Siguiendo su estrategia de lucha contra las economías ilícitas por parte de organizaciones criminales, el presidente de la República, Gustavo Petro, anunció que alista medidas que eviten seguir enriqueciendo a ese tipo de estructuras delincuenciales.
En ese sentido, el mandatario colombiano indicó que su objetivo es dificultar que el insumo de la gasolina sea usado para la producción de economías ilícitas, como el caso de los laboratorios de procesamiento de cocaína.
“Vamos a dificultar el que la gasolina de Colombia, que es de Ecopetrol, sea usada en esta producción de economía ilícita; vamos a dificultar que el cemento sea usado”, sostuvo Petro.
Y añadió en una declaración que dio al finalizar un consejo de seguridad en Nariño: “Vamos a poner una empresa comercializadora de oro del Estado para que compre oro en el departamento de Nariño, que pague sus impuestos a los municipios y al departamento, como la norma y la ley dicen, que este oro ilícito no fluya hacia Segovia sin pagar los impuestos”.
“Fundamentalmente, que deje de ser ilícito, para lo cual hay que hacer una gran reforma en la titulación. No es posible hacer la paz si el territorio de Colombia se entrega en minería, a la gran multinacional, al gran capital o a los amigos del presidente de turno”, expresó Petro.
Gustavo Petro hizo un llamado a organizaciones criminales a construir “confianza” con el Gobierno y “a mirar el sol sin temor”
En esa misma agenda regional que adelantó el presidente Gustavo Petro en Nariño, lanzó un mensaje directo a las organizaciones criminales que quieran sumarse a su política de la paz total.
Al término de un consejo de seguridad, el mandatario colombiano señaló que el objetivo que tiene su administración es el de construir “confianza”, con las estructuras que quieran dejar las armas y la violencia.
De la misma manera, indicó el jefe de Estado que su Gobierno “le dará la mano” a las organizaciones que tomen la real postura de transitar de economías ilícitas a lícitas.
“A las organizaciones armadas y legales que hacen presencia en este territorio y en otros lugares que han expresado, a través de sus cartas y de conversaciones, querer transitar hacia lo legal, lo lícito, salir de la oscuridad y abrirse, no sin riesgos, creo yo”, sostuvo Gustavo Petro.
Y afirmó en su declaración: “A la posibilidad democrática a estar junto con su pueblo, a mirar el sol sin temor, les decimos que iniciamos ese proceso de pacificación de Nariño”.
“Que mientras sea sincera la voluntad de dejar la actividad armada y violenta, el Gobierno les dará la mano, ayudará, tratará de que los temores no se vuelvan realidad, construiremos confianza”, anotó el presidente Petro.
Sin embargo, este lunes 8 de abril se conoció que Iván Mordisco, el sanguinario jefe de las disidencias de las Farc, estaría a punto de patear nuevamente la posibilidad de dejar las armas e ingresar a la vida civil. Así lo ha venido revelando SEMANA, mientras el alto comisionado para la Paz, Otty Patiño, no escondió las fracturas internas del grupo armado.
Esa información la maneja de forma reservada el gobierno de Gustavo Petro, que ha endurecido su discurso en contra del temido subversivo. “Quiero que cojan vivo a Iván Mordisco, no me lo maten”, pidió el presidente recientemente.
Petro no tuvo límites para hablar del guerrillero porque conoce sus andanzas.
Además, el subversivo ya se había burlado del proceso de paz en el gobierno de Juan Manuel Santos porque amagó con ser parte de la negociación, pero, sorpresivamente, se internó de nuevo en las selvas colombianas.
SEMANA estableció, con fuentes de alta credibilidad del Gobierno, que Iván Mordisco está en un verdadero limbo porque se quedó solo y, al parecer, debilitado en hombres, ya que el grueso de sus estructuras guerrilleras decidieron seguir en la mesa de negociación de Petro.
De hecho, este lunes 8 de abril, en San Vicente del Caguán, Caquetá, el Gobierno y el Estado Mayor Central de las disidencias avanzan en las conversaciones, pero Iván Mordisco no llegó. Tampoco sus estructuras.