El Senado se alista a elegir a su próximo presidente el 20 de julio, cuando inicia el segundo período de sesiones ordinarias del 2023.
A medida que se acerca el día de la elección, la puja y las tensiones por conocer al nuevo sucesor de Alexander López crecen como espuma.
El compromiso que pactaron los partidos políticos es que la Alianza Verde se quede con la presidencia en el nuevo período y allí, como suele ocurrir en todas las colectividades, hay divisiones internas.
Mientras la colectividad decide por un nombre que postulará a la plenaria, el exsenador del Pacto Histórico Gustavo Bolívar destapó sus cartas y anunció públicamente a quién le gustaría ver en dicha dignidad.
“El presidente del Senado debería ser Inti Asprilla”, dijo Bolívar.
Y, a renglón seguido procedió a describirlo: “luchador, frentero, transparente y del ala del Partido Verde que impulsa las reformas del gobierno”.
Esa, precisamente, es una de las razones que tiene al grueso del Senado contemplando la posibilidad de descartar la figura de Asprilla en la presidencia en el nuevo periodo: lo ven como un congresista radical y cercano a Gustavo Petro, y el Pacto Histórico ya obtuvo las presidencias del Senado y la Cámara en el primer año de gobierno con Roy Barreras y David Racero; ahora, el turno le corresponde a una vertiente de línea más independiente.
Inti Asprilla también es el candidato de todo el gobierno, pero él ni siquiera reúne los votos de las mayorías en la Alianza Verde por las diferencias con algunos de sus compañeros, entre ellos, Jota Pe Hernández. En el partido político, las mayorías respaldan a Angélica Lozano y no ven con malos ojos la aspiración de Iván Name.
Si la elección se hace de forma interna en la colectividad, la senadora Angélica Lozano tendría el guiño. No obstante, al interior de los Verdes insisten en darle al proceso un toque más democrático y que todos los nombres de los aspirantes del partido lleguen a la plenaria y allí se escoja.
Si eso ocurre, Iván Name será el triunfador por su estrecha cercanía con senadores de La U, Cambio Radical, Centro Democrático, el Partido Liberal, Partido Conservador, entre otros.
Además, porque lo ven como un hombre con experiencia, por encima del bien y del mal, que no tiene interés en torpedear las reformas de Gustavo Petro ni en aprobarlas de un plumazo.
Esa decisión se tomará este martes 18 de julio en un nuevo encuentro entre la Alianza Verde, donde además estarán los senadores que hacen parte de la Coalición Centro Esperanza.
Allí, en un cónclave, quisieran gritar “habemus presidente”, pero eso no ocurrirá.
Los verdes son un partido de varias vertientes que se mueve entre los petristas, los seguidores de Claudia López y otros que van por el camino del medio.
Lo más probable es que la Alianza Verde, en una decisión salomónica, decida llevar los tres nombres a la plenaria del Senado y allí se escoja al nuevo presidente, un escenario donde Angélica Lozano e Inti Asprilla, eventualmente, saldrían derrotados.
La otra ficha del gobierno es Ariel Ávila. Sin embargo, el grueso del Senado no olvida que él se hizo elegir tras realizar varias denuncias por supuesta “corrupción” por parte de algunos congresistas.