Por directriz del presidente de la República, Gustavo Petro, la totalidad de los recursos provenientes del impuesto al carbono del primer trimestre de este año, los cuales superan los $26.000 millones, fueron destinados a proyectos de sustitución de cultivos ilícitos por medio del Fondo Colombia en Paz.
Carlos Hernández, subdirector administrativo y financiero del Fondo, reveló detalles de la ejecución de esos recursos en el marco de la política del mandatario colombiano de la ‘paz total’, en el cual se han beneficiado, según el Gobierno nacional del Pacto Histórico, más de 3.000 familias.
“La totalidad de recursos recaudados durante el primer trimestre del año por este tributo ($26.651 millones) los destinamos a la Dirección de Sustitución de Cultivos de Uso Ilícito, para garantizar proyectos productivos que contribuyan a la implementación del acuerdo de paz”, sostuvo Hernández.
También indicó en diálogo con la emisora de la Presidencia: “En su gran mayoría a actividades contractuales que beneficiarán a 3.030 familias campesinas en el componente de ciclo largo, en diferentes zonas rurales del territorio nacional, que hacen parte del Programa Nacional de Sustitución -PNIS”.
Se reveló desde esa entidad del Gobierno que el objetivo de los proyectos y los multimillonarios recursos es “la superación de condiciones de pobreza y marginalidad de las familias campesinas que derivan su subsistencia de estos”.
“Se realizó el trámite de actualización de su proyecto de inversión y que, de acuerdo con lo dispuesto en la Ley de Páramos y la más reciente Reforma Tributaria, son los garantes para la recepción de estos recursos”, insistió el alto funcionario.
Agregó: “Este tema va muy de la mano con temas de sostenibilidad ambiental y, en gran parte, con la línea de acción de proyectos productivos, el impuesto al carbono se cobra a los emisores de CO2 en el país, a través de la Dirección de Impuestos (Dian) y el Ministerio de Hacienda y Crédito Público”.
Estados Unidos confirma que dejará de monitorear los cultivos ilícitos en Colombia
El gobierno del presidente Joe Biden abandonó de manera silenciosa un indicador clave usado durante décadas para medir el éxito en la lucha contra las drogas, al suspender el monitoreo satelital de los cultivos de cultivos ilícitos en Colombia en medio de un aumento en la producción de cocaína en Sudamérica.
Un portavoz del Departamento de Estado indicó que la medida era “temporal”, pero no dio un plazo para la reanudación de la recopilación de datos ni explicó por qué se suspendió. Tampoco se sabe si los estudios satelitales continuarán en Perú y Bolivia, que en conjunto representan aproximadamente la mitad de la producción de coca en la región andina.
La medida provocó indignación entre los republicanos del Congreso de Florida, que han estado exhortando al presidente a que se descalifique al Gobierno de Colombia por no cooperar con la lucha antinarcóticos de Estados Unidos.
Pero coincide con la campaña del presidente Petro para reenfocar las actividades policiales fuera de los remansos rurales donde se cultiva coca, y en lugar de ello perseguir a los narcotraficantes en gran escala y lavadores de dinero que obtienen la mayor parte de las ganancias del tráfico de drogas.
“Evaluamos constantemente la efectividad de varias medidas antinarcóticos y hacemos cambios en nuestras labores según sea necesario”, dijo el portavoz del Departamento de Estado estadounidense en un comunicado enviado por correo electrónico.
El vocero hizo las declaraciones bajo la condición de guardar el anonimato, porque esas son las políticas de la agencia. “Seguimos trabajando con el Gobierno de Colombia en el monitoreo de cultivos ilícitos de coca”.
Reacciones ante la decisión de Estados Unidos
Las autoridades de Estados Unidos no han comentado qué provocó el cambio de política, pero los republicanos han aprovechado esta decisión para atacar al presidente Petro, en un momento en que él busca mejorar los vínculos con el gobierno venezolano e intenta llegar a un acuerdo con el ELN, la última insurgencia de izquierda que aún opera en Colombia.
“Este es un regalo para el Gobierno de Petro”, declaró el senador de Florida Marco Rubio, vicepresidente de la Comisión Selecta del Senado sobre Inteligencia y miembro sénior de la Comisión de Relaciones Exteriores, en una declaración a The Associated Press. “Es otro ejemplo de cómo el gobierno de Biden da concesiones a gobiernos de extrema izquierda en la región”.
El jefe de Estado ha rechazado esas críticas, alegando que Estados Unidos haría bien en volver a centrar su atención en la crisis del fentanilo, a la que se culpa de decenas de miles de muertes por sobredosis.
Adam Isacson, director de supervisión de defensa de la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos, dijo que el monitoreo satelital de los cultivos de coca ofrece información valiosa sobre la capacidad de Colombia para reafirmar el control del Estado en áreas remotas y económicamente deprimidas que por mucho tiempo han estado controladas por grupos armados ilegales.
El gobierno de Joe Biden ha tratado de minimizar cuidadosamente las diferencias políticas con el primer gobierno de izquierda de Colombia en lo que respecta al narcotráfico, comercio, negociaciones con grupos rebeldes armados y sanciones al régimen de Venezuela, y en lugar de ello ha hecho énfasis en las más de dos décadas de estrecha cooperación bilateral.
*Con información de AP y SEMANA.