria importantísima, tenía ya la dirección de la Nueva EPS, entonces no veíamos la razón.
SEMANA: ¿Cómo evalúa la solicitud que hizo Compensar de la liquidación voluntaria?
A.M.V.: Es consecuente con un anuncio que habían hecho a mediados del año pasado. La situación financiera se ha venido empeorando, ellos tienen esa condición de ser una caja de compensación y tienen al interior de la caja un programa de salud que es la EPS. Las EPS cerraron el año con pérdidas cercanas a los 2,2 billones de pesos. El sistema es deficitario en mucho.
SEMANA: ¿Cómo interpreta la información que se filtró de la Contraloría sobre las EPS, de supuestos desvíos de recursos por 9 billones de pesos entre 2020 y 2021?
A.M.V.: No hay ni borrador ni hay informe de la Contraloría. Lo que hay es una presentación que hizo la Contraloría a otros entes de control, que nace de una actuación especial de fiscalización que adelanta de manera rutinaria, lo hace todos los años.
En el marco de esa actuación, la Contraloría les pidió a las EPS la semana pasada, puntualmente, la disposición de dineros de la UPC en temas administrativos. En el marco de esa actuación, las EPS que puedan responder y justificar cada una de esas cuentas a la Contraloría, en el marco de esa actuación y de los grupos técnicos, y revisar si está plenamente justificado, en caso de que no, se configura un hallazgo fiscal que se le notifica a la EPS y con eso se le envía un informe.
Nada de eso ha pasado. Estamos en la etapa de responder, pero sí nos tomó con mucha sorpresa la rapidez con la que la Contraloría, sin tener informes, sin conocer las EPS, sin que ellas hayan hecho uso de su derecho a la defensa, se haya advertido de esta cifra que nos parece absurda.
SEMANA: ¿Cómo interpretaron desde el gremio de las EPS el hundimiento de la reforma a la salud?
A.M.V.: Como una oportunidad para poder generar un nuevo consenso. Esta reforma no logró unir ni a los actores del sistema ni a los actores políticos. Entonces, sí creemos que se pueda avanzar en una nueva reforma más concreta, que les apunte a las dificultades de los usuarios, que es lo que debería motivarnos a todos. Y que, dicho sea de paso, con un apoyo, logre salir de manera más tranquila y sin toda esta polémica.
SEMANA: ¿Cree que el sistema de salud se está cayendo como un dominó, como lo predijo el presidente Petro?
A.M.V.: Hoy el sistema está en crisis, cuando ya tenemos la mitad de los usuarios bajo la responsabilidad del Estado, cuando el resto de EPS está advirtiendo que sigue perdiendo dinero, cuando los usuarios están viendo dificultades en su atención, uno sí puede hablar de un sistema en crisis.
Lo que creo es que si nos quedamos en la narrativa de que el sistema está en crisis, no vamos realmente a buscar las soluciones y a actuar de forma positiva. El sistema lo que necesita es que los actores nos sentemos, nos pongamos a pensar en los pacientes, en las mejoras que se requieren y que salgamos del estado caótico en el que estamos inmersos en una discusión política.
SEMANA: ¿Qué mensaje les envía a los usuarios y pacientes de las EPS del país?
A.M.V.: Un llamado a la calma. Hay una enorme responsabilidad también en los usuarios y desde luego uno entiende que por la incertidumbre que se genera se empiezan a demandar más servicios, pero también es importante actuar con cautela, acceder a través de las asociaciones de usuarios a la información de las EPS.
Creo que el compromiso que tenemos también las demás EPS es comunicar permanentemente a nuestros usuarios y mantener una atención. Finalmente, la mayor incertidumbre se genera cuando un usuario no ve respuesta, cuando tiene que activar un mecanismo de queja o reclamo o, peor, una tutela. Cuando somos capaces de mantener una comunicación, le ayudamos al sistema.