La intervención de Sanitas por parte de la Superintendencia de Salud cayó como un baldado de agua fría para los usuarios de la EPS. El anuncio se dio en un contexto adverso para la reforma a la salud que promueve el Gobierno Petro y que está ad portas de naufragar en el Congreso.
De esta manera, el Gobierno nacional intervendrá la segunda EPS más grande del país, pues Sanitas suma cerca de 5,7 millones de afiliados.
A propósito de la intervención de la EPS, la senadora María Fernanda Cabal se pronunció en su cuenta de X y recordó unas declaraciones de la entonces ministra de Salud Carolina Corcho, quien en su momento hizo referencia a la necesidad de que haya una “crisis explícita” para que la sociedad entienda “que se requiere el cambio”.
“Tiene que haber una crisis explícita, clara, que le permita a la sociedad entender que se requiere el cambio. Pero después de eso, para que haya una transformación del sistema de salud es que tiene que haber una propuesta alternativa. Aquí no solamente puede haber una identificación y una denuncia de la crisis, sino que la sociedad misma tuvo que haber preparado una propuesta alternativa”, fueron las palabras de Corcho.
Frente a lo expuesto por la exministra, la senadora Cabal comentó: “¿Habrá acaso duda alguna del plan para destruir la salud de los colombianos? Lo hemos advertido desde siempre y muchos pensaron que eran exageraciones”.
En otro trino, la congresista del Centro Democrático cuestionó: “¿Cómo explica este gobierno el uso de indicadores de Nueva EPS para sustentar la motivación de intervención sobre Sanitas? ¿Esta será otra ligereza de tantas, para justificar su afán de destrucción del sistema?”.
En esa línea, la senadora -férrea opositora del Gobierno Petro- enfatizó que “el país no puede seguir de espaldas a esta tragedia”.
“Con Sanitas tienen el control de la salud en el país y el manejo de la mitad de los usuarios, 24,4 millones. Hay que resistir y defender la vida de todos, hoy en manos de un ilegítimo gobierno que solo sabe destruir”, apostilló la congresista.
Una muerte anunciada
Con corte a 2022, Sanitas recibió 7,5 billones de pesos y perdió 295.368 millones, según cifras de la SuperSalud y la SuperSociedades. La deuda total ascendía a unos 2,3 billones de pesos.
Esta intervención es la crónica de una muerte anunciada. El 27 de julio de 2023, las EPS Sura, Sanitas y Compensar le enviaron una carta al ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, en la que alertaron que, por cuenta de la difícil situación financiera que atraviesa el sector, preveían serias dificultades para seguir con sus operaciones.
Se trataba de un documento explosivo en el que anunciaban que estaban asfixiadas económicamente y que si el Gobierno no les pagaban lo que les adeudaban, no podrían operar más. Por primera vez, Compensar, Sanitas y Sura, que reúnen 13 millones de usuarios y 34.000 empleados, ponían una fecha para este temido adiós: el mes de septiembre de ese año.
En ese momento, las entidades prestadoras de salud explicaron que no cumplirían con los indicadores financieros al finalizar 2023, pues agotaron un capital cercano a los 415.500 millones, en el caso de Sanitas, los cuales fueron construidos durante casi tres décadas de existencia.
Dos razones expusieron para haber llegado a este punto: el pago de la UPC y los presupuestos máximos.