El presidente Gustavo Petro convocó a los colombianos a marchar los próximos 14 de febrero y primero de mayo, en señal de respaldo a sus ambiciosas y controvertidas reformas que serán radicadas en el Congreso. A diferencia del pasado, el apoyo podría ser menor del esperado. ¿Por qué?

En las centrales sindicales hay profundas dudas sobre la conveniencia de salir a las calles para apoyar al Gobierno. “No hay unanimidad en el movimiento sindical para participar de la convocatoria del Gobierno”, le dijo a SEMANA Francisco Burchardt, presidente del sindicato de la Cancillería y miembro del comité ejecutivo de la CGT.

Quienes no quieren marchar argumentan que los sindicatos no pueden ser un apéndice de la Casa de Nariño. Además, reclaman que se desconozcan los textos de las reformas, por lo que se oponen a firmar un cheque en blanco. Tampoco están de acuerdo con los anuncios de la ministra de Minas y Energía, Irene Vélez, sobre no darles vía libre a nuevos contratos de exploración y explotación de petróleo y gas.

El presidente Gustavo Petro convocó a dos marchas el 14 de febrero y el primero de mayo en respaldo a sus reformas sociales. | Foto: Juan Carlos Sierra

Las diferencias en los sindicatos han generado conflictos como hace tiempo no sucedía. El pasado 24 de enero, varios líderes emitieron un comunicado en el que anunciaron que no saldrán a las calles. La carta fue firmada por 66 personas.

De manera paralela, Francisco Maltés, presidente de la CUT, publicó un comunicado ese mismo día en el que les pidió a los sindicatos salir a apoyar a Petro. “Por supuesto que somos cercanos a Petro. Yo le hice campaña, eso no es ningún delito”, afirmó. Reconoce que hay voces en la central sindical que no están de acuerdo con su posición y dijo que eso es respetable.

Una de ellas es la de Diógenes Orjuela, una de las caras más visibles de los paros contra el Gobierno de Iván Duque, y quien no está de acuerdo con que los sindicatos sean cercanos a cualquier mandatario. “La agenda del movimiento sindical no tiene por qué depender de las convocatorias del Gobierno.

Eso es perder su independencia y su autonomía”, reclamó. Este viernes, el sector que lidera Orjuela expidió otro comunicado en el que enfatiza que la discusión de las reformas es una competencia autónoma del Gobierno.

La anterior convocatoria desde el Pacto Histórico tuvo poca acogida. | Foto: GUILLERMO TORRES

Sin la misma fuerza

El Comité del Paro, que se movilizó contra el expresidente Duque, y que muchos interpretaron como un impulso para la campaña de Petro, no tiene hoy la misma fuerza. Esa instancia no se ha vuelto a reunir y no hay lineamientos sobre la conveniencia de salir a las calles.

Un precedente sobre lo que podría ocurrir el próximo 14 de febrero es lo que sucedió en la marcha del 15 de noviembre del año pasado, que contó con poca asistencia. Por el contrario, la marcha del primero de mayo podría ser diferente, ya que se trata de un día de reivindicación para los trabajadores y que generalmente tiene mayor asistencia.

La oposición también ha planteado salir a manifestarse en contra del Gobierno.

“Es muy extraño el ambiente. No tiene presentación que se nos convoque desde el Gobierno”, aseguró Burchardt, quien no está de acuerdo en que Petro aproveche ese día para proponer un Estado de opinión sobre las reformas sociales que llevará al Congreso.

A eso se le suma que la oposición había convocado previamente a una marcha contra el Gobierno el mismo 14 de febrero. Hay preocupación sobre posibles conflictos en las calles.

Maltés considera que ambos sectores pueden salir a marchar sin violencia; sin embargo, hay otros sindicalistas que creen que con el nivel de polarización que vive el país ese sería un experimento que podría resultar muy mal.