El presidente Gustavo Petro no atraviesa un buen momento en su gobierno.
En su primer año en la Casa de Nariño, además de sortear los escándalos en su contra, provocados por su hijo Nicolás Petro, su exembajador Armando Benedetti, su exjefe de gabinete, Laura Sarabia, y su hermano, Juan Fernando Petro, al jefe de Estado parece que no le están copiando sus ministros.
Al menos, el grueso de sus funcionarios no parece ir a la misma velocidad del mandatario en estos primeros 12 meses.
La ejecución del Gobierno es pobre y no supera el 30 % en lo corrido de 2023. El problema es que en menos de cinco meses finalizará el año y gran parte de los dineros no se ejecutarán, pese a las necesidades de las regiones en el país. El agravante es que la nación podría reducir sus finanzas en el nuevo año.
“Ministros que no ejecuten, se les reducirá presupuesto”, advirtió el senador Efraín Cepeda, quien hace parte de la Comisión Tercera de Senado.
SEMANA conoció que Gustavo Petro presidió su tradicional consejo de ministros este lunes 14 de agosto, en la Casa de Nariño y quienes lo conocen dicen que nunca lo habían visto como estaba en la noche anterior.
El presidente dirigió el encuentro visiblemente molesto con las cifras de ejecución de los ministros y pasó al tablero a cada uno de sus máximos funcionarios.
SEMANA conoció que el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, fue el peor librado y quien recibió la garrotera más fuerte del presidente. La pobre destinación de recursos, entre otros temas, fueron las razones de la molestia.
En el consejo de ministros, que se extendió hasta las 2:00 a. m., hubo fuertes reparos a la gestión adelantada por el Ministerio de Medio Ambiente, liderado por Susana Muhamad, y el Ministerio de Agricultura, y su titular Jhenifer Mojica, a quien le pidió resultados frente a la compra de predios y de paso cumplir su promesa de gobierno de entrega de tierras a las familias más vulnerables.
En el consejo de ministros quedó sobre la mesa la diferencia que existe entre la ministra Mojica y el director de la Agencia Nacional de Tierras, Gerardo Vega. El presidente pidió que trabajaran de la mano y se pusieran de acuerdo para alcanzar la meta.
Petro está inquieto con las cifras de la Agencia Nacional de Tierras, porque mientras su director Vega dice que han formalizado más de un millón de hectáreas rurales desde que inició el gobierno de Gustavo Petro, el diario El País de España reveló un informe interno de la Oficina de Inspección de Gestión de Tierras que habla de una cifra inferior a las 200.000.
De acuerdo con el documento publicado por el medio español, del millón de hectáreas que muestra como trofeo el director Vega, más de 600.000 pertenecen a gobiernos anteriores, mientras que 250.000 no tienen una fecha exacta. El presidente Gustavo Petro pidió explicaciones sobre ese tema.
La pobre ejecución del Gobierno llevó a la bancada del Pacto Histórico, que respalda al gobierno Petro, a adelantar un debate de control político en la Comisión Tercera del Senado, donde le pidieron cuentas a cada uno de los ministros. “Estamos preocupados”, le reconoció en su momento la senadora Clara López a este medio.
SEMANA estableció que la molestia del jefe de Estado fue tan evidente que lanzó una dura advertencia: les concedió a sus ministros un mes de plazo para cumplir sus logros y quien no lo haga tendrá que renunciar al Gobierno nacional. El fuerte anuncio también se extendió a los directores de entidades descentralizadas, porque algunos ministros aseguraron que el cuello de botella eran dichos funcionarios.