Si algo tiene Gregorio Eljach, el nuevo procurador general que fue elegido por el Senado en la tarde de este miércoles 2 de octubre para que suceda a Margarita Cabello desde febrero de 2025, es que es un hombre agradecido, obediente y leal.
Y lo demostró minutos después de su elección cuando inició su discurso en la plenaria del Senado. Fue corto, emotivo y cargado con varias dosis de cercanía con la Casa de Nariño.
Agradeció en dos oportunidades al presidente Gustavo Petro, quien lo ternó a la Procuraduría, pese a que desconoció una convocatoria pública que abrió en la que más de un candidato terminó descabezado, entre ellos, su abogado personal Héctor Carvajal y el exvicefiscal Jorge Fernando Perdomo.
“Mi agradecimiento al presidente de Colombia, Gustavo Francisco Petro Urrego, quien en un gesto de generosidad, que nunca terminaré de agradecer, postuló mi nombre ante esta corporación”, dijo inicialmente Eljach.
Minutos después, el hombre que guarda los más profundos secretos políticos del poder en el Senado reconoció que es el procurador del Congreso y de todos los colombianos porque obtuvo 95 votos, el respaldo más alto de un procurador en la historia reciente del país.
Y mencionó otra vez al jefe de Estado: “Gracias nuevamente a la oportunidad que me brindó el presidente Gustavo Petro, quien decidió distinguir a un hijo de la provincia de La Guajira para llegar a tan alta distinción”, expresó. En el Capitolio se escucharon aplausos.
Además de mencionar a Petro dos veces en el discurso de triunfo y una más en medio de la audiencia pública, antes de la votación, Eljach, sorpresivamente, se refirió al “consenso institucional”, una especie de salvavidas a la Casa de Nariño que ha buscado por todos los escenarios pactar la unidad nacional con todos los sectores políticos del país.
“El consenso es posible y el acuerdo, indispensable. Y si lo hicimos aquí, donde hay tan marcadas diferencias entre unos y otros, lo podemos hacer en la nación. Este hecho, para mí, tiene varias lecturas que con el tiempo vamos a desentrañar”, expresó.
Y siguió: “Destaco el valor del consenso. La buena política puede lograr el consenso. Si nos pudimos poner de acuerdo para elegir procurador, en medio de las diferencias, porque soy el resultado de grandes diferencias, podemos hacerlo también para tomar otras decisiones que los colombianos reclaman”.
Las palabras de Eljach fueron tan elogiosas con el Gobierno, que el ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, dijo que la elección del nuevo procurador era “una bandera blanca del poder Ejecutivo en el Congreso”.
¿A qué se refería Cristo? ¿Cree que con el arribo de Gregorio Eljach a la Procuraduría, el organismo de control será clave para tender puentes entre el Congreso y la Casa de Nariño? ¿Dónde quedó la separación de poderes?, se preguntaron sectores independientes y de oposición al Congreso.
El senador de Cambio Radical, David Luna, confirmó que no votó por Eljach y lo hizo en blanco. “Yo no voté por el candidato del presidente Petro a procurador. Voté en blanco. La Procuraduría debe ser una entidad independiente y autónoma, no un apéndice del gobierno de turno; pero, además, el presidente incumplió las reglas que él mismo estableció, saltándose la convocatoria. Me mantengo firme y con coherencia”, opinó.
Como si fuera poco, el nuevo procurador concedió una conferencia de prensa minutos después de su elección y le confirmó a la prensa que él acatará la sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que benefició a Petro cuando fue destituido por el escándalo de las basuras cuando fue alcalde de Bogotá.
“Yo soy cumplidor de la regulación jurídica, y en la Constitución también están contenidos los acuerdos internacionales. De manera que serán cumplidos”, anunció.
Esa sentencia dice que la Procuraduría es un organismo administrativo que no tiene los dientes jurídicos para sancionar o destituir a personas elegidas por voto popular, como alcaldes, gobernadores, diputados, ediles o concejales.
Uno de los primeros en reaccionar en favor de la postura de Eljach fue Gustavo Petro.
“Felicito a Gregorio Eljach por su elección como procurador general. Tenemos un camino que recorrer para cumplir las sentencias internacionales de DD. HH., abandonar cualquier camino peligroso de lawfare y adentrarnos en un acuerdo nacional para una transformación real de Colombia”, dijo.
Para distintos sectores políticos, el nuevo procurador tendrá que marcar distancia del Gobierno para preservar la separación de poderes. Por lo pronto, debe dejar claro cuál será su papel en el organismo de control cuya principal función es combatir la corrupción en Colombia.