A menos de 24 horas de abrirse las urnas y de que los bogotanos escojan al sucesor de la alcaldesa Claudia López, el presidente Gustavo Petro no habló de la jornada electoral ni del riesgo en materia de seguridad que advierten las autoridades. Se refirió al metro de la capital y su obsesión por construirlo de forma subterránea, el plato fuerte de controversia en esta campaña electoral.
“La demora en hacer el metro subterráneo ya le generó a los 13 propietarios privados de los buses de TransMilenio de Bogotá medio billón de pesos de utilidades que no hubieran tenido si se hubiera construido, mientras el valor de la incomodidad del pueblo bogotano es incalculable”, advirtió el jefe de Estado.
Con todo, dijo a través de sus redes sociales “que ya no se puede llorar sobre la leche derramada”.
Lo que sí se puede hacer —según comentó— “es acelerar las obras del metro y mejorarlo sustancialmente”, expresó.
Contó que recogió la propuesta de la alcaldesa Claudia López, “expuesta por ella en la reunión de alcaldes capitales en los Llanos Orientales y luego la que ella misma me propuso en el Palacio de Nariño, las he aceptado y adelantado para volverlas realidad”.
De acuerdo con el presidente, “esas propuestas combinan el actual contrato de metro elevado desde el patio taller hasta la carrera 50 por la Primero de Mayo, por lo cual sigue su construcción sin problemas, y de ahí retomamos los estudios hechos en mi administración para hacer el tramo subterráneo desde la Carrera 50 y por el centro hasta la Calle 72″.
En su opinión, “deberíamos llevarlos hasta la calle 100 para descongestionar la séptima y articular con el Tranvía del Norte”.
Todos los estudios están hechos, según Petro.
“El contratista estaría dispuesto y el Gobierno chino también en ponernos de acuerdo. Como del presupuesto nacional sale del 70 % al 100 % de la financiación del metro, propongo asumirlos por la nación, siempre que el Distrito se comprometa a invertir el 30 % de los recursos del total del metro que le correspondería en la construcción de sedes universitarias de la educación superior y en adelantar la construcción de la red de tranvías y la electrificación del transporte de Bogotá”, dijo textualmente.
Y siguió: “Mi propuesta es que la licitación del tramo subterráneo de la calle 72 desde la carrera 11 hasta Engativá y Suba, presentada por la misma alcaldesa, se licite conjuntamente con el tramo subterráneo de la carrera 50 con Primero de Mayo hasta la calle 116 con carrera novena”.
De esta manera, de acuerdo con el presidente, no habrá pérdida de tiempo y Bogotá tendrá una de las líneas de metro más rentables del mundo. Paralelamente, “descongestionaremos la carrera séptima al llevar buena parte de tráfico que hoy llega por la séptima hasta la 100 al metro subterráneo”.
Igualmente, el jefe de Estado le propuso a Medellín que la nación asuma lo que queda de la deuda que la ciudad tiene con el Estado por la construcción del metro, a cambio de dedicar, como en el caso bogotano, los recursos que liberarían, a la construcción de sedes públicas de educación superior y a la construcción de los cables del norte de la ciudad. Examinaremos la construcción del tren de cercanías”.