El presidente Gustavo Petro instaló el nuevo período de sesiones ordinarias del Congreso este 20 de julio y, en medio de su intervención, dejó ver nuevamente que para él o, al menos, para sus intenciones con el país, no son suficientes cuatro años.
Lo dijo cuando le informó al Senado y la Cámara que se redujo en un 10 por ciento en el último año la cantidad de pobres en el campo colombiano. “Si pudiéramos hacerlo seis, siete años seguidos (...)”, expresó.
Y, consciente de la polvareda política que levantarían sus palabras, aclaró: “No saquen de esto reflexiones que la prensa siempre usa para atacarme”, añadió.
Su expresión generó ruido al interior del Congreso porque Gustavo Petro no ha escondido su interés por presentar una ley en la presente legislatura que lleve al país a una eventual Constituyente que desencadenaría en una posible reelección presidencial.
Petro ha dicho que no está interesado en reelegirse, pero algunas de sus acciones, o confusos discursos, hacen suponer lo contrario.
Emocionado por sus logros en materia agraria, Petro les dejó claro a los congresistas: “Este es el momento de una reforma agraria, no es una súplica, ha quedado escrito en la Declaración Unilateral de Estado”, anunció el primer mandatario.
Recordó que el proceso de paz que firmó el gobierno del presidente Juan Manuel Santos y las Farc fue elevado a Declaración Unilateral de Estado lo pactado.
“Dice que debemos entregarle al campesinado de Colombia tres millones de hectáreas fértiles. ¿Saben cuántas hemos podido comprar en nuestro gobierno? En dos años hemos adquirido 184.000. Eso significa que ese acuerdo de paz se cumpliría casi en 20 años, mucho más allá de lo que el acuerdo de paz fijó como fecha límite”, reconoció.
Petro explicó que hay un compromiso con la humanidad de cumplir con el acuerdo de paz firmado con las Farc. “Ese acuerdo de paz sí contiene un discurso alrededor de la agricultura y del campo, porque habla de la posibilidad de integrar el territorio excluido. Y yo los voy a invitar a ustedes a cambiar las normas que nos permita, efectivamente, hacer una reforma agraria en Colombia y lograr que el territorio excluido pueda incluirse en el desarrollo nacional”, les dijo a los congresistas.
Esa ha sido su intención desde que llegó al poder en agosto de 2022. Sin embargo, por el Ministerio de Agricultura han pasado dos ministras (Cecilia López y Jennifer Mojica) y el Gobierno no ha cristalizado dicha reforma.
Petro, además, anunció que en el terreno de la agricultura, al país le está yendo bien.
“La estadística del 9 por ciento de crecimiento anual no es para despreciarla, sino para sostenerlas a largo plazo. Nunca antes la agricultura, por lo menos durante este siglo, había crecido esos niveles. Es lo que yo llamo salir de la extracción para pasar a la producción”, afirmó.
El Presidente pronunció un discurso más propositivo que combativo este 20 de julio donde insistió en los problemas del hambre, la pobreza y la desigualdad en el país. También, sorpresivamente, reconoció su responsabilidad política en el nombramiento del exdirector de la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo, Olmedo López, cerebro del mayor escándalo de corrupción del Gobierno, y les ofreció perdón a los congresistas y al país.