Las marchas para presionar a la Corte Suprema de Justicia para que eligiera una nueva fiscal general terminaron en que manifestantes sitiaron las instalaciones de las altas cortes, impidiendo la salida de los magistrados. Incluso, algunos hablan de “secuestro colectivo” contra los funcionarios.
El presidente Gustavo Petro, en su cuenta de X, defendió en todo momento a los manifestantes y aseguró que la movilización no fue ordenada por él.
“La movilización de hoy no es cierto que sea ordenada por mí, ni que vaya en presión contra la Corte, a la que di todo mi respaldo y garantía”, dijo Petro en un trino.
Sin embargo, sus indicaciones a los sindicatos y su respaldo a quienes marcharon para forzar una decisión de la Corte Suprema de Justicia desmienten al mandatario.
Todo comenzó con un extenso mensaje del presidente en sus redes sociales, advirtiendo sobre una “ruptura institucional” y sobre una toma de la Fiscalía General de la Nación por parte de “mafias”.
“Esta ruptura institucional ha llegado al máximo desespero, porque las mafias no quieren perder control de secciones enteras de la Fiscalía, que he puesto en peligro por haber presentado una terna de mujeres decentes”, dijo en su comunicado, traducido en varios idiomas.
Frente a esto, el mandatario solicitó “al pueblo la máxima movilización popular por la decencia”.
Luego, en otro trino, hablando de la alternancia en la Fiscalía General de la Nación, hizo explícita su solicitud a la ciudadanía.
“El presidente de la República le pide a la ciudadanía en todos los municipios del país y en todos los barrios y veredas configurar las coordinadoras de organizaciones y fuerzas populares. Sin ninguna violencia alistar jornadas de una muy grande y profunda movilización para defender el voto popular. Los golpes se responden desde las instituciones democráticas desde la ley y la justicia, y desde las calles, con alegría y paz, pero con contundencia, tal como lo hicimos con el siniestro procurador Ordóñez y la Bogotá Humana”, dijo Petro en X, pidiendo transmitir el mensaje por todas las redes, emisoras y medios populares.
También retuiteó trinos como uno publicado por Gustavo Bolívar, quien aseguró que “si toca defender la causa en las calles, lo hacemos”.
El 6 de febrero, dos días antes de que la Corte Suprema de Justicia se reuniera para elegir nueva fiscal, Petro se citó con el presidente y vicepresidente de la corporación. Dijo al mismo tiempo que “un gobierno progresista no atacará la justicia, pero sí a la impunidad”, pero remató con que la Presidencia solicitó “organizar las coordinadoras de fuerzas populares en cada municipio y departamento”.
“Todo intento de golpe o violencia será respondido por la movilización popular general”, advirtió.
Las publicaciones con mensajes contradictorios también se llevaron a cabo el mismo 8 de febrero, día en el que la Corte Suprema de Justicia se reunió para tomar la decisión. Dijo que la movilización no fue ordenada por él, pero al tiempo, que solicitó la organización para marchar.
“He solicitado al magisterio ser el eje articulador de la coordinación de organizaciones y fuerzas populares en cada municipio de Colombia. La organización de la ciudadanía también es un derecho constitucional y he solicitado a la ciudadanía estar lista a una movilización generalizada si se produce una ruptura institucional que busque acabar el mandato popular”, dijo.
Luego, al ver a la gente en las calles, el presidente publicó: “Comienzan las marchas por la decencia en Colombia”.
Y expresó que le “gustó” ver a la gente marchar en Medellín, calificándola nuevamente como “marcha de la decencia”.
“Lo que más me gustó hoy, además de hablar, quizás, ante la instancia más poderosa del mundo, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas en Bogotá, [fue] esta marcha en Medellín por la decencia. Una Medellín progresista, diversa, de altísima cultura y arte, de conocimiento, de igualdad social, y de oportunidad para sus juventudes populares, debe ser el mayor paraíso sobre la tierra”, expresó.
Fue después de promover e incentivar la marcha y permitir que escalara que pidió que la Policía Nacional garantizara la movilidad de los magistrados sitiados por los manifestantes.
“Aquí la única que ataca la justicia es la exterma derecha que teme una fiscal decente. Por tanto, le ordeno a la Policía Nacional actuar sobre las personas que impiden la libre movilidad de magistrados y presentar un informe público de quienes se tratan”, dijo Petro, a eso de las 3:10 p. m., cuando los magistrados ni siquiera pudieron ingresar comida después de no elegir fiscal.
En otro mensaje defendió a los manifestantes, asegurando que tienen el “derecho de manifestarse”.
“La protesta del pueblo no es contra la justicia, sino contra la mafia que se toma la justicia. La mayoría de la ciudadanía colombiana está por un país de la decencia”, agregó.
Y volvió a solicitar la coordinación de las “juntas de organizaciones populares en cada municipio para defender la democracia y el voto popular”.
Poco después envió un mensaje contradictorio, asegurando que existieron “infiltrados” en la marcha.
“En mi gobierno no se permiten infiltrados en las marchas con objetivos políticos que no son los de los manifestantes. Estas personas enviadas para bloquear el Palacio deben ser profundamente investigadas. La orden a la Policía es despejar las puertas con respeto pero con contundencia. Punto”, trinó.
Y respondió al comunicado de los magistrados defendiendo a quienes integran la protesta: “No hay más petición de los manifestantes que decencia”.
El presidente envió mensajes contradictorios antes, durante y después de la jornada de protestas. Mientras incentivaba y justificaba la movilización de adeptos para presionar a la Corte Suprema de Justicia, aseguró que nunca la ordenó y pidió desescalar el bloqueo de la salida a los magistrados. Al mismo tiempo, justificó y defendió la protesta, alegando que solo querían “decencia”.
Lo cierto es que el mandatario colombiano no puede negar que hizo parte importante de la organización de la manifestación que terminó con la Corte Suprema de Justicia sitiada.