Pese a que aún se está discutiendo la reforma pensional en el Congreso de la República, el presidente Gustavo Petro reveló que su gobierno empezará a aplicar ese polémico proyecto.
Según el propio mandatario colombiano, se trata de un “bono pensional” que en principio recibirán los campesinos cafeteros y las mujeres mayores de 80 años que no tienen pensión.
De acuerdo con el jefe de Estado, es un “bono pensional” de $ 225.000 mensuales, e indicó que de aprobarse su reforma, se extenderá a más personas.
“Aun sin aprobar la reforma pensional vamos a pasar el bono pensional para mayores de 80 años sin pensión en todo el país de 80.000 pesos mensuales a 225.000 pesos mensuales”, posteó Petro.
Y agregó: “Comenzaremos con el campesinado cafetero, la mayoría mujeres, que no tienen pensión. El programa se extenderá en edad y personas si la Cámara de Representantes logra aprobar la reforma pensional”.
A las carreras la reforma pensional
Cabe señalar que una audiencia pública realizada el martes 14 de mayo, una primera reunión de concertación ese mismo día, un trabajo hasta altas horas de la noche el miércoles y la posterior reunión final el jueves hasta el medio día fueron la antesala de la presentación de la ponencia de la reforma pensional que finalmente fue radicada el viernes 17 de mayo en el Congreso de la República, que tiene nerviosos a los parlamentarios. En particular, Víctor Salcedo, ponente de la iniciativa, dice que “cuatro días para hacer y presentar una ponencia es muy poco tiempo”.
Por ese motivo, el viernes, cuando le pidieron firmar la ponencia, decidió no hacerlo, camino que siguieron otros pares, pues de nueve ponentes del nuevo documento que entra a tercer debate en esta semana, solo firmaron cinco, confirmó Salcedo.
Según contó el representante a la Cámara por el partido de La U, tenía 26 proposiciones y, aunque tiene que reconocer que varias de ellas le fueron aceptadas, también debe aceptar que hay puntos alrededor de los cuales hay mucha divergencia.
Es el caso del famoso umbral desde el cual se va a pasar a los cotizantes de los fondos privados hacia Colpensiones, lo que está previsto en el componente contributivo, dentro del esquema de pilares que se introducirá si se aprueba la reforma.
De acuerdo con lo comentado por el ponente del proyecto de ley, uno de los puntos de mayores divergencias sigue siendo el del umbral. No en vano, los voceros del Pacto Histórico, partido de gobierno, plantearon lo que ya había mencionado el presidente Gustavo Petro: volver a establecer el traslado obligatorio de la parte de la cotización pensional que está en los fondos privados, hasta los 4 salarios mínimos. Esa parte, de acuerdo con lo explicado por la ministra del Trabajo, Gloria Inés Ramírez, entre más alto el umbral, mejor, pues habría más recursos para el fondo de ahorro. Pero varios puntos de vista de analistas y directivos de centros de pensamiento no lo ven de la misma manera.
Entre tanto, el Partido Verde aboga por dejar el umbral en 3 salarios mínimos, nivel en el que estaba antes del cambio que se introdujo en el debate en plenaria de Senado, cuando se llevó a cabo el segundo debate.
Los liberales, por su parte, que fueron quienes habrían negociado en primera fila para bajar el umbral hasta los 2,3 salarios mínimos, abogaron por dejarlo en 2 salarios, según contó Salcedo.
Los defensores de los 2,3 salarios, umbral en el que está ahora la reforma pensional, son los conservadores y las curules de paz, mientras que Salcedo dice que, en coherencia con la propuesta de Norma Hurtado, que en el Senado presentó propuesta alternativa de reforma, se inclina por 1,5 salarios mínimos.
“Durante las reuniones para la elaboración de la ponencia defendimos la idea que se avance y se debata en la comisión VII y en Plenaria”, indicó finalmente Salcedo.