El presidente Gustavo Petro tuvo una charla con la editora de The Washington Post, Lally Weymouth. La periodista le hace una particular presentación a su conversación con el primer mandatario colombiano.
“Muchos colombianos contuvieron la respiración cuando el izquierdista Gustavo Petro asumió la Presidencia en agosto de 2022. Exmiembro del grupo terrorista M-19, declaró su objetivo de lograr una ‘paz total’ en un país plagado de violencia. Prometió hacer la transición de Colombia hacia una economía verde y se comprometió a eliminar gradualmente la exploración de petróleo y gas. También sugirió despenalizar partes de la industria de la cocaína”, escribe Weymouth.
En su charla con ella, Petro es radical. Y así mismo se describe. Repite la palabra varias veces. “Me considero un demócrata radical”, sostiene. “Colombia debe someterse a una transformación radical”, enfatiza.
El presidente se niega a llamar terroristas a los miembros del M-19. La periodista le pregunta cuál es el mayor logro que quiere alcanzar en el Gobierno y él contesta con convicción: la ‘paz total’. Asegura que los colombianos han vivido 75 años de violencia y que va a incluir a la totalidad de grupos armados en sus negociaciones para lograr cambiar esa desdicha.
Allí cuenta que él se unió al movimiento M-19 en 1978, cuando era muy joven. Pero en el momento en que ella le pregunta si se trataba de un movimiento terrorista, el primer mandatario contesta cortante: “Simón Bolívar fue llamado terrorista”.
“Un movimiento insurgente revolucionario. En ese momento vivíamos un estado de sitio permanente”, aseguró. Y luego dio un ejemplo. “(El presidente chileno elegido democráticamente, Salvador) Allende había sido derrocado con la ayuda del Gobierno de Estados Unidos. Eso resolvió un debate en la izquierda latinoamericana”, sostuvo.
El presidente habla del Che Guevara, que buscaba la revolución con armas, y de quienes la han buscado por medio de las elecciones. Y sobre Colombia dice algo claro: “Con la derrota de las Farc y su negociación con el presidente Juan Manuel Santos en 2016, comenzó una nueva fase de violencia. Y esta violencia está ligada exclusivamente a las drogas”.
Sobre la lucha antidrogas, el presidente compartió sus críticas al Gobierno norteamericano con el medio. “No hay que confundir la hoja de coca con la cocaína. La hoja de coca es el cultivo del campesino. La lucha contra las drogas ha estado dirigida contra los campesinos y no contra los grandes narcotraficantes que hoy ni siquiera son colombianos”, asegura.
“Estados Unidos cometió un error al confundir la lucha contra el narcotráfico con la lucha contrainsurgente”, agrega.
El primer mandatario habla de la falta de resultados de la estrategia de la Casa Blanca en la lucha antidrogas. “Estados Unidos ha cambiado su consumo de drogas ilícitas de marihuana y cocaína a fentanilo, lo que puede provocar la muerte de millones de personas en los próximos 50 años. De modo que el resultado neto es un profundo fracaso”, concluye.
Las críticas constantes de su administración a los medios de comunicación es uno de los temas que toca el primer mandatario. “En el pasado, los gobiernos colombianos han cerrado varios medios de comunicación que los criticaban. No he cerrado ninguno”, dice.
Y hace un señalamiento. Asegura que él lo que hace es corregir los errores de los periodistas cuando tratan los temas de su gobierno, pero que “los errores no son simples errores, sino esfuerzos por destruir con calumnias un gobierno elegido democráticamente”.
“Cuando corrijo a los periodistas, piensan que eso es censura de prensa. (Bajo mi presidencia) ningún medio de comunicación será cerrado y ningún periodista será perseguido, como ha ocurrido en el pasado inmediato”, sostiene.
El Post también le pregunta por la situación judicial de su hijo, frente a lo que responde que se “está investigando”. Sobre su hermano, en cambio, asegura que lo que se ha dicho de él “no es verdad. Ese es el tipo de calumnias (de la prensa) de las que hablé hace un momento”.