El aterrizaje de Laura Sarabia en el Departamento Administrativo de la Presidencia (Dapre), generó un terremoto al interior del Pacto Histórico y los partidos progresistas que lo integran porque algunos sectores creen que la joven politóloga le suma al presidente Gustavo Petro porque es joven y ejecutiva. Al contrario, otros más radicales, estiman lo contrario por los escándalos judiciales que arrastra la exasesora personal del hoy embajador Armando Benedetti.
Juana Afanador, feminista y quien es ampliamente conocida por su cercanía con el Polo Democrático, no se quedó callada frente al salto en garrocha de Sarabia desde la Dirección Nacional de Prosperidad al Dapre, una entidad donde trabajará más cerca al Jefe de Estado y manejará el computador del Palacio de Nariño.
“Laura Sarabia es una boba útil del presidente Gustavo Petro y del patriarcado”, dijo Afanador.
Y, según ella, “sus méritos son haber sido la secretaria privada de Armando Benedetti y volverse la minion del Jefe de Estado”.
Por eso, según la feminista, “no vengan a hablar de meritocracia, compromiso con el cambio y menos de sus luchas imaginarias en la izquierda”. Lo dijo porque varios funcionarios del Gobierno, entre ellos, el embajador de Colombia en Francia, Alfonso Prada, exaltaron el nombramiento.
María Antonia Pardo, exesposa del congresista por el Pacto Histórico, Agmeth Escaf, fue una de las primeras en reaccionar y defender a Sarabia.
“No hay lío en que te disguste Laura Sarabia y su ascenso profesional, ¿pero por qué expresarte así de ella, con esas palabras? Me cuesta mucho creer que eres feminista, y ya te lo he dicho antes porque no es la primera vez que te leo este tipo de trinos. Hablas igual que un macho misógino y lo peor es que no te enteras”, le dijo a Afanador.
Pardo es amiga personal de la primera dama, Verónica Alcocer. De hecho, en los mentideros políticos afirman que la esposa de Gustavo Petro es quien le permitió convertirse en la gerente de Asuntos Internacionales de Procolombia, un cargo del que se despidió la semana anteriores porque, al parecer, ocuparía un escaño más importante en el Gobierno.
Verónica Alcocer también es cercana a Sarabia.
En realidad, la designación de la nueva directora del Dapre dividió a la izquierda y los sectores progresistas en dos.
Senadores y representantes del Pacto Histórico no han escondido su molestia porque Sarabia se acercó a Gustavo Petro por su examistad con Armando Benedetti. Sin embargo, terminaron enfrentados y de esa pelea el país conoció unos explosivos audios revelados por SEMANA donde el diplomático barranquillero habla del ingreso de 15.000 millones de pesos a la campaña presidencial que no fueron reportados a las autoridades electorales.
Sarabia se reencaucha al lado de Gustavo Petro en medio de fuertes tensiones con algunos de sus compañeros.
Además de Benedetti, la politóloga tiene diferencias con el ministro de las TIC, Mauricio Lizcano, con quien se enfrascó en una fuerte disputa cuando él manejó el Dapre y ella la jefatura de gabinete de la Presidencia.
Igualmente, está en el lado contrario de Carlos Ramón González, quien aunque es un hombre diplomático y serio, sorteó más de un disgusto con Sarabia, quien siempre se quejó porque el Dapre estaba ocupado por la Alianza Verde.