SEMANA: ¿Cómo recibió su elección como presidente del Concejo de Bogotá por segunda ocasión?
Samir Abisambra (S. A.): Muy bien. Siempre representar a la corporación es un honor para uno y, obviamente, intentaremos hacerlo nuevamente muy bien, dándoles oportunidades y garantías a todas las bancadas para que puedan hacer su trabajo como concejales, como debe ser, tanto de control político, como de elaboración de temas normativos como proyectos de acuerdo. Entonces esperamos que todo nos salga muy bien para el próximo año.
SEMANA: ¿En qué se va a enfocar en esta nueva gestión como presidente del Concejo?
S. A.: Yo creo que lo importante es que a veces uno siente que estamos un poco lejanos a la administración como tal, uno siente a veces que el alcalde no es tan cercano al Concejo, y esa es una misión muy importante, podernos acercar, y no para administrar, sino para efectivamente plantear nuestros puntos de vista, porque el Concejo también tiene un mandato popular, los concejales también tenemos unos seguidores, unos votantes que nos eligieron y, al elegirnos, pues quieren ver representado por lo que votaron en el Concejo y en la ciudad. Entonces intentaremos hacer esos acercamientos.
Adicionalmente hay muchos temas por hacer. Yo creo que el Concejo se merece esa reestructuración que efectivamente hablamos los últimos días del año; también creo que nos merecemos tener un reglamento mucho más dinámico, que nos permita trabajar mucho más de cerca con la ciudadanía, y bueno, esperemos que podamos hacer muchos debates de control político para que mejoremos nuestra ciudad.
SEMANA: ¿Por qué cree que no hay esa cercanía del alcalde con el Concejo?
S. A.: Pues es un tema que no entendemos mucho. Él no es tan cercano a la corporación y, obviamente, hay que hacerles entender que es importante que sientan que la corporación está para ayudar en los temas que necesita la ciudad y que está también para hacer llamados de atención y control político cuando es necesario, y que los debates de control político no son malos, son buenos y le pueden hacer unos llamados para que él pueda reorientar las cosas que puedan estarle saliendo mal.
SEMANA: Llama la atención ese distanciamiento que usted menciona más aún cuando el alcalde fue concejal de Bogotá...
S. A.: Sí, yo creo que el Concejo ha sido bastante amplio con el alcalde, el Concejo siempre le ha dado las herramientas para que él pueda trabajar, para que pueda hacer una muy buena gestión, y eso es lo que estamos esperando todos.
SEMANA: ¿El alcalde ya lo llamó tras su elección como presidente del Concejo?
S. A.: No, no hemos hablado con el alcalde.
SEMANA: ¿Le sorprende que el alcalde no le haya marcado?
S. A.: Sí, me parece extraño, porque el Concejo es para mí la segunda corporación más importante del país, y ese trabajo debería estar encaminado diferente, pero sí nos sorprende. Esperemos poder comunicarnos los próximos días.
SEMANA: ¿Siente que quizás al alcalde le disgustó que haya sido usted el elegido como presidente del Concejo?
S. A.: No sé si le haya disgustado o no, jamás hablé con él de esos temas, yo tuve la oportunidad de hablar hace poco con él, y nunca tocamos este tema, porque creo que es un tema evidentemente de la corporación, no de la administración, nunca lo hablamos, pero la verdad no sé si tenga molestia o no, no creo.
SEMANA: En la sesión plenaria cuando se dio su elección, sus dos compañeras, Clara Lucía Sandoval y María Victoria Vargas, se mostraron en contra de esa decisión que tomó el Partido Liberal de postularlo a usted como candidato a la presidencia del Concejo, ¿qué decirles?
S. A.: Decirles que esto es de la dinámica política, que las mayorías efectivamente tenían que decidir quién iba a representar al Partido Liberal, que entiendo que ellas o alguna de ellas tenían intereses o intenciones también de representarnos, y pues no lograban armar las mayorías al interior de la corporación, y así es la democracia. Decirles que efectivamente uno entiende esas dinámicas y que esperamos representarlas de la mejor manera, y esto es un capítulo que uno no debe darle trascendencia, sino pasar la página y buscar que a Bogotá le vaya bien.
SEMANA: Ellas dicen sentirse traicionadas, sobre todo con el concejal Darío Cepeda, porque al parecer, según ellas, habían acordado otra cosa...
S. A.: Yo no sé qué habían acordado, la verdad no tengo absolutamente idea. Dentro de la campaña que hicimos al interior de la bancada, jamás hablé con ellas de este tema de apoyarnos mutuamente. Nosotros estábamos claro con el concejal Armando Gutiérrez y con el concejal Germán García, que queríamos que uno de ellos nos apoyara este sector de la bancada del partido, pero jamás quien le habla, jamás tuvo ningún tipo de acercamiento con ellas, ni hicimos ningún compromiso de absolutamente nada. La verdad es que desconozco los acuerdos que habían tenido con Darío Fernando, pero él a lo último, pues tomó la decisión de estar a este lado de la bancada, pero eso no quiere decir absolutamente nada, la idea es que podamos trabajar todos juntos. Repito, uno tiene que pasar la página y seguir adelante.
SEMANA: ¿Hay divisiones al interior de la bancada?
S. A.: Sí, hay divisiones normales propias de la política, desde mi punto de vista nada de fondo, porque obviamente uno en la política es la política y los otros son los temas personales. Yo creo que en política podemos pensar diferente, somos liberales, y al ser liberales podemos tener diferentes posiciones al interior de una bancada, y eso pues debe ser siempre desde el respeto de cada uno de nosotros y esperamos que así sea y podamos de verdad trabajar para el Concejo de la ciudad y para Bogotá.
SEMANA: La concejala María Victoria se despachó fuertemente contra usted, dijo que en su presidencia anterior usted no dio las garantías para realizar debates de control político a la alcaldía de Claudia López, ¿qué responderle?
S. A.: Como dije ese día en mi corta presentación, estoy totalmente en desacuerdo con la concejal María Victoria, porque le di no sé cuántos debates, ella tuvo por lo menos ocho o nueve oportunidades para hacer debate.
Yo creo que ella fue una de las concejales a las que más debates le permitimos hacer en conjunto con el concejal Armando Gutiérrez, tuvieron toda la oportunidad de hacer debate. Lo que pasa es que hay 43 concejales más que también quieren y tienen la oportunidad de hacer debates de control político y, obviamente, uno tiene que intentar que todos tengan esa misma opción, entonces por eso en mi discurso le manifesté que no era cierto y le enumeré algunos de los debates que ella efectivamente pudo realizar en la corporación.