El proyecto de reforma tributaria presentado esta semana por el ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, sigue dando de qué hablar. El punto sobre los impuestos a productos azucarados y ultraprocesados ha sido uno de los más polémicos, pues algunos sectores aseguran que impactaría negativamente el bolsillo de las clases populares.
El gobierno entrante ha insistido en que estos productos representan grandes problemas para la salud de quienes los consumen. En ese sentido, con una eventual llegada de impuestos a los alimentos ultraprocesados, se pretende reducir el consumo de los mismos.
“Este proyecto de ley propone la creación de un impuesto al consumo de la producción para su posterior venta e importación de alimentos ultraprocesados y con alto contenido de azúcares añadidos, considerando los potenciales efectos en la salud de los colombianos derivados del consumo de estos productos”, dice textualmente el proyecto que ya fue radicado en el Congreso.
Teniendo en cuenta lo anterior, esta es la lista de productos que se contemplan para una alza de impuestos:
- Carne y despojos comestibles, salados o en salmuera, secos o ahumados.
- Harina y polvo comestibles, de carne o de despojos.
- Embutidos y productos similares de carne, despojos o sangre, y preparaciones alimenticias a base de estos productos.
- Las demás preparaciones y conservas de carne, despojos o sangre.
- Papas fritas.
- Patacones.
- Chicharrones empacados.
- Snacks o pasabocas empacados.
- Galletas dulces que contengan adición de edulcorante (por ejemplo, aquellos que contengan aspartame, sucralosa, sacarina y potasio de acesulfamo).
- Barquillos y obleas, incluso rellenos (gaufrettes, wafers) y wafles (gaufres).
- Ponqués y tortas.
- Bizcochos y pasteles de dulce.
- Merengues.
- Cacao en polvo con adición de azúcar u otro edulcorante.
- Confites de chocolate.
- Frutas recubiertas de chocolate y/u otros productos de confitería y repostería, y demás preparaciones alimenticias que contengan cacao, que no sean en bloques, tabletas o barras, y que tengan adición de azúcar u otros edulcorantes.
- Artículos de confitería sin cacao, incluido el chocolate blanco.
- Helados, incluso con cacao.
- Únicamente los postres a base de leche, incluido el arequipe.
- Manjar blanco o dulce de leche.
- Salsas y sopas.
- Cereales.
Debate por el salchichón
Ante el claro objetivo de la reforma tributaria sobre gravar productos ultraprocesados y con altos niveles de azúcar, surgió una polémica en torno al futuro de uno de los alimentos más populares entre los colombianos: el salchichón.
No es un secreto que una de las combinaciones tradicionales en las tiendas de barrio es el salchichón con gaseosa, por lo que la incertidumbre sobre el precio que tendrán estos productos a futuro resultó preocupante para algunos sectores.
Aunque la gaseosa sí está dentro del listado de productos que se pretende gravar, con el salchichón existe una excepción, la cual está contemplada en el texto del proyecto y fue citada por el senador Gustavo Bolívar para intentar aclarar el tema.
“Colombianos, no se dejen engañar. La reforma tributaria del gobierno Petro NO gravará productos como el salchichón y la butifarra, entre otros”, manifestó el senador Gustavo Bolívar en su cuenta de Twitter.
Para reforzar su punto, pidió que el debate se dé con “argumentos reales”, por lo que citó textualmente el contenido de la reforma:
El texto de la reforma tributaria, en su artículo 4.3.1.2, expone que “el impuesto nacional al consumo de los alimentos ultraprocesados y con alto contenido de azúcares añadidos corresponderá a un tributo con una tarifa del 10 % sobre la tarifa del bien”.
Sin embargo, hace la siguiente salvedad: “Ahora bien, considerando la importancia de algunos de estos productos en la canasta básica de los hogares colombianos, algunos bienes no serán gravados por este impuesto para no afectar el ingreso de los hogares más vulnerables, entre los que se destacan la mortadela, la butifarra, el salchichón, entre otros”.
Este es el texto completo de la reforma tributaria presentada por el gobierno Petro: