Las reacciones a la carta publicada este domingo por la periodista María Jimena Duzán no se han hecho esperar en todo el ámbito político nacional. Desde diferentes sectores se han mostrado a favor y en contra del mandatario colombiano, que le salió al paso con un mensaje muy concreto sobre sus adicciones.

La periodista, quien ha mostrado simpatía por el primer mandatario, e incluso lo acompañó en el pasado como negociadora en el proceso con el ELN, le pidió explicaciones de frente a Gustavo Petro por los vacíos que ha dejado hasta ahora su administración del país.

Sin mencionar nombres ni aspectos específicos, el excandidato a la Alcaldía de Bogotá, Gustavo Bolívar, le salió al paso a las críticas contra el mandatario colombiano y le envió un claro mensaje de frente al futuro de su Gobierno en los tres años que faltan.

“Como la ultraderecha, amplificada por medios politizados no ha podido tumbar a Petro, desde hace unos meses la centro derecha, que se camufló en el progresismo para poder llegar al poder, se viene sumando al golpe blando. El país está bajo manipulación”, señaló el excongresista.

Asimismo, fue enfático en afirmar que: “Si Gustavo Petro no mejora las comunicaciones, lo van a ahogar”. Sin embargo, el exsenador no ha sido el único en salir en defensa del jefe de Estado, pero sí el primero en mandar un mensaje tan claro directamente a Petro.

Entre las reacciones que se han dado tras la carta de María Jimena Duzán se destaca la defensa que hizo el actual embajador de Colombia en Reino Unido, Roy Barreras, quien lanzó una aguda pulla a Duzán, señalando que insinuar cualquier tipo de adicción del mandatario es una “vergüenza”.

“No tengo ninguna distancia con el presidente”: Roy Barreras dice lo que piensa de quienes acompañan a Gustavo Petro | Foto: Revista Semana

“Apreciada María Jimena. Cualquier profesional en salud mental le explicaría que si Ud. a una persona normal y sana la estigmatiza públicamente sembrando una duda sobre una supuesta enfermedad que para muchos es vergonzante, Ud. le hace daño a esa persona”.

Y también indicó el exsenador: “Peor aún, si a una persona con una condición patológica real Ud. la expone públicamente sin su consentimiento Ud. viola los derechos del paciente. Ud. me dirá que al ser un presidente una persona pública tiene la obligación de despejar toda duda”.

“Pero esa obligación que es noble virtud corresponde exclusivamente a quien representa la institucionalidad y pierde todo efecto si la pretende un tercero y menos aún si lo hace en un podcast o en una columna mediática”, sostuvo Barreras.

A su turno, la exministra de Salud Carolina Corcho también, por medio de sus redes sociales, envió un mensaje indicando que la carta de Duzán hace daño.

El presidente Gustavo Petro, el exsenador Roy Barreras y la exministra de Salud Carolina Corcho. | Foto: SEMANA

“Querida María Jimena, creo que soy la médica psiquiatra que he estado más cerca del Presidente en los últimos tiempos, he trabajado con él, he interactuando con su entorno cercano, he estado cerca a su ejercicio político desde hace 20 años, y puedo decirte que su conducta no corresponde a un trastorno adictivo. Si hubiera advertido algo de ese tenor, tendría la confianza para decírselo en privado”, trinó Corcho.

Y avanzó: “Lo problemático de tu carta es que induce a una estigmatización, una etiqueta que, dada en un contexto mediático, por fuera de una relación médico paciente, resulta en la generación de daño al jefe de Estado que representa una institucionalidad”.

“Uno puede estar de acuerdo o no con la forma de gobernar del presidente, los hábitos que orientan su forma de administrar lo público, pero insinuar o atribuir esto a un trastorno mental es un límite que resulta irresponsable, generador de desconfianza e inestabilidad política. Un abrazo y saludos cordiales”, concluyó.

Cabe resaltar que Duzán le dijo a Petro: “Presidente, si usted tiene un problema de adicción, lo invito respetuosamente a que lo devele. La adicción es un problema de salud que afecta a muchos colombianos y aceptarlo no es ni pecaminoso ni es una falla moral”, dice en la entradilla de su artículo.